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PolíticaHistoriaBiografía

Mussolini, Benito (1883-1945)

Benito Mussolini.

Político italiano. Nació en Verano di Costa (Dovia di Predappio, al sur de Forli, Emilia Romagna) el 29 de julio de 1883 y murió en Giulino de Mezzegra (junto al lago de Como, Lombardía) el 28 de abril de 1945. Tras una niñez con algunos problemas, marchó a trabajar a Suiza (1902). Allí destacó como activista socialista. Volvió a Italia en 1904 para cumplir el servicio militar, y luego trabajó como periodista en varios periódicos socialistas; llegó a ser director de la más importante publicación del Partido Socialista, el diario Avanti! Al comenzar la Primera Guerra Mundial su postura ideológica varió de modo brusco: se mostró partidario de la intervención, frente al internacionalismo socialista, por lo que acabó por ser expulsado del partido. Fundó un periódico propio, Il Popolo d'Italia y fue llamado a filas. Finalizada la guerra fundó los Fascios de Combate, de carácter nacionalista, y se ganó el apoyo parte de las clases medias al hostigar a comunistas y socialistas.

El 30 de octubre de 1922 entró con miles de sus seguidores en Roma y el rey Víctor Manuel III le encargó formar gobierno. En las elecciones de 1924 obtuvo mayoría de escaños y a partir de entonces comenzó a hacerse con el control total del país. En 1929 firmó los Acuerdos de Letrán con la Santa Sede, por el que creaba el Estado del Vaticano. Abiértamente nacionalista, invadió Etiopía en 1935 y apoyó al bando franquista en la Guerra Civil Española. Se aproximó al nazismo de Adolf Hitler, permitió su expansionismo en Europa, y a partir de 1940 combatió junto a él en la Segunda Guerra Mundial. Los continuos fracasos militares le originaron una pérdida de prestigio y el 24 de julio de 1943 la mayoría de los dirigentes fascistas votaron a favor de su destitución. El rey así lo hizo y le envió a prisión. Liberado por los alemanes, presidió la efímera República Social Italiana, bajo tutela alemana. Presionado desde el sur por los ejércitos aliados, y en el interior por numerosos grupos guerrilleros, debió huir en dirección a Suiza para no caer prisionero. En el trayecto fue detenido por unos partisanos y fusilado.

Educación y estancia en Suiza (1902-1904)

Era hijo de Alejandro Mussolini, herrero de ideas anarquistas, y de Rosa Maltoni, maestra de escuela. Su padre le llamó Benito Amilcare Andrea en honor del político mexicano Benito Juárez y de dos revolucionarios italianos. Se educó primero en la escuela de su pueblo, y desde 1892 en un internado salesiano de Faenza, de donde acabó por ser expulsado en 1894 por su actitud rebelde y continuas peleas. Continuó sus estudios en la escuela laica Giosuè Carducci de Forlimpopoli, hasta los dieciocho años, donde obtuvo calificaciones muy buenas. Al graduarse, por influencia de su madre comenzó a dar clases como maestro elemental en Gualtieri, cerca de Parma. Pero se fue imponiendo la influencia paterna, que ya desde niño le había transmitido su misma actitud antiburguesa y anticlerical, y marchó a Suiza (julio de 1902) para conocer a diversos revolucionarios anarquistas que vivían allí y evitar hacer el servicio militar.

Viajó de un rincón a otro de Suiza (en alguna ocasión fue detenido por la policía suiza por vagabundeo), encontrando temporalmente ocupación como carpintero, recolector de frutas o como albañil. Frecuentaba reuniones socialistas, participando con entuasismo en discusiones políticas, y escribiendo en periódicos publicados por exiliados italianos. También aprendió por entonces a hablar francés, y más adelante alemán. En verano de 1903 promovió una huelga general en Berna, de modo que, ya fichado como "revolucionario socialista" fue llevado a prisión y luego expulsado de Suiza, aunque él inmediatamente regresó entrando en un nuevo cantón.

