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HistoriaBiografía

Pareja Setién, José Manuel (1813-1865).

Marino español. Nacido en Lima (Perú), el 8 de febrero de 1813, y muerto a bordo del buque de guerra español Villa de Madrid, frente a las costas de la rada de Valparaíso (Chile), el 29 de noviembre de 1865.

Su padre Antonio Pareja, destinado en Perú, fue militar realista durante la guerra de la independencia del Perú. José Manuel Pareja Setién inició su carrera naval en Cádiz como guardiamarina, en noviembre de 1827. Sus destinos embarcados en esta etapa de formación se iniciaron en el navío Soberano y después en la fragata Perla y finalmente en el bergantín Relampago. Con este último realizó un viaje de vuelta al mundo con escala en el entonces archipiélago español de las islas Filipinas. Tras este viaje se sucedieron nuevamente los destinos embarcados.

En 1833 a bordo del navío Guerrero cambió su destino en tierra de Cádiz por el de Vigo y posteriormente El Ferrol. En 1834 realizó con éxito en esta localidad la prueba para ascender en el escalafón, alcanzando la graduación de alférez de fragata. Nuevamente en Vigo y ya con su nuevo grado, embarcó en la fragata Lealtad, destino embarcado con el que participó en la Primera Guerra Carlista, cuando el gobierno isabelino liberal envió la embarcación hacia las costa de las provincias vascas, levantadas a favor del pretendiente don Carlos María Isidro como rey de España. Tras la finalización de esta breve campaña marítima y ya de regreso a El Ferrol, la fragata naufragó, aunque tanto él como el resto de la tripulación pudieron salvarse. Tras este hecho tuvo un destino en tierra nuevamente en tierras gaditanas, en el arsenal de la Carraca, en el puesto de ayudante del comandante del arsenal. Nuevamente con destino embarcado, en el bergantín Jasson, marchó nuevamente a las costas cantábricas al ser incorporado a las fuerzas navales de esta zona marítima.

La Guerra Carlista

Es en este momento cuando José Manuel Pareja Setien empiece a destacar debido a su nueva intervención en este conflicto civil. Al 10 de febrero de 1836 al mando del Valdés participó en la evacuación de las tropas liberales con guarnición en San Sebastián. Más tarde participó en el socorro y abastecimiento de la guarnición de Guetaria. Se distinguió tanto en esta acción que recibió a título individual la cruz de la Marina de la Diadema Real. Se le encomendó el mando de una nueva embarcación el Churruca. Con este destino embarcado presenció en mayo de 1836 la ruptura de líneas del cerco de San Sebastián la conquista del puerto de Pasajes, siendo esta vez recompensada su labor con la máxima condecoración militar española, la gran cruz laureada de San Fernando de primera clase. Dicha condecoración le será otorgada nuevamente, esta vez en el mismo campo de batalla, en diciembre del mismo año y por iniciativa del general Baldomero Espartero en reconocimiento de su labor durante la batalla de Luchana, a la vez que por los mismo hechos el Congreso constituyente le nombró como persona benemérita de la patria. El conflicto carlista le proporcionó nuevos momentos de demostrar su valor y de que este fuese reconocido por sus contemporáneos mediante la concesión de condecoraciones, como ocurrió durante el tercer cerco liberal a Bilbao, por razón del cual obtuvo la cruz de distinción. En 1837 ascendió nuevamente a teniente de navío y participó con este nuevo grado en los ataques a las plazas de Irún y Fuenterrabía que culminaron con la rendición de las mismas, obteniendo, esta vez junto con todos los que participaron en ambas acciones, una nueva cruz de distinción. En 1838 los asaltos fueron a las plazas de Orrio y Zarauz, que le proporcionaron la cruz de caballero de Isabel la Católica.

Nuevos destinos, nuevas condecoraciones

En 1839 fue enviado al Caribe, y en el destino en tierra de Cuba recibió el mando del pailebot Teresita, que tenía su sede en La Habana, regresando en 1842 a la Península. Nuevamente con destino en puertos gaditanos, embarcó en Algeciras en la fragata Cortés, con la que participó en el asedio a Cádiz que se estaba realizando y cuyo frente marino estaba al mando de José Primo de Rivera y que finalizó con el paso al bando del alzamiento de dicha ciudad. En 1844 ascendió a la graduación de capitán de fragata. Con este grado y hasta 1950 tuvo varios destinos embarcados en varios puestos y apostaderos de la marina y al final de este período, entre 1849 y 1850, se distinguió en la expedición mandada por el gobierno español a Italia para defender los estados pontificios en el proceso de unificación italiana, por ello recibió de manos del papa la encomienda de San Gregorio del gobierno pontificio mientras que en España recibió la encomienda de Carlos III. En noviembre de 1851 fue nuevamente ascendido, obteniendo el grado de capitán de navío mientras que unos meses más tarde, ya en marzo de 1852, recibió el puesto de mayor general con sede en el apostadero naval de La Habana. Volvió a la Península en mayo de 1855 con otro destino en tierra, el de comandante subinspector en el arsenal de El Ferrol, puesto que en que introdujo muchas y beneficiosas reformas y mejoras. En 1857 la reina Isabel II le otorgó un nuevo mando embarcado, en el navío Isabel II además de ascenderle al grado de brigadier de la Armada. Con este nuevo grado y navío realizó un viaje a Cuba.

