A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Artes industrialesBiografía

Poiret, Paul (1879-1944).

Diseñador de moda francés, nacido en París el 8 de abril de 1879 y fallecido en esta misma ciudad en 1944, en la más absoluta pobreza y olvidado del mundo; sin embargo, su moda contribuyó de manera definitiva al arte del siglo XX.

Vida

Hijo de un comerciante de telas del barrio de Les Halles, el célebre mercado textil parisino, fue el único varón entre tres hermanas. Terminó los estudios secundarios obligado por su padre y, acto seguido, entró como aprendiz y chico de los recados en el taller de un fabricante de paraguas. Su talante artística y su convencimiento de que no había nada más importante que la apariencia externa le condujeron hacia su auténtica vocación: el diseño de ropa. Así, pedía a su jefe los retales de seda que sobraban después de confeccionar los paraguas y por las noches elaboraba extravagantes vestidos que probaba a una de las muñecas de sus hermanas. Vendió algunos bocetos a la diseñadora Madeleine Cheruit, entre los cuales estaba el diseño de una capa roja que fue un éxito total entre el público. En 1899 empezó a trabajar para Jacques Doucet, junto al cual continuó su formación de diseño y costura, pero aprendió también algo que sería fundamental en su trayectoria posterior: la importancia de tratar bien a sus clientas. De hecho, fue un desafortunado comentario acerca de la actriz Sarah Bernhadt, para la que Poiret había diseñado en 1900 el vestuario con que aparecía en la obra L'Aiglon (su primer papel masculino), lo que hizo que Doucet se desprendiera de su joven ayudante.

Hacia 1901, cumplido ya el servicio militar, entró en el taller del más importante maestro de la moda de aquel entonces, Charles-Frederick Worth, pero, fuera porque no supo captar la genialidad del joven Paul, o fuera porque intuyó la genialidad que había en él, se deshizo pronto de sus servicios y Paul, ayudado por los cincuenta mil francos que le había prestado su madre y bajo el patrocinio de una conocida actriz de la época, Réjane, abrió su propio salón de moda en 1903.

Hacia 1906 impulsó una cierta liberalización de la figura femenina, pues alargó el corsé hasta las caderas y redujo considerablemente el número de prendas interiores; sin embargo, seguían pareciéndole absurdas aquellas mujeres de curvas prominentes, así que volvió los ojos hacia el siglo anterior y retomó las líneas del Directorio francés para crear un modelo sencillo que se entallaba debajo del pecho y caía libremente hasta los pies. Lo llamó La Vague ('la Ola'), pues parecía rodear el cuerpo en ondas marinas. El modelo estaba concebido para su esposa Denise Boulet, con quien había contraído matrimonio en 1905 y que era, con su figura delgada y atractiva, la mejor modelo de los diseños de su esposo. A Poiret se debe el abandono definitivo del corsé, que sustituyó por sujetadores más flexibles, y de las medias negras, que fueron reemplazadas por otras color carne que hacían el efecto de llevar las piernas desnudas. Además, los densos tonos pastel propios de la belle époque dejaron paso a bellos estampados de tipo oriental. Fue uno de los promotores del estilo japonés, con la creación de unos vestidos tipo kimono, exóticos y vaporosos, que lucían las bailarinas Isadora Duncany Mata-Hari. En esta misma línea exótica llegaron hacia 1909 sus turbantes, caftanes, airones (una especie de tocados formados por grandes plumas de avestruz), pantalones de odalisca, etc., una serie de opulentas prendas de seda, brocados fastuosos y lamés de colores vivos, inspiradas en los Ballets Rusos de Diaghilev, cuya presentación en París en 1909 había despertado una pasión por todo lo oriental sin precedentes entre el público.

En 1908 publicó un libro titulado Les robes de Paul Poiret, cuyas ilustraciones -obra de Paul Iribe- mostraban modelos elegantes y sencillos, ligeramente entallados, con los que se había hecho famoso; paradójicamente, también se ponía de manifiesto la huella de los Ballets Rusos y, así, aparecían las pieles ornando los vestidos, los pañuelos y los adornos de pedrería para el cabello. De su mano llegó también en 1911 otro folleto de moda, Les choses de Paul Poiret... vue par Georges Lepape (Las cosas de Paul Poiret... vistas por Georges Lepape), ilustrado por Lepape, uno de los más famosos ilustradores de su época.

Ese mismo año presentó ante el público su falda tubo, la famosa jupe entravée, conocida también como "falda de medio paso" porque si bien liberaba las caderas, se estrechaba considerablemente entre la rodilla y el talón, hasta el punto de que sólo permitía a las mujeres caminar a pasitos (de ahí su nombre). El modelo desató una apasionada polémica entre el público, que pensaba que la genialidad de Poiret empezaba a degenerar, y no tuvo una vida demasiado larga.

Fundó luego la Escuela Martine, llamada así en honor de su hija, que era un taller de artes aplicadas donde daba empleo a jóvenes sin preparación para diseñar telas, tapices y muebles que luego eran elaborados por expertos artesanos. En esa misma época presentó uno de sus modelos más famosos, la "pantalla": una túnica corta armada con alambre en su parte baja -de manera que quedaba formando un círculo-, la cual se llevaba sobre una falda larga y ceñida. Por aquel entonces sacó al mercado su propio perfume -diez años antes que la propia Coco Chanel- y sus propios accesorios para vestir y para el hogar, algo que harían otros diseñadores como Ralph Lauren o Donna Karan ochenta años después, creando un sello estético propio. También de esos años data su modelo de falda pantalón, que fue rechazado por inmoral por el papa Pío X.

En 1912 emprendió un viaje por Europa acompañado de un grupo de modelos para mostrar sus creaciones y cosechar nuevas ideas. Estuvo en Londres, Berlín, Viena, Moscú y otras ciudades europeas y, al año siguiente, se presentó en Nueva York, llevando consigo un documental sobre una de sus colecciones para mostrarlo a las potenciales clientas norteamericanas, que fue confiscado por su contenido "pornográfico" (aparecían mujeres en falda-pantalón). Durante estas incursiones fuera de Francia tuvo ocasión de comprobar cómo, en todas partes del mundo, se copiaban sus diseños, sus estampados y su estilo, así que, a su vuelta a Francia en 1914 se involucró en la creación del Sindicato para la Defensa de la Alta Costura Francesa, en lo que constituyó un intento de proteger las creaciones originales de los diseñadores de las copias piratas.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, cerró su taller y se alistó en las filas del ejército francés; terminada la contienda, volvió de nuevo al mundo de la moda, pero encontró que las tendencias las marcaban entonces mujeres como Coco Chanel. Decidido a recuperar su anterior preeminencia, organizó lujosas fiestas y exposiciones que, lejos de volver a auparle, le llevaron a la ruina. Amargado al ver como otros triunfaban con sus ideas, y abandonado por su mujer, se retiró a la Provenza y pasó sus últimos años entregado a la pintura. A su muerte en 1944 dejó un libro de memorias (1930) que, haciendo alarde de seguridad en sí mismo, tituló Yo vestí a mi época.

lu

Autor

  • 0103 lu.