A principios de 1904 conoció a una socialista rusa llamada Angelica Balabanov, con quien trabó estrecha amistad. Es posible también que tuviese algún breve encuentro con Lenin, que por entonces residía en Zurich. Interesado por la formación, leyó a partir de entonces a diversos intelectuales: los anarquistas rusos Pietr Kropotkin y Mijail Bakunin; los socialistas alemanes Karl Marx, Friedrich Engels, August Bebel y Karl Kautsky; y a los franceses Georges Sorel y Gustave Hervé. También prestaría atención a pensadores griegos clásicos, renacentistas italianos y a filósofos del s. XIX como Friedrich Nietzsche.

El socialista Mussolini (1904-1914)

En noviembre de 1904 regresó a Italia para cumplir el servicio militar y no tener que exiliarse. Se incorporó a inicios de 1905 al 10º regimiento de Bersaglieri de Verona. El 19 de febrero murió su madre. Al ser licenciado en septiembre de 1906 volvió a trabajar como maestro en Tolmezzo (cerca de Venecia) y en Oneglia (Riviera), y otra vez escribió en periódicos socialistas y a pronunciar encendidos discursos revolucionarios y anticlericales con su característico estilo de frases cortas y directas. En 1909 los socilistas del Trento (entonces en territorio austro-húngaro) le ofrecieron la dirección del semanario L'Avenire del lavoratore ('El porvenir del trabajador'). Desde esta publicación defendió la independencia italiana y por ello fue expulsado del Trentino.

Establecido en Forli, a partir de enero de 1910 comenzó a convivir sin casarse con Rachele Guidi, de su mismo pueblo. El 1 de septiembre nació su primera hija, Edda, mientras que el 17 de noviembre fallecía su padre. Ese mismo año comenzó a editar el periódico La lotta di classe ('La lucha de clases'). Comenzaba a perfilar ciertos rasgos ideológicos que luego aplicaría al fascismo: el voluntarismo, el individualismo y la violencia. En septiembre de 1911 se opuso a la ocupación italiana de Libia y trató de convencer a los trabajadores para que destruyesen las líneas ferroviarias y así impedir el traslado de tropas, por lo que fue detenido y condenado a un año de cárcel. Fue liberado en marzo de 1912.

En sus siguientes artículos criticó a los socialistas reformistas y logró finalmente su expulsión del partido. Fue elegido para el nuevo Comité Ejecutivo Nacional y designado director del principal periódico del partido, Avanti! ('¡Adelante!'). Residió a partir de entonces en Milán. A principios de junio de 1913 fue uno de los promotores de una huelga general, la "Semana Roja".

El cambio de ideales y la fundación del fascismo (1915-1922)

A finales de junio de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. Mussolini se opuso inicialmente a la entrada en el conflicto de Italia, pero sufrió una gran decepción al comprobar que los socialistas de los países en guerra apenas dudaron en participar, en contradicción con sus principios internacionalistas. Esto, y la presión de la opinión pública italia, que quería intervenir también, cambiaron su postura al respecto. En octubre publicó un artículo en el que mostraba simpatía hacia la Entente y se declaraba partidario de una "neutralidad activa". Los subsiguientes recelos del Partido Socialista le hicieron renunciar a la dirección de Avanti! y en noviembre comenzó a publicar Il Popolo d'Italia ('El pueblo de Italia'), donde escribió artículos decididamente intervencionistas. A finales de ese mes fue expulsado del Partido Socialista.

En mayo de 1915 Italia entró por fin en guerra y Mussolini fue incorporado al 11º Regimiento de Bersaglieri de Milán. En septiembre llegó al frente, en Udine. Enfermó, fue hospitalizado, y se le concedió un mes de licencia, que aprovechó para casarse civilmente con Rachele (16 de diciembre) en Forli; el 21 de septiembre de 1916 nacería el segundo hijo de ambos, Vittorio (el tercero, Bruno, vino dos años después, mientras que el cuarto, Romano, y el quinto, Anna Maria, no lo hicieron hasta 1927 y 1929 respectivamente). Después de haber ascendido a caporal maggiore ('sargento mayor'), fue herido de gravedad por la explosión de un cañón en pruebas (febrero de 1917), debiendo ser sometido a una operación. Dado de baja, volvió a dedicarse en exclusiva a su periódico y a los mítines, exigiendo la continuación de la lucha hasta la victoria total. Esta fue muy celebrada por Mussolini, pero se mostró disgustado por las escasas ganancias de Italia en la paz de Versalles (junio de 1919).

