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Ingeniería y tecnologíaAstronomíaBiografía

Pérez de Vargas, Bernardo (s. XVI).

Astrónomo, técnico de minas y astrólogo del s. XVI nacido en Madrid en fecha incierta y fallecido con posterioridad a 1569.

Poco se sabe acerca de su biografía, de la que sus obras alumbran algún detalle, como su distinguido linaje (se firma "magnífico caballero"), su nacimiento en Madrid y el traslado de su residencia a Coin (Málaga).

Es Pérez de Vargas una figura contradictoria, citada por la mayor parte de los historiadores españoles y extranjeros sin un conocimiento directo de su obra. Dos son las facetas que se conocen de la actividad científica de Pérez de Vargas: por una parte, la astronomía y la astrología, y por otra, la metalurgia.

Han sido arduas las discusiones entre bibliógrafos acerca de la Fábrica del Universo (1563), ya que el autor la presenta como una obra en dos partes y sólo se conservan ejemplares de la segunda. En éstos figura como añadido al final un Sumario de cosas notables... (1560), con numeración independiente. La hipótesis más plausible parece ser que la primera parte quedó inédita y que quizá fuera tan sólo un proyecto del autor, consistente tal vez en una ampliación del citado Sumario. De una forma muy somera, el contenido de la Fábrica puede resumirse así: el libro I (19 capítulos) trata del tiempo y su medida; el II (36), del movimiento de los astros y círculos de la esfera; el III (15), de la astrología judiciaria; el IV (12), de los meteoros; el V (10), de la astrología física y en particular de los vientos; el VI (15), contiene 21 grabados para la descripción de los eclipses y trata también de la flebotomía, con una lámina anatómica del sistema venoso humano; el VII, dividido en dos partes, presenta en la primera un lunario y calendario, y en la segunda una cronología de monarquías, imperios y pontificados notables. Al comienzo de la obra figura una relación de los autores consultados.

La obra más importante y polémica de Pérez de Vargas es De re metallica (1568). Se trata de una obra que se sitúa en una línea de descarado plagio de otras sobre la materia, tal y como hicieron numerosos autores de la época que no han sido tan vilipendiados como éste. Su mayor mérito estriba en haber puesto en circulación una serie de conocimientos, principalmente metalúrgicos, en lengua castellana, casi en simultaneidad con los países e idiomas europeos más avanzados. En la páginas previas a la obra se encuentra el parecer de Diego de Meneses, quien dice de sí mismo haber practicado en América durante 30 años la minería y la metalurgia de los metales preciosos. Reconoce el libro como provechoso y afirma la utilidad que su conocimiento se podría derivar en las Indias "donde tanto se pierde por no saber lo suficiente", afirmación que puede ser atrevida o rigurosa según la fecha en que se produjera su vuelta de Indias.

En el prólogo del libro, el autor expone que presenta una parte de sus conocimientos, quedando el resto a la espera de la acogida de esta obra y a la confirmación de ciertas experiencias. Reconoce también que su tratado está "recopilado de grandes escrituras" y que es, por tanto, un resumen de la información que ha logrado reunir. Si ésta es la intención del autor y ésos son los medios que utiliza quedan sin razón la mayor parte de los juicios sobre él vertidos.

La obra está dividida en nueve libros. En el primero de ellos, la especulación sobre la materia y la forma de los metales ocupa lugar primordial. Defiende la alquimia, si bien refuta algunas afirmaciones de los alquimistas. Es conveniente hacer un inciso a este respecto, ya que son muchas las acusaciones de que ha sido objeto Pérez de Vargas por su defensa de la alquimia. En este sentido cabe afirmar que en un tratado tecnológico escrito a mediados del siglo XVI caben dos alternativas: o bien soslayar los aspectos teóricos o bien tratarlos desde una posición escolástica próxima a la alquimia, ya que por el momento no existía, ni podía existir, otro cuerpo de doctrina coherente y totalizador.

