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PolíticaBiografía

Netanyahu, Benjamin (1949-VVVV)

Político israelí, nacido en 1949. primer ministro entre 1996 y 1999, dirigente de la coalición derechista Likud y diputado del Parlamento israelí.

Fue educado en Estados Unidos donde residió durante 20 años y realizó sus estudios en el Instituto Tecnológico de Massachussetts, donde se diplomó cum laude.

Experto en terrorismo y miembro de la unidad militar de élite Sairet Matcal, en el verano de 1976 decidió consagrar su vida a combatir esta lacra internacional, después de que su hermano Johnatan fuera abatido en el aeropuerto de Uganda cuando participaba en la Operación Entebbe; misión de rescate de rehenes retenidos por Idi Amin. Ese mismo año comenzó a presidir el Instituto Johnatan sobre Terrorismo.

Coronel en la reserva de la Infantería de Marina, irrumpió en la vida pública en 1982 al asumir el cargo de vice-embajador de su país en Estados Unidos. Cuando contaba 35 años y gracias a la mediación de Moisés Arens, gran amigo de su padre, el primer ministro Shamir le nombró representante Israel ante la ONU entre 1984 y 1988.

El propio Arens había conseguido que Netanyahu ingresara en la coalición derechista Likud y posteriormente facilitó su nombramiento como viceministro de Exteriores cuando en 1989 la formación de Shamir recuperó el poder. En 1991 estalló la guerra del Golfo y Netanyahu se convirtió en una figura habitual de los informativos de las televisiones internacionales enviando mensajes de moderación a su país después de que Irak lanzara siete misiles contra las ciudades de Tel Aviv y Jaifa.

Posteriormente encabezó la delegación israelí que se trasladó a Madrid para participar en la Conferencia Multilateral de Paz para Oriente Medio que se celebró el 30 de octubre de 1991, donde se convirtió en el político de mayor nivel después de Shamir. En sus intervenciones, defendió la idea de no hacer concesiones a Siria sobre los Altos del Golán.

El 1 de marzo de 1992 fue elegido para ocupar la tercera posición en la lista electoral el Likud que encabezó Isaac Shamir para los comicios parlamentarios que tendrían lugar el 23 de junio. Celebradas las elecciones, la coalición de Shamir sufrió un aparatosa derrota ante Isaac Rabiny, después del fracaso, la cúpula del Likud se planteó la sustitución del anciano Shamir por un político más joven. Había llegado el momento de Netanyahu para convertirse en líder de su formación. Considerado como el político más pragmático de la derecha israelí, consolidó su posición en el partido al lograr el 52,1% de los votos en las elecciones primarias. Tras ganar el control del Likud, el líder derechista intentó arrebatar el poder al laborista Rabin, impotente para superar la crisis de su coalición de Gobierno. Además, Netanyahu encaminó sus objetivos a boicotear las propuestas de Rabin de hacer concesiones a sirios y palestinos en un momento en el que los sondeos vaticinaban la victoria del Likud en la elecciones de 1996.

En enero de 1995 se desencadenó una crisis interna en el la formación conservadora que auguraba una futura e inminente escisión. La propuesta de Netanyahu de cambiar el sistema de elecciones internas del partido para escoger a los candidatos electorales del bloque conservador fue rechazada por el antiguo ministro de Asuntos Exteriores, David Levy, quien temía la marginación de su sector en la toma de decisiones. Reunido el Comité del Partido el 5 de junio de 1995, Netanyahu obtuvo el 69% de los votos a favor de su propuesta lo que provocó la salida de Levy del Likud, tras 30 años de militancia.

El 29 de mayo de 1996 se celebraron elecciones legislativas en Israel para elegir al primer ministro en las que hasta el final, el laborista Peres y el conservador Netanyahu, se mantuvieron muy igualados. Finalmente la victoria fue para Netanyahu con el 50,4% de los votos, superando al líder laborista por sólo 30.000 sufragios.

El 18 de junio juró su cargo como nuevo primer ministro israelí con el apoyo de 62 de los 120 diputados de la Cámara. Además, asumió además las carteras de Religiones y Vivienda. Pero sólo tres años después, en las elecciones del 17 de mayo de 1999, Netanyahu cosechó una estrepitosa derrota que no sólo le impidió continuar en las laborar de Gobierno sino que le obligó a tomar la decisión de retirarse de la presidencia del Likud y apartarse de la política. Incluso abandonó tempralmente el país y fue sustituido como primer ministro de Israel por el laborista Ehud Barak.

Cuando en noviembre de 2000 se precipitaba la caída del gobierno de Barak y la convocatoria de elecciones anticipadas, Netanyahu regresó a Israel dispuesto a retomar su carrera política hacia el poder, a pesar de que su partido, el Likud, ya contaba con la candidatura oficial de Ariel Sharon. Todos los sondeos daban como favorito al ex primer ministro pero la inesperada dimisión de Barak, anunciada el 9 de diciembre, complicó las pretensiones de Netanyahu. La legislación electoral israelí permitía desde 1996 elegir primer ministro y diputados en elecciones independientes y la dimisión del líder laborista obligaba a convocar a los ciudadanos a las urnas para elegir jefe de gobierno pero no parlamentarios. Además, la ley exigía ser diputado para optar a la candidatura de primer ministro y Netanyahu no era miembro de la Cámara desde que, en mayo de 1999, abandonó el Parlamento y la presidencia de su partido tras su derrota electoral.