Irreconciliable adversario de los socialistas, en marzo de 1919 decidió coordinar contra ellos varios grupúsculos nacionalistas que existían desde 1914 y que habían adoptado como símbolo el haz de varas (fasces) que usaban los oficiales de justicia de la antigua Roma. Les dio el nombre de Fasci di Combattimento ('Fascios de combate'), constituyéndose el primer grupo local en Milán. A finales de año fue candidato fascista por Milán en las elecciones generales, pero obtuvo muy pocos votos. A raíz de las huelgas obreras del verano de ese año, Mussolini comenzó a recibir numerosos apoyos de los propietarios de las clases medias y de los terratenientes. Escuadras de fascistas se dedicaron a actuar violentamente, golpeando a socialistas o quemando edificios, a veces con muertos en ambos bandos.

En abril de 1921 volvió a presentarse a las nuevas elecciones, y en esta ocasión él y otros fascistas sí obtuvieron acta de diputado. En septiembre transformó los fasci en el Partido Fascista Nacional, que a finales de año contaba con 250.000 miembros. A principios de 1922 los escuadristas fascistas, dirigidos por Italo Balbo, adoptaron un uniforme de camisa y pantalón negros; sus mandos serían en adelante nombrados por Mussolini, que comenzaba a ser llamado Duce ('Conductor') como título de su mando supremo.

Mussolini, el Duce (1922-1945)

A lo largo de este año fue planteándose entre los fascistas la posibilidad de hacerse con el control de Roma como habían hecho antes con otras ciudades. En otoño la ocasión pareció estar madura. Mientras los fascistas ocupaban los ayuntamientos de las principales poblaciones del norte, tres columnas de 26.000 hombres en total convergieron sobre Roma el 28 de octubre sin que el ejército lo impidiese. Luego llegaron más, entre ellos los cuadrumviros de Mussolini: Italo Balbo, Michele Bianchi, el general Emilio de Bono y Cesare De Vecchi. El propio Mussolini llegó el día 30. Esta Marcha sobre Roma tuvo importantes consecuencias políticas. Recibido en audiencia por el rey Víctor Manuel III, éste le encargó la formación de nuevo gobierno. Tenía 39 años, y era así el primer ministro más joven de la historia de Italia.

Camino del poder totalitario (1922-1929)

El mismo día designó a sus ministros; para él retuvo los ministerios de Interior y de Asuntos Exteriores. Aunque en minoría, contaba con el respaldo de la monarquía, del ejército y de gran parte de la población. También obtuvo del Parlamento poderes especiales para realizar reformas administrativas, económicas, en el ejército y en la educación (noviembre). Luego arrestó a los principales líderes del Partido Comunista, aunque sin prohibirlo.

Respecto a su partido realizó algunas reformas: creó el Gran Consejo Fascista (consultivo), transformó las escuadras en Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional, con tareas policiales, y organizó los primeros sindicatos fascistas. En agosto de 1923 estalló una grave crisis entre Italia y Grecia; su postura le llevó a enfrentarse a la misma Liga de Naciones, que terminó por ceder a las reclamaciones italianas. El prestigio que obtuvo con esta cuestión le permitió obtener Fiume de Yugoslavia en enero de 1924. En este mismo mes alcanzó un gran éxito diplomático al reconocer como estado a la Unión Soviética.

