Pajares Ogeros, Nicasio (1881-1956).

Narrador, dramaturgo y periodista gallego, nacido en el rueiro de Trabanca de Arriba (en el término municipal de Padrón, provincia de La Coruña) el 15 de diciembre de 1881, y fallecido en Madrid el 26 de abril de 1956. Algunos estudiosos de su obra, basándose en su fe de bautismo, dan como fecha de su nacimiento el día 14 de diciembre, y otros lo adelantan hasta el día 11.

Hijo de Celestino Pajares Miguens, alférez de infantería, y de Esclavitud Ogeros y Tarela, cursó sus primeros estudios en su lugar de origen, en la escuela pública de don Antonio Trasmonte. En 1896, cuando contaba catorce años de edad, se trasladó a Montevideo (Uruguay) a requerimiento de su tío Vicente Pajares Miguens, hermano de su padre, quien ejercía la comandancia en un destacamento militar uruguayo y pretendía iniciar allí a su sobrino en la carrera de las armas. Sin embargo, la falta de vocación militar que mostró enseguida el joven Nicasio aconsejó su regreso a España al año siguiente, fecha en la que también retornó al hogar familiar su padre, procedente de la guerra de Filipinas y malherido por un disparo en la cabeza.

El inmediato fallecimiento de su progenitor impulsó a Nicasio Pajares a regresar a América, para lo cual se preparó previamente en un colegio madrileño de huérfanos de militares, donde cursó estudios de contabilidad. Con esta formación de urgencia, se embarcó rumbo a Argentina y, en Buenos Aires, encontró trabajo en los grandes almacenes textiles que regentaba el galeno padronés don Gumersindo Eiriz. Pero la vocación humanística que anidaba en Nicasio Pajares desde que era niño le llevó a abandonar también este empleo, para fundar inmediatamente el diario El despertar hispano en la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe).

En 1906, de visita a su país natal, apenas había pisado el puerto de Vigo cuando fue detenido por los carabineros, quienes habían hallado entre su equipaje un libro de inequívoco sesgo anarquista. Después de haber pasado casi un mes encerrado en un calabozo de La Coruña, Pajares decidió retornar a la Argentina e instalarse definitivamente en Buenos Aires, en donde comenzó a colaborar con cierta asiduidad en los principales medios de comunicación del país austral. Así, convertido en un periodista de cierto renombre, publicó la mayor parte de sus artículos en la revista Mundo Argentino (de la que, andando el tiempo, llegaría a ser redactor jefe), y en el semanario humorístico Fray Mocho. Sin embargo, y a pesar de su asentamiento en Buenos Aires, nunca dejó de añorar el suelo hispano: visitó la Península en 1910 y en 1912, y durante los siete años restantes anduvo yendo y viniendo desde Argentina a España en numerosas ocasiones. Alrededor del año de 1914, ya plenamente adaptado a la sociedad bonaerense, Nicasio Pajares jugó en calidad de guardameta (goalkeeper) en el equipo de fútbol del River Plate.

Finalmente, en 1919 regresó al Viejo Continente para instalarse en la capital de España, donde el día 2 de septiembre de 1920 contrajo nupcias con María Escolano, de la que tuvo tres hijos: María del Carmen (nacida en 1921) y Juan Manuel y Melania, que murieron al poco de nacer. A partir de su afincamiento en Madrid, Nicasio Pajares comenzó a publicar sus colaboraciones en diferentes medios de comunicación españoles, entre los que sobresalen La Esfera, Nuevo Mundo, Mundo Gráfico y la revista España. Fue por aquellos años también cuando empezó a dejar noticia impresa de su hasta entonces latente vocación literaria, manifiesta primero en el cultivo del género dramático, después en la publicación de algunas obras de escritos misceláneos y, finalmente, en un par de novelas de ficción.

Su primera obra impresa fue un volumen en el que recogía dos piezas dramáticas escritas durante su período de emigración: la primera de ellas, titulada Honrado comercio, es un drama en tres actos, y la segunda, llamada El triunfador Castiñeiras, una comedia en un acto. Esta edición conjunta vio la luz en Madrid, en la Imprenta de Manuel Tutor, en 1922. Posteriormente apareció una reedición de ambas piezas, también en un volumen conjunto (Madrid: Editorial Marineda, 1925). Al parecer, ninguna de estas obras teatrales fue llevada a las tablas.

Entre ambas ediciones de sus piezas dramáticas, ocupó los anaqueles de las librerías su primera novela impresa, presentada bajo el título de El conquistador de los Trópicos (Madrid: Editorial Marineda, 1924). Esta obra narrativa, salida de los talleres gráficos de los Sucesores de Rivadeneyra, debió de gozar de cierta aceptación durante los años veinte, pues a finales de dicho decenio, impresa por los Sucesores de F. Peña Cruz, apareció su tercera edición (Madrid: Sociedad General Española de Librería, 1929).

Alrededor de 1926, Nicasio Pajares dio a los tórculos una peregrina recopilación de escritos de la más variada índole, agrupados bajo el título de El pensador en la selva. (La indiada, la negrada y la gringada de las repúblicas de la Plata). Ideas, impertinencias, diatribas, extravagancias y fantasías del pensador celtíbero don Fernández Sinsegundo, fallecido en América (Madrid-Buenos Aires: Librería Hispano-Argentina de Calixto P. Perlado, ¿1926?). El éxito de esta singularísima obra fue inmediato, ya que parece ser que mereció los honores de una segunda edición al poco tiempo de haber aparecido la primera (Madrid: Editorial Páez, ¿1926?).

En plena fertilidad literaria, aún no había acabado aquella década de los años veinte cuando Nicasio Pajares publicó otro volumen misceláneo, Atorrántida (Madrid: Sociedad General Española de Librería, 1929), impreso también por los Sucesores de F. Peña Cruz. Y en 1930 volvió a hacer una nueva incursión en el género de la narrativa de ficción, ahora plasmado en su obra Don Quijote y Tío Sam, una novela pseudo-histórica, con grandes dosis de ingredientes fantásticos, impresa por la Compañía General de Artes Gráficas (Madrid: Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, 1930).

Un año después, apareció la última obra que había de ver impresa Nicasio Pajares Ogeros. Se trata de la novela titulada Cómo pervirtieron a Palleiros (Madrid: Ediciones Oriente, 1931), salida de los talleres tipográficos de Argis. A partir de entonces volvió a centrar su actividad profesional en sus colaboraciones periodísticas, ocupación de la que se mantuvo hasta que la muerte vino a sorprenderle el día 26 de abril de 1956, en la Villa y Corte, en cuyo cementerio sacramental de la Almudena hallaron reposo sus restos mortales.

Bibliografía

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• VILANOVA, Alberto. Los gallegos en la Argentina (pról. de Claudio Sánchez-Albornoz) (Buenos Aires, 1966).

J. R. Fernández de Cano.

Autor

• JR.