Peñaherrera Padilla, Blasco (1934-VVVV).
Político, abogado y periodista ecuatoriano, nacido en Quito, el 22 de febrero de 1934. Cursó estudios superiores en la Universidad Central del Ecuador y se especializó en Jurisprudencia y Ciencias Sociales en las Universidades de Chile y en la Autónoma de México.
En la empresa privada ha trabajado como jefe de redacción, columnista y subdirector de la revista Vistazo de Ecuador. También ha sido Presidente del Instituto Ecuatoriano de Investigación de la Comunicación Pública y Presidente de la Compañía Consultrín. Asimismo, ha sido director y productor de programas informativos y de opinión de los canales de TV 8 de Quito y 2 de Guayaquil.
En la actualidad pública ha sido Subsecretario del Ministerio de Educación, Secretario ejecutivo de la Secretaría de Integración del Pacto Andino, Presidente del Consejo Nacional de Educación, Concejal de Quito, Ministro del Gobierno, Presidente de la Junta Nacional de Planificación y Coordinación Andina de Fomento y Diputado Nacional.
También ha sido profesor de varios colegios secundarios de la ciudad de Quito y catedrático de las universidades de Ecuador y Católica de Quito.
Blasco Peñaherrera milita, desde 1954, en el Partido Liberal, del cual fue su director nacional. En 1984 fue elegido Vicepresidente constitucional de Ecuador bajo el gobierno de Febres Cordero, hasta las elecciones celebradas en 1988, fecha en que Rodrigo Borja alcanzó la victoria presidencial.
Tras el secuestro del presidente Febres, en 1986, por soldados de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Peñaherrera se fue distanciando de las directrices de dicho presidente. El 31 de enero de 1988, durante la primera vuelta electoral, manifestó la necesidad de una reforma del sistema constitucional para la supervivencia de la democracia en Ecuador.
En diciembre de 1988 publicó El viernes negro, en el que narró el cautiverio del ex presidente, además de exponer una serie de datos inéditos sobre irregularidades en el manejo de los fondos públicos, motivo por el que fue criticado y desmentido por el propio Febres.