En las elecciones generales de abril obtuvo 260 diputados de 535, pero el diputado socialista Giacomo Matteotti denunció las intimidaciones que habían sufrido los candidatos de su partido y pidió su anulación. Fue secuestrado y muerto por un grupo de cinco fascistas, que detenidos declararon actuar siguiendo órdenes de miembros del Gran Consejo Fascista, cercanos a Mussolini. Estos afirmaron haber interpretado en ese sentido unas palabras del jefe de gobierno sobre Matteotti, pero no quedó suficientemente claro que Mussolini estuviese implicado. En cualquier caso, las protestas de la oposición crearon una crisis de gobierno, abandonando el Parlamento (retirada al Aventino). Fue superada por el escaso interés de las fuerzas políticas italianas y europeas por deshacerse de Mussolini.

A partir del año siguiente persiguió abiertamente a los socialistas, y en octubre estuvo en Locarno (Suiza) con ocasión de la firma de un tratado que ponía fin al aislamiento de Alemania (véase: Tratados de Locarno). En abril de 1926 los sindicatos fascistas fueron los únicos permitidos y se prohibieron las huelgas. En noviembre se dio un paso más: se detuvo a los diputados comunistas y se expulsó a los socialistas del parlamento tras prohibir sus asociaciones y su prensa. Ello suponía, pues, el control político y económico del país; su gobierno se había convertido en una dictadura.

Se aproximó entonces a la Iglesia, por el peso social que tenía el catolicismo en el país. Inició negociaciones con la Santa Sede y al fin, el 11 de febrero, firmó con los representantes de Pío XI los Acuerdos de Letrán. Así, solucionando el conflicto originado en 1860, el Papa reconocía el reino de Italia y a Roma como su capital, otorgándosele la Ciudad del Vaticano como pequeño pero soberano estado, además de implantar la enseñanza religiosa obligatoria. El mes siguiente disolvió el parlamento.

Mussolini, el fascista

Su capacidad propagandística y de dirección de masas le habían permitido hacerse con el control absoluto del país. Solía pronunciar encendidos discursos desde un balcón del Palacio de Venecia, en Roma, que entusiasmaban a la multitud, la cual respondía con aclamaciones y saludando con el brazo derecho en alto como los antiguos romanos. Imperioso ante las multitudes y con poses teatrales (la mandíbula adelantada, gestos con la mano derecha), se mostraba en privado mucho más amable y sencillo, lo que le sirvió para ganarse las simpatías de muchos diplomáticos y estadistas extranjeros. Mientras, la propaganda, a través de periódicos, radio y cine, le mostraba como modelo de hombre: en familia (quería realmente a sus hijos), pensador, artista, deportista, militar, etc., y alguien digno de ser obedecido: se decía que «Mussolini ha sempre ragione» ('Mussolini siempre tiene razón').

A imitación suya, surgieron líderes de partidos fascistas en otros países europeos: José Antonio Primo de Rivera y la Falange en España; Charles Maurras y la Action Française en Francia; Léon Degrelle y el rexismo en Bélgica; sir Oswald Mosley y la Unión de Fascistas Ingleses en el Reino Unido; Adolf Hitler y el nacionalsocialismo en Alemania; Ante Pavelic y sus ustachas, e incluso Konstantin Rodzaevsky y sus fascistas rusos desde el exilio en Manchuria. Curiosamente, dio apoyo a todos ellos, salvo a los nazis de Hitler, pues no sentía aprecio por los alemanes.

En marzo de 1929 y marzo-abril de 1932 fue entrevistado acerca de su vida, ideas, lecturas y gustos por el escritor alemán Emil Ludwig, que fue origen del libro Conversaciones con Mussolini. Unos años después, en el artículo "Fascismo" de la Enciclopedia Italiana, afirmó que según su concepción el Estado estaba por encima del individuo. También rechazaba el pacifismo, y alababa el heroísmo que exigía la guerra; el imperialismo era la expresión de la vitalidad de un pueblo.

