Múzquiz y Aldunate, Rafael de (1747-1821): Un arzobispo defensor del absolutismo y la fe en tiempos de convulsión

Rafael de Múzquiz y Aldunate, nacido el 20 de octubre de 1747 en Viana (Navarra), fue un destacado religioso español que jugó un papel crucial en la historia eclesiástica y política de su tiempo. Su vida estuvo marcada por su lealtad al rey y a la Iglesia, especialmente durante los períodos de crisis que España vivió en los siglos XVIII y XIX. A lo largo de su vida, Múzquiz y Aldunate desempeñó diversas funciones dentro de la administración eclesiástica, destacándose por su resistencia al liberalismo y su fervoroso apoyo al absolutismo.

Orígenes y contexto histórico

Rafael de Múzquiz y Aldunate nació en una familia de la Navarra profunda, donde la devoción religiosa era una constante. Hijo de Fermín Múzquiz y Martina Aldunate, ambos oriundos de Viana, Múzquiz creció en un entorno que promovía el estudio y la espiritualidad. Se graduó como bachiller y maestro en Artes en la Universidad de Valencia, para luego continuar sus estudios en la Universidad de Alcalá de Henares, donde se licenció y doctoró en Teología. Su carrera eclesiástica comenzó a tomar forma en el ámbito académico, destacándose por su profundo conocimiento y dedicación a los estudios teológicos y filosóficos. Fue en esta misma universidad donde, gracias a su mérito, ganó una cátedra de Filosofía.

Con el tiempo, Múzquiz y Aldunate se fue ganando una serie de ascensos dentro de la estructura eclesiástica española. En 1776, el rey Carlos III lo nombró capellán de honor. Su relación con la corte se consolidó al ser nombrado penitenciario de la capilla real, un cargo que le otorgó una gran influencia dentro del círculo de poder. Su cercanía con la familia real se profundizó aún más cuando fue designado confesor de la Reina María Luisa. Este cargo lo llevó a participar en eventos significativos, como el acompañamiento de Carlota Joaquina en su traslado a Portugal. Además, estuvo presente en la comitiva que acompañó al cardenal Lorenzana en su viaje a consolar al Papa Pío VII, prisionero de Napoleón.

Logros y contribuciones

A lo largo de su carrera eclesiástica, Múzquiz y Aldunate desempeñó roles de gran relevancia tanto en el ámbito religioso como en el político. Su nombramiento en 1794 como abad de la Colegiata de San Ildefonso en La Granja fue solo el inicio de una serie de ascensos que culminaron con su promoción a arzobispo de Seleucia in partibus infidelium por el Papa en 1795. El rey Carlos IV lo propuso para el obispado de Ávila en 1799, un cargo para el cual las bulas correspondientes ya estaban preparadas en ese momento.

En 1801, Múzquiz y Aldunate fue nombrado arzobispo de Santiago, un título de gran importancia que consolidó aún más su influencia dentro de la Iglesia española. Al mismo tiempo, se le otorgó la gran cruz de Carlos III en 1802, una distinción que reflejaba su lealtad al monarca y su constante apoyo a la corona. Durante estos años, fue uno de los principales defensores del absolutismo, un sistema que se encontraba en declive debido a las nuevas ideas liberales que se estaban extendiendo por Europa.

Una de sus contribuciones más notables fue su impulso al alzamiento coruñés del 30 de mayo de 1808, un levantamiento contra las tropas francesas durante la invasión napoleónica. Ese mismo día, fundó una Junta en Santiago, que pronto entró en conflicto con la creada en La Coruña. Su defensa de los intereses absolutistas lo llevó a mantener una postura firme contra el liberalismo, lo que generó tensiones con otros sectores de la sociedad española.

Momentos clave en la vida de Múzquiz y Aldunate

  • 1776: Nombrado capellán de honor por el rey Carlos III.

  • 1794: Designado abad de la Colegiata de San Ildefonso, La Granja.

  • 1795: Nombrado arzobispo de Seleucia in partibus infidelium por el Papa.

  • 1801: Asumió el cargo de arzobispo de Santiago y recibió la gran cruz de Carlos III.

  • 1808: Fue uno de los principales impulsores del alzamiento coruñés del 30 de mayo contra las fuerzas napoleónicas.

  • 1810: Se unió a la Junta Suprema de Galicia, donde mantuvo una postura absolutista durante el conflicto.

  • 1812-1814: Publicó varias pastorales en las que defendió los intereses de la Iglesia y el absolutismo.

  • 1820: Publicó una carta pastoral en contra del liberalismo que se estaba instaurando en España.

Relevancia actual

A lo largo de su vida, Múzquiz y Aldunate se destacó por su firme defensa de los principios absolutistas y su apoyo incondicional a la monarquía. A pesar de los cambios políticos y sociales que ocurrieron durante su vida, Múzquiz se mantuvo fiel a los valores conservadores y defendió con ahínco el papel central de la Iglesia en la sociedad española. Su resistencia al liberalismo y su lucha por la restauración del absolutismo reflejan la profunda polarización que vivió España en los primeros años del siglo XIX. Su vida y obra ofrecen una visión crucial de los conflictos ideológicos que marcaron la historia de España en la transición del Antiguo Régimen al liberalismo.

Hoy en día, la figura de Múzquiz y Aldunate sigue siendo relevante para entender los complejos procesos históricos que definieron la modernización de España. Sus pastorales y su oposición al liberalismo son testimonio de una época de profundas tensiones entre el absolutismo monárquico y las nuevas corrientes liberales. El legado de Múzquiz no solo reside en su papel como arzobispo y político, sino también en su participación activa en los eventos que marcaron la historia de la España del siglo XIX.

A lo largo de su vida, Múzquiz fue conocido por su fidelidad a la monarquía y a los intereses de la Iglesia, siendo considerado un miembro clave de la clientela de Godoy, el ministro de Carlos IV. La visión de Múzquiz, en la que defendía los valores tradicionales y el poder absoluto del rey, sigue siendo estudiada en los círculos históricos y eclesiásticos, pues refleja las profundas divisiones que caracterizaron la política española en tiempos de la invasión napoleónica y las reformas liberales.

Al final de su vida, en 1821, Múzquiz dejó una impronta profunda en la historia de España. Aunque la historia lo ha juzgado con una visión crítica debido a su rechazo al liberalismo, su figura sigue siendo parte fundamental del análisis sobre la relación entre la Iglesia y el Estado en la España del siglo XIX.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Múzquiz y Aldunate, Rafael de (1747-1821): Un arzobispo defensor del absolutismo y la fe en tiempos de convulsión". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/muzquiz-y-aldunate-rafael-de [consulta: 19 de octubre de 2025].