A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
LiteraturaBiografía

Pezoa Véliz, Carlos (1879-1908).

Escritor chileno cuyo nombre verdadero era Carlos Enrique Moyano Jaya, nacido en Santiago en 1879 y muerto en 1908. No hay mucha claridad respecto a quienes fueron sus padres biológicos; al parecer, fue hijo natural de una costurera, Elvira Jaña y de un inmigrante español. Sin embargo, el nombre de sus padres adoptivos sí está claro: José María Pezoa y doña Emerencia Véliz, un humilde matrimonio que lo crió desde niño.

La pobreza en que vivía le obligó a trabajar mientras estudiaba. Así, fue ayudante de zapatero remendón, calador de sandías, etc. En la Escuela Pública Número 3 realizó sus estudios primarios. En 1892 siguió su primer año de Humanidades en el Instituto Nacional y, al año siguiente, se matriculó en el Colegio de San Agustín de Santiago e hizo, posteriormente, algunos estudios en el Instituto Superior de Comercio. Sin embargo, no duró mucho en éstos; los abandonó por un tiempo aunque, finalmente, los terminó con la ayuda de Enrique Oportus, gran bohemio y humanista, que fue su profesor. En 1898 entró en el Ejército como Guardia Nacional, donde ejerció de Subteniente, cargo que dejó algún tiempo después. Antes de finalizar el siglo colaboraba en El Búcaro Santiaguino de Alberto Mauret, mientras que trabajaba de ayudante en la Escuela de San Fidel; allí ganaba un sueldo pequeño, que más tarde perdió por sus ideas socialistas y anarquistas, las cuales chocaban con las monjas que sostenían la Escuela. A causa de los disgustos con su familia, Pezoa vive en un “conventillo” y sufre una gran pobreza. Se hace amigo de poetas callejeros, y él mismo se convierte en un poeta popular. Luego se reintegró en su familia.

Parte más tarde a Valparaíso en busca de Forne, concesionario de Islas de Juan Fernández, soñando con ganancias fabulosas y no muy difíciles de conseguir. Pero después de infructuosas búsquedas, se ve obligado a volver a Santiago. Cae nuevamente en la miseria. En este tiempo vive con Ignacio Herrera Sotomayor y ambos padecen hambre. Al respecto, señala Paulius Stelingis: “Se alimentan de unas tazas de té y de pan. Con papeles de diarios Pezoa Véliz suplía los calcetines, pues la pobreza era tan grande que le faltaba hasta lo más indispensable.”

Regresa, entonces, a las filas militares: desde mediados de Junio de 1900 trabaja en el Escuadrón de Escolta. Sin embargo, no durará mucho en esta ocupación, ya que tiene que retirarse porque no le consideraron apto para el servicio. En todo este período el poeta se siente mal de salud, además de no conseguir satisfacer sus necesidades más indispensables. Por fin, en 1902 algunos jóvenes escritores e intelectuales de Valparaíso realizan una velada en su honor. En esta ciudad recita sus versos. Al no tener residencia en el lugar se hace coplero nuevamente y sale a la calle en compañía de poetas populares. Posteriormente se hace agente de avisos del diario El Chileno, por lo que su situación económica empieza a estabilizarse. Se instala en Viña del Mar en 1904. Trabaja como profesor en el Instituto Inglés y, a la vez, realiza funciones de periodista. El Ateneo santiaguino lo invita a la capital a leer sus versos. El público recibe su poema “Pancho y Tomás” con calurosos aplausos.

Sin embargo, su tranquilidad no duraría mucho. El 21 de Septiembre muere su madre adoptiva y el 20 de Abril de 1904 muere su padre, con las piernas cortadas por un tranvía. En 1905 parte en una gira periodística al Norte Grande, a la pampa salitrera. Ese año se afilia al Partido Liberal y, después de participar en la campaña presidencial de Pedro Montt (que salió triunfador), es nombrado Secretario de la Alcaldía y Municipalidad de Viña del Mar. Sin embargo, el 16 de Agosto de 1906, el terremoto que destruyó Valparaíso lo deja inválido.

