Otero Vértiz, Gustavo Adolfo (1896-1958).
Narrador, ensayista, historiador, político y diplomático boliviano, nacido en La Paz el 8 de septiembre de 1896 en La Paz y fallecido en su ciudad natal el 1 de junio de 1958, conocido también en el mundo de las Letras por sus seudónimos de "Repórter Pérez" y "Nolo Beaz", con los que a veces firmaba. Autor de una extensa y fecunda producción humanística que sobresale tanto en el campo de la ficción narrativa como en el de la reflexión histórica y la especulación ensayística, por el conjunto de su obra y los servicios públicos prestados a su patria está considerado como una de las figuras más destacadas del panorama intelectual boliviano de la primera mitad del siglo XX.
Realizó sus estudios en el colegio Ayacucho de La Paz, donde obtuvo su título de bachiller en Humanidades en 1914. Pasó algún tiempo como periodista colaborando en periódicos nacionales como El Comercio, El Diario, El Tiempo, Hombre Librey El Diario, y también extrajeros, como El Crisol de Montevideo, La Revista del Círculo de Rosario y La Nación de Buenos Aires. Llevado de su gran creatividad, fundó el periódico El Fígaro (1915), la Revista Boliviana, La Ilustración (1921) y La Nueva Era (1923).
Entre sus ocupaciones humanísticas más notables conviene recordar su dirección del Archivo y de la Biblioteca nacionales, así como su presidencia de la Academia Boliviana de la Historia y el haber sido miembro fundador del Ateneo de la Juventud Boliviana en 1921. Como diplomático, Gustavo Adolfo Otero Vértiz fue cónsul de Bolivia en Barcelona durante los últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera y prácticamente toda la Segunda República, y posteriormente ocupó las legaciones diplomáticas de su país en Colombia (1943) y Ecuador (1951). Además, durante un breve período de tiempo (1940-1941) fue ministro de Educación del gobierno boliviano presidido por el general Enrique Peñaranda.
En su faceta de escritor, el humanista de La Paz destacó por sus acertadas incursiones en el género de la narrativa extensa, al que aportó algunas novelas tan relevantes como El honorable Poroto (1921), Cuestión de ambiente (1924) y, muy especialmente, Horizontes incendiados (1933), uno de los mejores testimonios novelescos sobre la denominada Guerra del Chaco (1932-1935), contienda que, tras enfrentar a Bolivia y Paraguay por las pretensiones bolivianas de poseer una salida al mar a través del libre acceso al río Paraguay, constituyó uno de los episodios más sangrientos de la historia contemporánea de ambas naciones (con más de ciento veinticinco mil bajas entre ambos bandos), y dio lugar a todo un subgénero narrativo dentro de la literatura boliviana del siglo XX: la "novela de la Guerra del Chaco".
El resto de la producción impresa de Gustavo Adolfo Otero Vértiz, desarrollada a través de las más variadas disciplinas del saber humanístico, le consagró como un intelectual polifacético capaz de brillar con singular maestría en géneros y materias tan diversos como la biografía (Biografías de hombres célebres de Bolivia: Abaroa, de 1926), la sociología (Figura y carácter del indio, de 1936), el ensayo (Estética de la conducta, de 1957) y la historia y crítica de la literatura (La literatura colonial y la literatura popular de Columbia; Historia de la literatura colonial).
Obras
Sus principales obras en historia y sociología son: La vida social del coloniaje (1942), Figura y carácter del indio (tres vol.: 1936, 1940), Estampas bolivianas (1926), La piedra mágica. Vida y costumbres de los indios callahuayas de Bolivia (1951), Estilo y forma de Bolivia (1951), Historia del periodismo en Bolivia (1943), El Chile que yo he visto (1922), El Perú que yo he visto (1927), El periodismo en América, esquema de su historia a través de la cultura latinoamericana: 1492-1946 (1946), Sociología del nacionalismo en Latinoamérica (1947), La cultura y el periodismo en América (1935) ,Las clases sociales en Latinoamérica (1958). En crítica literaria: Figuras de la cultura boliviana (1952). Incursionó en el campo de la narrativa con tres novelas: El honorable poroto (1921, novela política), Cuestión de ambiente (1923, sobre la influencia del medio en el individuo) y Horizontes incendiados (1933, sobre la guerra del Chaco). En lo que respecta a biografías escribió: El hombre del tiempo heroico. Estudios psicológico del Mariscal de Ayacucho (1925); Cabezas. Siluetas de políticos, literatos, diplomáticos y otros liendres de la fauna pintoresca (1921); Abaroa (1927), Don Pedro Domingo Murillo y su tiempo (1948); Hombres célebres de Bolivia (1920., en colaboración con Moisés Ascarrunz y Belisario Díaz Romero). Otras obras, ya de temática variada son:: Crestomatía boliviana (1926), Filosofículas (1926), Síntesis espiritual de la época (1934), La psicología, factor de comprensión humana (1934), El arte de conocer a los hombres: fisiognomía y tipología (1941), Elogio del libro (1958).
Véase Bolivia: Literatura.
JRF