Los puestos administrativos

En noviembre de 1857 fue designado director para la Dirección de Armamento, expediciones y Pertrechos con destino en Madrid. Al año siguiente, en un viaje oficial, acompañó al ministro de Marina y a la reina en un viaje oficial a las ciudades y puertos de Gijón, El Ferrol y La Coruña. El año siguiente, 1859, realizó un viaje similar acompañando al nuevo ministro de Marina a los departamentos marítimos de El Ferrol, Cádiz y Cartagena. En 1860 se le condecoró con la gran cruz de Isabel la Católica, siendo destinado en 1861 a ejercer la comandancia general del arsenal de la Carraca en Cádiz. Desde este puesto ascendió al de jefe de la escuadra en 1863 y vuelto a nombrar comandante en jefe del mencionado arsenal hasta marzo de 1864. Desde marzo a octubre del 1864 ocupó el máximo puesto político-militar en la marina española puesto que fue ministro de la Marina bajo el gobierno presidido por Alejandro Mon. Tras este puesto fue nombrado comandante general de la escuadra del pacífico

La campaña del Pacífico

En el pacífico fue donde tuvo su actuación más conocida ya que a la vez que comandante general de la escuadra, fue enviado como ministro plenipotenciario extraordinario al Perú para negociar la devolución a este país de las islas Chinchas a cambio de una compensación económica.

Este conflicto se inició por los sucesos derivados del denominado suceso de Talambo, ocurridos el 4 de agosto de 1863. En esta localidad peruana, influyendo quizás los recelos que provocaron en las naciones hispanoamericanas las intervenciones españolas en la República Dominicana y en México, una bandera española fue ultrajada en público. El gobierno español, tras la consolidación de la política interna, había iniciado o colaborado en una serie de operaciones internacionales de prestigio. Así la República Dominicana se puso de nuevo, de manera voluntaria, bajo la soberanía de España, quien envió también tropas expedicionarias a México, junto con británicos y franceses y también a Indochina, junto con franceses. Igualmente se envió una escuadra de visita a diversos puertos americanos. Estaba compuesta de dos fragatas y dos corbetas comandada por el general de la armada Hernández Pinzón. Ante la afrenta sufrida en Talambo, ocupó como represalia las islas productoras de guano del archipiélago de las Chinchas y el puerto de El Callao. Con estos hechos consumados, el gobierno español sustituyó a Hernández Pinzón por el almirante José Manuel Pareja, que tenía un gran reconocimiento como persona diplomática.

Pareja se trasladó hasta allí a bordo del navío Villa de Madrid y logró que se firmara, el 27 de enero de 1865 un tratado satisfactorio para ambas partes. Por este logro el gobierno español le ascendió al grado de teniente general de la Armada en el mes de abril. Sin embargo, nuevamente se produjo un hecho trágico, como fue el asesinato en un puerto peruano del cabo español Esteban Fradera, aunque el gobierno peruano reaccionó pronto y bien e inició una investigación y recompensó a la familia del fallecido Pero por otro lado, en Chile, este país había negado el abastecimiento de carbón a los barcos españoles, agriándose las relaciones entre España y Chile. El embajador español en Chile logró obtener un acuerdo, que Pareja consideró perjudicial para los intereses de España por lo que así lo comunicó al gobierno, que le concedió plena discrecionalidad para modificarlo usando los medios que considerase convenientes. Pareja abandonó el puerto peruano de El Callo y con su pequeña escuadra compuesta por las fragatas Villa de Madrid, su buque insignia, Blanca, Berenguela, Resolución y la corbeta Vencedora se dirigió hacia Chile, cuyo gobierno se negó a las pretensiones españolas. Pareja decretó entonces el bloqueo de los puertos chilenos, lo que se acompañó por la llegada de nuevas embarcaciones militares españolas. Diversas potencias europeas trataron de intermediar mediante sus embajadores, pero Pareja sostuvo una posición de dureza contra el gobierno de Chile. Sin embargo un audaz golpe de mano de la marinería chilena del barco Esmeralda, al mando de Juan Williams Rebolledo, permitió que el 26 de noviembre se apoderaran de los barcos españoles Covadonga y Vencedora con un asalto mediante botes durante el transcurso del combate de Papudo. Ante esto y las noticias que le proporcionó Casto Méndez Núñez desde El Callao sobre la práctica ruptura de relaciones entre Perú y España, José Manuel Pareja se pegó un tiro en el camarote de su barco. Previamente dejó escrita una carta a su sobrino, el alférez de navío Pedro Pastor en el que le indicaba que no le inhumaran en jurisdicción chilena. El mando de la escuadra española fue entonces asumido por Casto Méndez Núñez. El Covadonga quedó en manos de la marina de Chile, participando contra España durante la Segunda Guerra del Pacífico, en 1879.

Bibliografía

  • José Ignacio GONZÁLEZ-ALLER HIERRO: España en la mar. Una historia milenaria. Lunwerg editores. Barcelona, 1998.

Ángel BAHAMONDE y Jesús A. MARTÍNEZ: Historia de España del siglo XIX. Ediciones Cátedra, 1994.

Francisco de Paula PAVÍA: Galería biográfica de los generales de la Marina. Imprenta J. López, Madrid, 1873-1874.

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