En el Hospital Alemán de Valparaíso se recupera, aunque no satisfactoriamente. Se siente mal, sufre dolores, pierde peso... Es operado de apendicitis, pero la herida no cicatriza. Viaja a Santiago, donde lo operan nuevamente. Sin embargo, una tuberculosis comienza a quitarle la vida. Murió en el Hospital San Vicente el 21 de Abril de 1908.

Pezoa Véliz fue el poeta más importante de su época. En su obra se ve reflejada su triste vida y la de aquellos seres con los que se relacionó en el submundo de la marginalidad social, la bohemia artística y la provincia. Cantó al mundo popular de Santiago, a la desnudez del campo, al hombre pobre, al vagabundo, al despojado... Es el más representativo de los poetas inspirados en la raíz y voz de su pueblo. El campo y la ciudad, el campesino pobre y el hombre caído de la calle constituyen su tema, el cual expresa con una sencillez admirable. Se hermana con ellos. Se identificó con los sufrimientos del pueblo, a la vez que ejerció innovaciones verbales y rimas más o menos complejas. Toma algunas características propias del pueblo chileno, tales como el fatalismo, la abulia y la resignación. Se puede apreciar en su literatura un elemento muy particular de la poesía chilena que comenzaba a elaborarse de manera más definida y clara: la tendencia a contar historias.

Escribió poemas, cuentos y artículos en diarios y revistas. Cuatro años después de su muerte, su obra fue rescatada de los periódicos por Ernesto Montenegro y publicada en 1912 bajo el título Allma Chilena, nombre tomado de uno de los poemas. Otras obras son: Campanas de Oro (1921) y Poesías y Prosas Completas (1927), ambas publicadas póstumamente.

Existen muchos estudios sobre la vida y la obra de este gran poeta. Nicomedes Guzmán lo define como un escritor naturalista. Encuentra en él una primera época romántica y otra modernista. Para Juan Villegas, Pezoa Véliz es el precursor de la poesía de orientación social. Paulus Stelingis señala que es un artista absolutamente modernista pero con algunos rasgos románticos, que se vale del naturalismo por su realismo temático. En realidad, su poesía ha sido y sigue siendo influyente porque supo incorporar los elementos de una sociedad heterogénea, propia de la modernidad, que comenzaba a gestarse en Chile. Es así que en él se pueden encontrar los antecedentes más cercanos a los grandes poetas chilenos que surgirán en el Chile del siglo XX, entre los cuales habrá dos Premios Nobel.

Una de las características más apreciables de Pezoa Véliz es la incorporación del habla popular y de los temas propios de este ambiente sin una connotación “ideológica”, sino como quien observa una cruda realidad y se refiere a ella de manera directa, con un lenguaje sencillo pero, a la vez, impactante. El poema “Nada” es una clara muestra de esta situación:

Era un pobre diablo que siempre venía
cerca de un gran pueblo donde yo vivía;
joven, rubio y flaco, sucio y mal vestido,
siempre cabizbajo. ¡Tal vez un perdido!
Un día de invierno lo encontraron muerto
dentro de un arroyo próximo a mi huerto,
varios cazadores que con sus lebreles cantando marchaban.
Entre sus papeles no encontraron nada.
Los jueces de turno hicieron preguntas al guardián nocturno;
éste no sabía nada del extinto,
ni el vecino Pérez, ni el vecino Pinto.
Una chica dijo que sería un loco
o algún vagabundo que comía poco,
y un chusco que oía las conversaciones
se tentó de risa. ¡Vaya unos simplones!
Una paletada le echó el panteonero;
luego lió un cigarro, se caló el sombrero
y emprendió la vuelta. Tras la paletada,
nadie dijo nada, nadie dijo nada.”

Autor

  • Enciclonet