Sin embargo, el ex primer ministro no abandonó su empeño por alcanzar nuevamente el Gobierno de Israel y, después de autoproclamarse candidato, pidió al Parlamento que eliminara la exigencia de poseer el acta de diputado para aspirar al cargo, disolviera la Cámara y convocara el adelanto electoral. El 13 de diciembre de 2000, los diputados votaron mayoritariamente una ley especial que permitía a Netanyahu presentar su candidatura a la elección de primer ministro pero los ultraortodoxos del partido Shas bloquearon la disolución del Parlamento y la convocatoria de comicios generales, contrariando los deseos del líder del Likud que amenazó con retirar su candidatura. De resultar elegido primer ministro, Netanyahu no estaba dispuesto a gobernar con el mismo Parlamento inestable que había conseguido debilitar al Ejecutivo de Barak. Finalmente, optó por ceder el protagonismo del partido conservador al candidato oficial Ariel Sharon a quien ofreció su apoyo para derrotar al gobierno laborista de Barak. Cumpliendo las previsiones de los sondeos que vaticinaron una amplia victoria del Likud en las elecciones del 6 de febrero de 2001, Sharon consiguió un cómodo triunfo en los comicios con más del 65% de los votos.

Pero el nuevo Gobierno de unidad nacional de Sharon, en el que ingresaron los laboristas y otras fuerzas minoritarias, no logró concluir su mandato. La dimisión en bloque de los ministros laboristas forzó su caída en octubre de 2002, momento en el que, además, dos viejos rivales, Sharon y Netanyahu, dirimían en el seno del Likud una nueva batalla interna por el liderezgo del partido. Para acabar con las rivalidades, Sharon pidió a Netanyahu que retirara su candidatura a las primarias del Likud y, a cambio, le ofreció la cartera de Exteriores en el nuevo Gabinete y el segundo puesto en las listas electorales del partido para las próximas elecciones con el compromiso de cederle la jefatura del Gobierno, una vez cumplida la mitad de la legislatura. Netanyahu aceptó la oferta pero exigió la convocatoria de elecciones anticipadas y el 6 de noviembre juró el cargo como nuevo jefe de la diplomacia israelí. No retiró su candidatura a las elecciones primarias del partido pero, finalmente, la mayoría militante del Likud brindó su apoyo al primer ministro Sharon.

Aunque durante su etapa como primer ministro mantuvo una relación fluida con Arafat, con quien suscribió los acuerdos de Wye en octubre de 1998, y logró reducir al máximo los episodios de violencia con la cooperación de los servicios de seguridad de la ANP, tras el estallido de la Intifada, Netanyahu se convirtió en uno de los adalides de la deportación del líder palestino y en el principal impulsor de la corriente que, en el seno del Likud, manifestaba una rotunda oposición a la creación de un Estado palestino independiente.
La victoria incontestable de los conservadores frente a los laboristas en las elecciones generales del 28 de enero de 2003 fortalecieron la posición política de Sharon; circunstancia que sirvió en bandeja el estallido de una nueva lucha de clanes en el Likud cuando el primer ministro anunció la sustitución de Netanyahu como jefe de la diplomacia israelí. Finalmente, Netanyahu aceptó la cartera de Economía en el nuevo Ejecutivo. La rivalidad entre los halcones de la derecha israelí se mantuvo en cotas de altísima actividad en los meses sucesivos y mostró indicios de ruptura total en el otoño de 2004 cuando Sharon logró el apoyo parlamentario para poner en marcha la retirada escalonada de los asentamientos judíos en Gaza; plan sobre el que Netanyahu había manifestado una opinión radicalmente opuesta. El pulso político concluyó de forma definitiva el 7 de agosto de 2005 con el anuncio de dimisión de Netanyahu como ministro de Finanzas del Gobierno israelí.

La renuncia del veterano político reforzó las posiciones del movimiento radical colono que, de inmediato, intensificó sus llamamientos a la movilización para torpedear la retirada de la franja de Gaza. Pese a estas iniciativas, el llamado "Plan de desconexión" ideado por Sharon se ejecutó en los plazos previstos y, a mediados del mes de agosto, más de 10.000 colonos habían abandonado los asentamientos en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. Pocos días después, Netanyahu anunció su intención de disputar a Sharon la presidencia del Likud en las elecciones primarias previstas para finales de septiembre. Perdió el pulso por apenas un centenar de votos pero, lejos de tirar la toalla, el nuevo líder del sector involucionista del partido anunció que volvería a enfrentarse a Sharon siete meses más tarde cuando, en abril de 2006, el Likud celebrara de nuevo elecciones internas para designar al responsable de la organización y al candidato a la jefatura del Ejecutivo israelí.

La lucha intestina entre los grandes halcones del partido no llegó a producirse porque el 21 de noviembre de 2005 Ariel Sharon desató un terremoto político en el país con el anuncio de su renuncia a las filas del Likud, para formar un nuevo partido político orientado al electorado de centro-derecha y que fue bautizado con el nombre de Kadima [Adelante]. Netanyahu encontró entonces el camino allanado para erigirse en nuevo líder del Likud pero su triunfo en las primarias, celebradas antes de concluir el año, quedó ensombrecido por una escasa participación que dejó en evidencia la debilidad manifiesta del partido tras el abandono de Sharon y sus seguidores. El infarto cerebral que apartó a Sharon del poder en los primeros días de enero de 2006, complicó aún más el escenario político israelí a escasos meses de las elecciones. Netanyahu forzó entonces la dimisión de los cuatro ministros de su partido que aún permanecían en el Ejecutivo, ahora comandado en funciones por el viceprimer ministro, Ehud Olmert.

Los resultados de las legislativas de marzo confirmaron los pronósticos. Kadima logró la victoria y el Likud sufrió un severo varapalo que redujo a 11 escaños su representación en el Parlamento y relegó su posición en la Cámara al quinto puesto, por detrás de Kadima, el Partido Laborista, los ultraortodoxos de Shas y la extrema derecha del grupo Israel Nuestra Casa.

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo