Oliver López, Antonio, "Antonio del Olivar" (1935-VVVV).
Matador de toros mejicano, nacido en Mérida (Yucatán) el 20 de octubre de 1935. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de "Antonio del Olivar".
No es el suyo un caso tradicional de temprana vocación taurina, ya que empezó cursando estudios de economía y finanzas; pero después se dejó arrastrar por una afición interior que le pedía orientar su carrera profesional hacia el duro oficio del toreo. Y así, cuando contaba diecisiete años de edad se embutió en su primer traje de luces, para debutar vestido de torero en la pequeña plaza azteca de Celaya.
Poco a poco, se fue forjando como novillero en las ferias de su país, hasta que, en 1955, decidió que debía venir a España si quería que su nombre pasara a los anales del Arte de Cúchares. En virtud de lo cual, el día 19 de junio de dicha temporada ya estaba anunciado en los carteles de la plaza Monumental de Las Ventas (Madrid), donde se habían apartado cinco novillos con la divisa de Prieto de la Cal, y uno perteneciente al hierro de Isaías y Tulio Vázquez, para que pusieran a prueba los adelantos de los jóvenes novilleros Luis Díaz, Manuel Zúñiga y el propio "Antonio del Olivar".
Tras haber intervenido en otras cinco novilladas en suelo hispano, el día 12 de octubre de aquella campaña de 1955 volvió a hacer el paseíllo a través de la noble y sabia arena de la plaza Monumental de Las Ventas, decidido a culminar su sueño de tomar la alternativa ante la primera afición del mundo. Venía, a la sazón, apadrinado por el espada madrileño Luis Parra de la Fuente ("Parrita"), quien, en presencia del también madrileño Alfonso Merino Garrido, que comparecía en calidad de testigo, le cedió los trastos con los que había de acometer la lidia y muerte a estoque de un morlaco marcado con el hierro de Prieto de la Cal, que atendía a la voz de Empalagoso.
Una vez doctorado en la cátedra del toreo, "Antonio del Olivar" continuó toreando en España hasta que en la temporada de 1957, cuando ya llevaba cumplidos dieciséis ajustes, se produjo el enfrentamiento entre los taurinos españoles y los mejicanos. La ruptura de relaciones -en materia taurina- entre uno y otro país le obligó a retornar a su nación, donde, espoleado por su reconocimiento en España y sólidamente sustentando por los fundamentos del oficio que aquí había aprendido, pronto se convirtió en una de las figuras cimeras del escalafón de los matadores de toros.
Con el tiempo, la menor tensión con que se vive el toreo en México le fue apartando lentamente del ejercicio activo de la profesión. Sin embargo, no hizo oficial su retirada hasta el día 25 de diciembre de 1974, fecha en la que, sin haber cumplido aún los cuarenta años de edad, se vistió de luces por última vez. Esta solemne retirada se verificó en las arenas la mencionada plaza de Celaya, frente a reses de don Alfonso Castro, y en presencia de sus compatriotas Manuel Martínez Alcira ("Manolo Martínez") y Francisco Víctor Leal López ("Curro Leal").
