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DeportesBiografía

Nurmi, Paavo (1897-1973).

Atleta finlandés, nacido en la ciudad de Åbo (actual Turku), a unos 120 km al oeste de Helsinki, el 3 de junio de 1897, y muerto en Helsinki el 2 de octubre de 1973, más conocido en las pistas como "El finlandés volador". Miembro de una humilde familia, su infancia transcurrió en una pequeña cabaña de los bosques, donde se vio obligado a llevar una dieta basada en verduras y pescado seco, lo que unido a los fríos inviernos finlandeses, fue clave para dotar a este hombre de una resistencia sobrehumana.

Su debut olímpico tuvo lugar en Amberes, en la prueba de 5.000 metros, cuyo récord ostentaba desde hacía ocho años su compatriota Hannes Kolehmainen, y si bien le fue imposible adjudicarse esta prueba, no ocurrió lo mismo en los 10.000 metros, donde se impuso con toda facilidad, lo que significó el primero de la dilatada colección de oros que jalonan su trayectoria. El segundo llegaría en las pruebas individuales (el cross de ocho kilómetros) y en el campeonato por equipos de campo a través.

Con veintisiete años, le esperaba París para su segunda cita olímpica. Allí, dispuesto a continuar la tradición de los finlandeses que había iniciado el héroe de su niñez, Kolehmainen, condujo a su país a la victoria por equipos en el cross y ganó otras cuatro medallas de oro en los 3.000 metros por equipos y el cross individual (pruebas que ya no se celebran), los 1.500 y los 5.000 metros, carreras que disputó en un mismo día y con sólo una hora de descanso entre ambas, lo que no era pequeña proeza, y más si se tiene en cuenta que aquél fue uno de los días más calurosos en la historia de París, algo que no pareció afectarle lo más mínimo. De hecho, las asfixiantes temperaturas causaron tal cantidad de colapsos y desmayos entre público y atletas, que el COI decidió suspender para siempre la prueba campo a través individual de los Juegos Olímpicos. En total, obtuvo cinco medallas de oro y hubiese ganado una sexta, pero el comité finlandés estimó que era demasiado para el atleta y no le permitió participar en los 10.000, prueba que se adjudicó su compatriota Ritola con un nuevo récord mundial.

La técnica de Nurmi se basaba en el mantenimiento de una zancada regular. Como dato anecdótico, hay que citar que en aquellos tiempos en que no se daban los resultados al final de cada vuelta, él llevaba su propio cronómetro en la mano izquierda, lo que le permitía saber sus tiempos siempre, e imponer su propio ritmo a la carrera.

En 1925 pasó cinco meses en los Estados Unidos, durante los cuales ganó todas las carreras en las que participó, lo que le sirvió como entrenamiento para su tercera Olimpiada, Amsterdam 28, en las que conquistó el oro en los 10.000 metros y la plata en los 5.000 y 3.000 metros, de nuevo compitiendo contra Ritola. No pudo competir en Los Ángeles 32, acusado por la Federación de haber percibido dinero durante su estancia en Norteamérica, lo que le hacía perder su estatus de amateur.

En 1952, cuando los Juegos se celebraron en su país, el Comite Olímpico Internacional, le exoneró de toda culpa. Él fue quien entró en el Estadio Olímpico de la capital finlandesa portando la antorcha olímpica para encender, entre vítores atronadores y aplausos, el pebetero con el fuego simbólico. El estadio en pleno se estremeció cuando el héroe apareció en la pista, con menos pelo, pero con su buena forma física habitual.

A su retirada, Nurmi contaba en su palmarés con doce medallas olímpicas, nueve de ellas de oro y tres de plata; además, había acumulado un total de treinta y un records -marca todavía no igualada-, entre 1929 y 1932, y ostenta el máximo récord de medallas de oro -cinco- conseguidas en atletismo en unos mismos Juegos, en 1924.

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  • lu