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MitologíaFilologíaLingüísticaHistoriaBiografía

Nöel, Jean Françoise Michel (1755-1841).

Compilador y humanista francés, nacido en 1755 y muerto en 1841. Hijo de un modesto comerciante de Saint-Germain en Laye, pudo, excepcionalmente, ingresar en el Colegio de Luis el Grande de París, donde fue condiscípulo de uno de los más preclaros líderes de la Revolución Francesa, el incorruptible Robespierre. Nöel, merced a su longeva existencia, vivió regímenes tan variopintos como el reinado de Luis XV, la Revolución Francesa, el período napoleónico, la Restauración, la Segunda Revolución de 1830 y el reinado de Luis Felipe de Orleáns. Asimismo, conoció etapas culturales tan variadas como la Ilustración, el Neoclasicismo, el estilo Imperio, el Prerromanticismo y el Romanticismo. Su gran capacidad de asimilación le permitió extraer lo mejor de cada una de estas etapas, labrándose así una vasta cultura ecléctica que le convirtió en uno de los hombres más sabios de su tiempo.

La humildad de su cuna le obligó a elegir la carrera eclesiástica, única vía de acceso a la cultura que quedaba abierta en las familias modestas. Pero su escasa vocación le movió a abandonar los latines eclesiásticos tras haber recibido las Órdenes Menores. Volcado, entonces, a la enseñanza y la erudición, pronto dio a los tórculos sus primeros escritos, en los que ya hacía acopio de ese bagaje enciclopédico -recopilador de hechos y memorias enfocados desde un prisma irónico y volteriano- que estaría presente a lo largo de toda su obra. Se trata de los Elogios de Gresset (1786), de Luis XII (1788) y de Vauban (1788).

En 1789, aun mostrándose partidario del talante revolucionario que animaba al pueblo de París, supo mantenerse al margen de las inquinas entre jacobinos y girondinos, lo que le valió ser nombrado, en 1792, Comisario del Ministerio de Relaciones Exteriores. Durante dos años, en el ejercicio de este cargo, desempeñó misiones diplomáticas en Londres, La Haya, Venecia y Holanda, al tiempo que se ponía a salvo de los ajustes de cuentas que arruinaron definitivamente el proceso revolucionario. Así, consagrado a sus investigaciones históricas, en 1793 publicó Nuevo Siglo de Luis XIV, obra a la que siguieron sus Efemérides políticas, literarias y religiosas (1796-1797) y su excelso Diccionario de Mitología Universal (1801), pieza de obligada consulta para cualquier mitólogo posterior.

Alejado de los centros de poder, nadie se molestó en obstaculizar su carrera en la administración pública. Fue nombrado Comisario General en Lyon, Prefecto del Alto Rin e Inspector General de Instrucción Pública. Este último cargo le volcó de lleno en la materia pedagógica, a la que surtió de obras tan importantes como sus diccionarios bilingües (latín-francés / francés-latín) y sus gramáticas de lenguas muertas (latín y griego) y modernas (francés, inglés, italiano y alemán).

Otras obras suyas de especial interés son Gradus ad Parnassum, Diccionario de la fábula, Lecciones de literatura y sus traducciones de la poesía de Cayo Valerio Catulo.

Autor

  • JR.