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HistoriaBiografía

Olavarrieta, Juan Antonio (1763-1822).

Médico, religioso y hombre de letras español, nacido en Munguía o Lequeitio (Vizcaya) en 1763, y fallecido en Cádiz, el 28 de enero de 1822. También fue conocido como José Joaquín de Clararrosa.

Era hijo de Domingo de Clararrosa y de Ana María de Elorza, según dirá en su testamento. Estudió en el convento de Aránzazu, en donde al parecer se hizo franciscano y se ordenó de sacerdote. Navegó como capellán en barcos de la Compañía de Filipinas. En fecha indeterminada se hizo médico en Zaragoza, título que revalidó luego en los protomedicatos de Madrid y Lisboa. Después de recorrer la América española y, probablemente, Francia e Inglaterra, Olavarrieta se fijó en Lima hacia 1790, y allí publicó en 1791 el Semanario Crítico Peruano (16 números), periódico con apariencias de ortodoxo, pero defensor de la Ilustración y de la libertad. Colaboró también en el Diario de Lima, hacia 1795 y 1796. El 23 de junio de 1795 pidió permiso para publicar el Diario gaditano, literario, comercial, político y económico, permiso que le fue denegado. En marzo de 1796 quiso publicar Informe histórico del Comercio interior, y exterior de las provincias del Perú entre sí, y con nuestra Península, libro del que sólo sabemos que apareció el Prospecto en el Puerto de Santa María. Todavía se titula el autor presbítero capellán de los buques de la Compañía de Filipinas.

Por estas fechas aparece Clararrosa como párroco en Axuhitlán (Valladolid de Michoacán). Allí publicó o quiso publicar un folleto titulado El hombre y el bruto, que le valió ser condenado por la Inquisición novohispana en un convento. El contenido de El hombre y el bruto es completamente materialista. Según Alexander von Humboldt, el auto de fe tuvo lugar en 1803, después de una carta de Clararrosa a Napoleón en la que le acusaba de haber restablecido el catolicismo y el fraude (alusión al concordato de 1802). Pero el recluido se las ingenió para huir, y, en 1803, ya con el nuevo nombre de José Joaquín de Clararrosa, apareció en Portugal y ejerció de médico en Lisboa, Faro y Vila-Real de Santo António.

En Lisboa, hacia 1803, se casó con Maximiana Candía de Pesol, portuguesa al parecer. Entre 1815 y 1816 fue acusado de aventurero español, de intruso y de curandero; pero Clararrosa sabía defenderse bien. Durante este tiempo su relación con España se redujo al intento de introducir en el país el "agua de Inglaterra", febrífugo inventado por el Dr. Jacob de Castro Sarmento y del que Clararrosa pretendía se instalase una fábrica en España (1818-1819), idea finalmente desechada. Constan sus malas relaciones con el cónsul Pascual Tenorio y Moscoso. Con la revolución de 1820, Clararrosa se instaló en Cádiz y empezó a publicar inmediatamente el Diario Gaditano, desde el 15 de septiembre de 1820 hasta su muerte -de hecho, el Diario le sobrevivió-. Se trata de uno de los órganos más importantes de la revolución española. Allí publicó "Denys en Corinto. Cuadro histórico que el redactor de este diario ofrece al emperador de Rusia en reconocimiento de las notas con que S. M. I. honró a los españoles, interesándose más de lo que conviene en su felicidad" y "Copia de la representación que ha dirigido el ciudadano ... al jefe político, sobre la pastoral publicada el día primero del corriente" (noviembre, 1820; se refiere a la pastoral de Francisco Javier González Cienfuegos y Jovellanos).

Pero también sus publicaciones tuvieron vida aparte. Catecismo constitucional o breve compendio de la Constitución de la Monarquía española, acomodado a la comprensión de los niños que frecuentan las aulas de primeras letras, utilísimo sobre todo para las clases iliteratas de la Nación (1820) da muestra de su preocupación cívico-religiosa. Su postura religiosa secularizadora y tolerante, con total extinción de los frailes, aparece expuesta sobre todo en Teoría para la organización de una concordata que la Nación española puede celebrar con S.S. para la reforma del clero (1820), folleto que levantó gran polémica. Muestra de ella es la Tentativa analítica. En respuesta a la Impugnación de la teoría de la concordata (1820), La concordata en triunfo sobre autoridades de SS. Padres, cánones de Concilios, doctrina de los teólogos más doctos y ortodoxos de la Cristiandad y sobre la práctica de la primitiva Iglesia (1820), Juicio imparcial, crítico y discutido sobre errores políticos, canónicos, civiles y religiosos contenidos en la representación intitulada Observación respetuosa que el Escmo. y Reverendísimo Padre General de Capuchinos dirigió a S.M. y a las Cortes acerca del dictamen de la Comisión sobre la reducción y reforma de los regulares mendicantes (1820), Manifiesto ... sobre la pastoral que S.S.I. mandó publicar a 1 de Noviembre en todas las parroquias de esta capital (1820), Reflexiones políticas (1820), Viaje al mundo subterráneo y secretos del Tribunal de la Inquisición, revelados a los españoles (1820).

El higienista está presente en Balneología médica, teórico-práctica o arte de aplicar los baños a beneficio de la salud pública (1821), y el volteriano en Diccionario tragalológico o Biblioteca portátil de todo lo tragable por orden alfabeto (1821). Al final del movimiento gaditano de resistencia cívica, Clararrosa publicó en el Diario gaditano el artículo "Reflexiones oportunas para ocurrencias posibles" (4 de enero de 1822), en el que invitaba a seguir la resistencia "y que paguen los ricos", artículo que le llevó a la cárcel el 8 de enero de 1822, de la que salió el 25, sólo para morir. Dejó un testamento, fechado en Cádiz a 27 de enero de 1822, que ha sido publicado por Ravina. Póstumo apareció su libro Cartas familiares del Ciudadano ... a Madama Leocadia, Gibraltar (pero Cádiz), 1822; es un libro materialista y sensualista, que representa la incorporación a España de las corrientes spinozistas, especialmente al llamado spinozismo vulgar, en el que no falta ni siquiera una versión del De Tribus Impostoribus. Clararrosa representa así un valor extraordinariamente original de la revolución española. (Aparte de las obras citadas, se le atribuyeron también las Cartas a Eugenia, que son en realidad de D'Holbach; y la Biblioteca de Religión, IX (1827), siempre muy enterada, cita como suyo El luto de Nueva España).

Bibliografía.

  • GIL NOVALES, Alberto: Las Sociedades patrióticas. Madrid: Tecnos, 1975.

  • ---: Del Antiguo al Nuevo régimen en España, Caracas, 1986.

  • HUMBOLDT, Alexander von: Lateinamerika am Voabend der Unabhangigheitsrevolution, Berlín, 1982.

A. GIL NOVALES.

Autor

  • Gil Novales.