Pastori, Luis (1921-2013).
Poeta, periodista, político y economista venezolano, nacido en La Victoria (en el estado de Aragua) el 25 de agosto de 1921 y fallecido en Caracas, Venezuela, el 16 de septiembre de 2013.
Tras completar su educación primaria en su ciudad natal, pasó a Maracay para realizar allí sus estudios de bachillerato, al término de los cuales se matriculó en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central de Venezuela. Pero ya desde muchos años antes había comenzado a cultivar su vocación literaria, manifiesta en sus comienzos en la adaptación y el montaje de numerosas piezas teatrales que llevó a cabo desde la Compañía Espaguetti, fundada y dirigida por él mismo.
Así las cosas, alternó sus estudios de economía y sus primeras ocupaciones en el Banco Central de Venezuela (del que llegaría a ser Vicepresidente) con su dedicación al cultivo de la poesía, y en 1942 irrumpió en el panorama literario de su país con su primer volumen de versos, titulado 15 poemas para una mujer que tiene 15 nombres, obra que fue espléndidamente recibida por críticos y lectores, y mereció una mención honorífica en el Premio Municipal de Poesía convocado aquel año. Sus comienzos no pudieron ser más alentadores, pues en 1944 fue galardonado con el primer premio de Poesía en el Concurso de la Reina Universitaria.
Alentado por este temprano reconocimiento de su obra, en 1945 Luis Pastori dio a la imprenta un nuevo volumen de versos, titulado Poemas del olvido. Ya licenciado en Ciencias Económicas, pasó a ejercer la docencia en La Victoria, sin abandonar por ello su dedicación a la poesía. Y así, en 1946 obtuvo el primer premio del Concurso para el Himno Universitario. A partir de entonces, sus entregas poéticas se sucedieron: en 1947 dio a la imprenta Las canciones de Beatriz, título al que siguió País del humo (1948), Herreros de mi sangre (1949), Toros, santos y flores (1950), y Tallo sin muerte (1950), obra que fue galardonada al año siguiente de su aparición con el Premio Municipal de Poesía.
Posteriormente, volvió a los anaqueles de las librerías con nuevas entregas poéticas como Palabras de otros años (1950), Aire de soledad (1959) y Elegía sin fin (1962), obra que le supuso uno de los mayores reconocimientos literarios de su país: el Premio Nacional de Literatura (1993). El resto de su producción poética se completa con Trompos y testimonios (1964), Definitivamente enamorado: Poemas (1965) y Trofeos de casa (1969). Un año antes de que viera la luz este último título, Luis Pastori había sido nombrado Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua, institución cuya dirección habría de ocupar unos años más tarde.
Hombre polifacético, imbuido en ese espíritu humanista que alentó la peripecia vital de tantos creadores hispanoamericanos del siglo XX, Luis Pastori desempañó también importantes funciones públicas al servicio de la administración política de su país, del que llegó a ser Ministro de Estado para la Cultura durante el mandato presidencial de Luis Herrera Campins (1979-1983). Y en su condición de economista, además de ocupar la Vicepresidencia del Banco Central de Venezuela, Pastori sobresalió por su dirección de la prestigiosa Revista de Economía Latinoamericana.
