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LiteraturaBiografía

Nodier, Charles (1780-1844).

Poeta, narrador, dramaturgo, ensayista y lexicógrafo francés, nacido en Besançon (en el departamento de Doubs) el 29 de abril de 1780 y fallecido en París el 27 de enero de 1844. Figura destacada del Romanticismo, cultivó con singular acierto la literatura fantástica, a la que aportó el gusto por la exploración de situaciones ambiguas y dramáticas, y fue uno de los principales animadores de la vida cultural de su tiempo. Al margen de su interesante producción narrativa, se le recuerda por su brillante labor al frente del salón literario que regentó en la Biblioteca del Arsenal, punto de encuentro entre los principales escritores románticos franceses de la primera mitad del siglo XIX.

Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, donde, a los dieciséis años de edad (1796), fundó la "sociedad secreta" de los Philadelphes, en la que se integraron algunos de sus compañeros de la Escuela Central del Departamento de Doubs. Su viva curiosidad intelectual -además de escritor, fue gramático, bibliófilo, entomólogo, periodista y crítico literario- le llevó a implicarse con entusiasmo en todo lo que pasaba a su alrededor, incluida la enrarecida política de su tiempo. Tras el golpe de estado del 18 de brumario de 1799, que llevó al poder a Napoleón Bonaparte (1769-1821), manifestó su descontento ante el fracaso de la Revolución por medio de una violenta oda que, difundida bajo el elocuente título de "La Napolèone", provocó su arresto y encarcelamiento en el presidio de Sainte-Pélagie, del que salió para ser enviado a otras prisiones durante varios meses.

Una vez recobrada la libertad, abandonó su Besançon natal y se instaló en París (1800), con el firme propósito de consagrarse a la creación literaria. Así las cosas, a comienzos del siglo XIX dio a la imprenta su primera novela, Les proscrits (Los proscritos, 1802), en la que, inspirado por sus estudios filológicos, hizo públicas sus primeras reivindicaciones literarias, todavía ligadas a la estética clasicista que había dominado en la centuria pasada. Un año después, su afición a los estudios esotéricos y a las sociedades secretas, sumada a su arrojada pero imprudente militancia en las filas de la causa anti-napoleónica, dio pie a que sus enemigos le acusaran de estar preparando un complot contra el gobierno de Bonaparte, por lo que volvió a ser detenido y sujeto a reclusión. Liberado durante una revuelta del campesinado, huyó precipitadamente de París y se refugió en las montañas de la cordillera del Jura, en donde permaneció escondido durante algún tiempo hasta que consideró que su significación política ya se había olvidado.

De nuevo en París, reanudó su actividad literaria y publicó la novela Le peintre de Salzbourg (El pintor de Salzburgo, 1803) -claramente influida por Las penas del joven Werther (1774), del alemán Goethe (1749-1832), como fácilmente se desprende de su subtítulo: Journal des émotions d'un c?ur souffrant (Diario de las emociones de un corazón que sufre)-, así como la narración breve Le dernier chapitre de mon roman (El último capítulo de mi novela, 1803) -en la que se hacían patentes las huellas de esa literatura libertina que había tenido tanta aceptación en la Francia del Siglo de las Luces-. Cada vez más integrado en la vida intelectual y artística parisina, en 1814 alcanzó el puesto de redactor en el Journal des Débats, donde se hizo notar por la agudeza de sus críticas literarias, que poco a poco fueron poniendo de relieve su imparable evolución hacia el emergente espíritu romántico. Sin embargo, esta clara orientación hacia el cultivo de la creación literaria no le llevó a perder su interés por la vida política, en la que continuaba implicado cuando se instauró el denominado Imperio de los Cien Días (desde el 2 de marzo hasta el 22 de junio de 1815); durante esta fugaz reaparición de Napoleón en París, de nuevo al frente del destino de Francia, Charles Nodier se mantuvo alejado de la capital francesa.

Hacia finales de la segunda década del siglo XIX, su adscripción al Romanticismo quedó bien patente en su novela titulada Jean Sbogar (1818), escrita bajo la influencia de otra obra alemana -el drama Los bandidos (1781), de Schiller (1759-1805)- y plagada de ideas libertarias. Pero su definitiva consagración como uno de los grandes valedores de la nueva estética romántica vino de la mano de su novela Smarra ou les démons de la nuit (Smarra o los demonios de la noche, 1821), un original repertorio de elementos fúnebres y macabros cuya principal originalidad estribaba en la presentación de las sensaciones oníricas como fuente de conocimiento. Un año después, abundando en su concepción de los sueños como elementos correctores de la falsa realidad conocida durante la vigilia, publicó una interesante narración breve, Trilby ou le lutin d'Argail (Trilby o el duende de Argil, 1822), que confirmaba plenamente su interés, dentro de los postulados estéticos defendidos por los primeros románticos, por la literatura esotérica y fantástica.

