A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaBiografía

Niqmadu II, Rey de Ugarit (ca. 1370-1335 a.C.).

(Nqmd o Niq-ma-IM o Niq-ma-Addu) Rey de Ugarit (actual Ras Shamra), hijo y sucesor de Ammistamru I, quien hubo de gobernar la primera parte de su reinado bajo la dependencia más o menos efectiva de Egipto, controlado entonces por Amenofis III y Akhenatón. Incluso llegó a tener una esposa egipcia, según se deduce de un vaso (Vaso egipcio de Niqmadu) en el que además del texto jeroglífico se le representa con tal esposa. Algunos especialistas la identifican con la reina Shar-el-li o Shryl, citada en diferentes textos cuneiformes.

A los pocos años de su reinado, el palacio real de Ugarit sufrió un incendio que lo redujo prácticamente a la nada. Niqmadu II logró en pocos años la reconstrucción y adecuación del mismo, trabajos que fueron elogiados en toda la región sirio-palestina, según se sabe por la documentación llegada. Los archivos reales han permitido conocer algunos aspectos de la política exterior de este rey, centrada en una serie de tratados y pactos que le permitieron la supervivencia de Ugarit como reino. En 1351 a.C. firmó un tratado con el rey Aziru de Amurru; aunque fue pactado bajo aparentes condiciones paritarias, de hecho Niqmadu II se había visto obligado a entregar una enorme suma (5.000 siclos de plata) a cambio de recibir una teórica protección militar de Amurru contra enemigos tanto interiores como exteriores. Pactó igualmente con el rey hitita Suppiluliumas I, quien, aprovechando su expedición contra Tushratta de Mitanni (Primera Guerra Siria), logró el apoyo de varios reinos, entre ellos los de Amurru y Ugarit; con este último firmó un tratado de vasallaje político-económico (tributos, delimitación de fronteras), totalmente desventajoso para Niqmadu II. Con este acuerdo, Ugarit, además de controlar el reino vasallo de Siyannu-Ushnatu, quedaba protegido de un teórico ataque por parte de la coalición de estados formada por Mukish —gobernada por Itur-Addu—, Nukhashshe —en manos de Addu-Nirari— y Niya —controlada por Aki-Teshup. Por otra parte, Niqmadu II firmó otro tratado con el hijo de Suppiluliumas I, llamado Pijassilis (conocido también como Sharri-Kushukh), quien había sido dejado como rey en Karkemish. Este tratado tenía como finalidad oponerse al rey Tette de Nukhashshe, el cual acabaría alzándose en armas contra Ugarit. No obstante, Niqmadu II, alejado definitivamente de la influencia egipcia, pudo mantenerse como rey con el apoyo hitita, pero siempre a cambio del pago de tributos y dones adicionales. Esta política de sumisión libró a Niqmadu II de ser absorbido por Amurru y de poder tener a raya a los reinos de Nukhashshe y de Mukish.

Durante su reinado florecieron la cultura y el arte: se compusieron y copiaron importantes mitos ugaríticos y se reconstruyó el palacio real, destruido por un incendio. A la muerte de Niqmadu II el trono pasó a su hijo Ar-Khalba, que reinó durante cinco años.

Autor

  • Federico Lara Peinado.