El segundo libro es muy breve y está dedicado a las propiedades físicas de los metales. El tercer libro dedica sucesivamente sus capítulos a los metales en particular, oro, plata, cobre, plomo, estaño, hierro, acero y "alatón". En el libro cuarto estudian los "medios minerales", sustancias que "ni son piedra ni metal", como el azufre, antimonio, etc. En el libro quinto se consideran aspectos generales de la localización y explotación de minas, así como técnicas analíticas para los diversos metales. El libro sexto estudia las operaciones a que deben someterse las menas de los diversos metales con vistas a la fundición y se aconseja la técnica de amalgamación para el beneficio del oro en pequeñas cantidades. El libro séptimo, de escasa calidad técnica, se ocupa de la separación de los metales que funden juntos. Los primeros capítulos del libro octavo, huecos de doctrina, atienden a los aspectos mecánicos de las tareas de los artífices, pero sorprendentemente los cinco últimos capítulos están consagrados de forma abierta a la alquimia, en un sentido muy próximo al actual de química, y se describen las operaciones más importantes. El noveno y último libro puede considerarse como la parte técnica del cuarto libro, al estar dedicado a los procedimientos de obtención de los "medios minerales". La iconografía de la obra es muy rudimentaria, sobre todo comparada con la de George Bauer Agrícola o la de Lazarus Ercker.

Las críticas a Pérez de Vargas son muy variadas, pero muchas veces desprovistas de fundamento. Así, por ejemplo, J. R. Partington describe los "ocho" libros de que consta la obra, cuando en realidad son nueve. Por su parte, C. Stanley Smith especula con la posibilidad de que Pérez de Vargas haya podido influir, a través de su relato de la técnica de amalgamación de la plata extraído de Vanoccio Biringuccio, sobre los inventores españoles de este método de beneficio, ignorando que Pérez de Vargas omite dicho pasaje del italiano y que el descubrimiento de Bartolomé de Medina precedió en más de una década a la publicación de De re metallica. Otro ejemplo de esta ligereza es que mientras algunos autores afirman que la obra está copiada casi literalmente de Agrícola, otros afirman los mismo con respecto a Biringuccio.

Toda esta tradición historiográfica peyorativa surge de la consideración de Ferdinand Hoefer, quien a pesar de sus duros juicios reconoce las observaciones valiosas acerca del antimonio, el arsénico y el manganeso, así como de procedimientos técnicos. También fue Hoefer el primero en señalar su extrañeza de que Pérez de Vargas no hable de las minas americanas ni de la amalgamación de la plata, cuando realmente esta técnica hasta había sido ensayada en la península cuando el libro fue escrito (véase Antonio Boteller).

Escasa ha sido también la aportación de los panegiristas de la "polémica de la ciencia española", al no presentar pruebas que respalden sus afirmaciones. En cualquier caso siempre queda la desconcertante traducción al francés de De re metallica, en fecha tan tardía como 1743.

Bibliografía.

Fuentes.

Repertorio perpetuo o fábrica del universo, Toledo, J. de Ayala, 1560. Suele figurar como apéndice a Segunda parte de la fábrica del universo, Toledo, J. de Ayala, 1563.
De re metallica, Madrid, Pierre Cosin, 1568; la traducción francesa referida lleva por título Traité singulier de métallique..., París, Prault, 1743. El autor se refiere a una obra suya que titula De los edificios y máquinas que pertenecen al arte de elaborar los metales, que con toda seguridad debió quedar inédita.

Estudios.

MAFFEI, E. y RÚA FIGUEROA, R. Apuntes para una Biblioteca Española de libros, folletos y artículos, impresos y manuscritos relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales y a las ciencias auxiliares. Madrid, J.M Lapuente, 1871-1872, vol. II, pp. 30-32, 524.
PICATOSTE RODRÍGUEZ, F. Apuntes para una biblioteca científica española del siglo XVI. Madrid, Tello, 1891, pp. 253-255;
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, M. Biblioteca marítima española. Madrid, Vda. de Calero, 1851, vol. I, pp. 248-250 y
HOEFER, F. Histoire de la chimie, 2.ª ed., vol. II, París, Firmin Didot Frères, 1869.
PAOLI, U. G. P. El magnífico caballero Bernardo Pérez de Vargas, Revista de la Real Academia de Ciencias, XXXI (1934), 137-152; 543-550; XXXII (1935), 330-359.
BARGALLÓ, M. La naturaleza de los metales y el beneficio del hierro en los alquimistas y metalúrgicos del siglo XVI, México, 1961.
MIELI, A. La eclosión del Renacimiento, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1951.
ERCKER, L. Treatise on ores and assaying. Editado y traducido por A. G. Sisco y C.S. Smith, Chicago, University of Chicago Press, 1951.
PARTINGTON, J. R. A History of Chemestry, vol. II, Londres, MacMillan, 1961.
PILAPIL, V. R. Bernardo Pérez de Vargas, Dictionary of Scientific Biography, dir. por Chales Coulton Gillispie, vol. X, New York, Charles Scribner's Sons, 1974, pp. 514-515.
PORTELA, E. Los orígenes de la química moderna en España, Tesis de Valencia, 1977.

Autor

  • Eugenio Portela Marco