Parravicini, Luis Alejandro (1799-1880).
Pedagogo italiano, nacido en Milán en 1799, en el seno de una noble familia, y muerto en Venecia en 1880, que fue director de la Escuela de Primeras Letras de Como durante más de dieciséis años. En 1836, escribió su célebre obra Giannetto (traducido en España como Juanito), que fue premiada por la Sociedad de Instrucción de Florencia. La obra alcanzó un notable éxito y fue reeditada más de sesenta veces, pero, curiosamente, enriqueció a los editores mientras su autor moría en la indigencia. El libro, que fue traducido a los principales idiomas, se hizo tremendamente muy popular en España, donde durante mucho tiempo se empleó como libro de lectura e instrucción moral en las escuelas, hasta que, en 1854, Salvador Constanzo hizo un arreglo del original con el título de El Nuevo Juanito.
Además, durante tres otoños sucesivos (1837-39), la dirección de instrucción pública del Ticino encargó a Parravicini un curso de metodología educativa, y, en 1842, el gobierno austríaco le otorgó el cargo de director de la Escuela Técnica de Venecia.
De entre las varias obras que publicó, destacan Dell educazione pubblica nel Canton de Ticino, y el Mannuale de Pedagogia e di Metodica ad uso delle madri, de padri,de maestri,dei direttori scolastici e delle autorità amministrative d'Italia, del cual dijo Rosmini que "era obra llena de útiles preceptos y de sanos juicios sobre las teorías pedagógicas, muy recomendable por la claridad del estilo, y la mejor que poseía Italia en su tiempo", manual que aún era reproducido en el Turín de 1886.
En su Metódica de la Educación, el autor sienta las bases de lo que él cree que deber ser dicha disciplina: "la educación es la influencia ejercida por el hombre sobre el hombre con la intención de excitar, desarrollar y dirigir acertadamente sus naturales disposiciones". Según él, éstas son de cuatro clases: físicas (hacen referencia al cuerpo) e intelectuales, estéticas y morales (hacen referencia al alma), y su desarrollo debe ser acorde con la Naturaleza, es decir, sin violencias y respetando las inclinaciones humanas. Es necesario para el maestro tener conocimientos de psicología y preocuparse de la formación moral del educando. El respeto a los superiores, el amor a los semejantes y las creencias religiosas deben constituir la preocupación principal del padre de familia, cuya colaboración es necesaria siempre. También da una gran importancia a la cultura física, a la salud y a la robustez del pupilo.