En 1824, coincidiendo con la elevación al trono de Francia del último monarca de la Casa de Borbón, Carlos X (1757-1836), Charles Nodier, que había saludado con entusiasmo su reinado, fue nombrado bibliotecario del conde de Artois. Al frente de la rica y variada biblioteca del Arsenal, el escritor de Besançon desarrolló una intensa labor de promoción cultural que acabó convirtiendo su salón literario en el principal punto de encuentro y centro de actividad de los autores románticos franceses. Este período boyante en su trayectoria social, intelectual y creativa -refrendado por la publicación de algunas obras tan dignas de elogio como su Dictionnaire universel de la langue française (Diccionario universal de la lengua francesa, 1824), su estudio filológico Bibliothèque sacrée grecque-latine de Moïse à saint Thomas d'Aquin (Biblioteca sacra greco-latina, desde Moisés hasta Santo Tomás de Aquino, 1826), su recopilación de versos originales Poésies diverses (Poesías diversas, 1827) y su drama Faust (Fausto, 1828)- se vio interrumpido, a comienzos de la década de los años treinta, por la aparición de una serie de graves alteraciones psíquicas originadas por su carácter inestable y depresivo, y acentuadas por las dificultades económicas y los fracasos amorosos que, en los últimos tiempos, se habían cebado en él. En su colección de textos ensayísticos reunidos bajo el título de Rêveries littéraires, morales et fantastiques (Ensueños literarios, morales y fantásticos, 1832) se aprecia con nitidez la amargura y el pesimismo que se habían apoderado de su persona, gobernada por aquellos años por un sombrío espíritu visionario que sólo intuía ciertas vías de escape hacia la salvación en las fabulaciones fantásticas urdidas por su poderoso aliento imaginativo.

En medio de estas crisis nerviosas, Charles Nodier continuó, empero, produciendo una vasta obra de creación, estudio y reflexión que, alimentada por su amplitud de conocimientos, le convirtió en uno de los más ilustres polígrafos de su tiempo. Entre sus últimas aportaciones a la literatura fantástica, cabe recordar algunas narraciones tan relevantes dentro de dicho género como La fée aux miettes (El hada de las migajas, 1832), Inés de las Sierras (1837) y La neuvaine de la Chandeleur (La novela de la Candelaria, 1838).

Otras obras suyas no citadas en parágrafos anteriores son las tituladas Dissertation sur l'usage des antennes dans les insectes (1798), Pensées de Shakespeare extraites de ses ouvrages (1800), Bibliographie entomologique, ou catalogue des ouvrages relatifs aux insectes (1801), Prophétie contre Albion (1804), Les essais d'un jeune barde (1804), Les Tristes, ou mélanges tirés des tablettes d'un suicidé (1806), Apothéoses et imprécations de Pythagore (1807), Stella ou les proscrits, suivi d'autres nouvelles (1808), Questions de littérature légale (1811), La Napoléone (1814), Histoire des sociétés secrètes dans l'armée (1815), Napoléon et ses constitutions (1815), Le vingt et un janvier (1816), Thérèse Aubert (1819), Adèle (1820), Lord Rutheven, ou les vampires (1820), Le vampire (melodrama, 1820), Mélanges de littérature et de critique (1820), Voyages pittoresques et romantiques dans l'ancienne France (1820), Romans, nouvelles et mélanges (1820), Bertram, ou le château de Saint-Aldobrand (tragedia, 1821), Promenade de Dieppe aux montagnes d'Écosse (1821), Le Délateur (drama, 1821), Bertram (comedia, 1821), Essai sur le gaz hydrogène et les divers modes d'éclairage artificiel (1823), Mélanges tirés d'une petite bibliothèque (1829), Histoire du roi de Bohême et de ses sept châteaux (1830), Souvenirs, épisodes et portraits pour servir à l'histoire de la Révolution et de l'empire (1831), Mademoiselle de Marsan (1832), Souvenirs de jeunesse (1832), Le dernier banquet des Girondins (1833), Souvenirs et portraits (1833-1835), La Péninsule, tableau pittoresque (1835), Contes en prose et en vers (1835), La Saône et ses bords (1835-1836), La Seine et ses bords (18356-1837), Veillées de famille (18356-1837), Paris historique (1837-1840), Les quatre talismans et la légende de s?ur Béatrix (1838), Souvenirs et portraits de la Révolution (1841), Nouvelles, vieilles et nouvelles (1842), Description d'une jolie collection de livres (1843), Trésor des fèves et fleur des pois (1844), Le génie Bonhomme (1844), Le chien de Brisquet (1844), Journal de l'expédition des portes de fer (1844) y Franciscus Columna (1844).

Mención aparte merece la obra lingüística de Charles Nodier, centrada fundamentalmente en trabajos lexicográficos. Entre ellos, conviene citar los titulados Dictionnaire raisonné des onomatopées françaises (1808), Archéologie ou système universel des langues (1810), Dictionnaire de la langue écrite (1813), Dictionnaire universel de la langue française (1824), Examen critique des dictionnaires (1828) y Notions élémentaires de linguistique (1834). A pesar de que en su juventud se mostró muy crítico con la Académie Française, en su etapa de madurez se presentó en varias ocasiones al selecto club de los "Inmortales", en el que fue rechazado en diversas votaciones hasta que, finalmente, resultó elegido en la celebrada el 24 de octubre de 1833. Recibido por Jouy (1769-1846) el 26 de diciembre de 1834, trabajó arduamente en la Comisión del Diccionario y fue uno de los principales valedores de la incorporación de Victor Hugo (1802-1885) y Alejandro Dumas (1802-1870). A su muerte, su vacante fue ocupada por Prosper Merimée (1803-1870).

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.