Los años treinta y el giro de la política exterior (1930-1939)

Después de la depresión de 1929 Mussolini reorganizó económicamente el país, creando un Estado Corporativo (20 de marzo de 1930) que pretendía sustituyese al capitalismo. Todas las áreas económicas tendrían su correspondiente corporación, a su vez centralizadas en el Consejo Nacional de las Corporaciones. Aunque no veía con agrado al nazismo, el 14 de junio de 1934 se entrevistó por primera vez con Hitler en Venecia.

Después de la crisis provocada por el asesinato del rey yugoslavo Alejandro I Karageorgevic en Marsella (octubre de 1934) comenzó a poner en práctica su propaganda imperialista y declaró la guerra a Etiopía. Primero tuvo que afrontar la remilitarización de Alemania, comenzada en marzo; como medida de precaución firmó los Acuerdos de Stresa (abril) con Francia e Inglaterra. Luego retomó sus planes de conquista a pesar de las protestas de la Liga de Naciones. Iniciados los combates en octubre de 1935, obtuvo la victoria en seis meses: el 3 de mayo de 1936 las fuerzas del comandante italiano, Pietro Badoglio, entraban en Addis Abeba.

Poco después estalló en España la guerra civil. Comenzó a enviar aviones y material militar a los sublevados del general Francisco Franco, lo que también hizo Hitler. Ello aproximó a ambos, y el camino que quedaba por recorrer para formar el Eje Roma-Berlín lo allanó el ministro de Exteriores italiano, Galeazzo Ciano (yerno del propio Mussolini). Por entonces aprobó las primeras leyes racistas contra sus súbditos negros somalíes y etíopes y los árabes libios. A finales de ese año abandonó la Liga de Naciones.

Cuando en marzo de 1938 los alemanes se anexionaron Austria, Mussolini dio su visto bueno. A finales de septiembre se reunió en Munich con Hiler y los jefes de gobiernos inglés y francés, Arthur Neville Chamberlain y Edouard Daladier, para pactar la entrega de los Sudetes (Checoslovaquia) a Alemania y así evitar una guerra. En octubre inició la persecución contra los judíos. En marzo de 1939 reconoció la imposición de un protectorado alemán sobre Bohemia y Moravia y el 7 de abril envió tropas de ocupación a Albania. El 22 de mayo suscribió el Pacto de Acero, una alianza militar con Alemania: a partir de entonces, los destinos de Mussolini y Hitler serían uno solo.

Mussolini y la Segunda Guerra Mundial (1939-1942)

En agosto fue informado de los planes alemanes de invadir Polonia, lo que supondría una guerra con Francia e Inglaterra; Mussolini, sin embargo, no la deseaba hasta por lo menos 1942. No le convenció la firma el día 23 del Pacto Germano-soviético de no Agresión, que facilitaba aquellos proyectos. Así que, después de la entrada de tropas alemanas en Polonia el 1 de septiembre y la declaración anglofrancesa de guerra del día 3, decidió no participar, pero como seguía siendo aliado de Hitler, optó por una "no beligerancia" en vez de una estricta neutralidad. El anuncio fue bien acogido por la población italiana, contraria a la guerra y además sin preparación para ella.

Sin embargo, para Mussolini se trataba de algo provisional. Después de las rapidísimas invasiones alemanas de Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda y, sorprendentemente, Francia, proclamó la entrada de Italia en el conflicto (10 de junio de 1940). El día siguiente fue nombrado comandante supremo de todos los ejércitos italianos por el rey. Tropas italianas invadieron la costa mediterránea francesa, mientras en Libia otras se movilizaban contra el Egipto británico. Derrotada Francia, esperaba obtener Niza, Córcega, Túnez y Djibouti, que Hitler, para no perjudicar a la Francia colaboracionista de Vichy, no concedió. El 28 de octubre Mussolini atacó a Grecia desde Albania.

Pronto los griegos respondieron e hicieron retroceder a los italianos hasta la misma frontera albanesa. Lo mismo ocurrió en Egipto, donde el general Rodolfo Graziani fue rechazado por los ingleses. Sólo en África oriental avanzaron los italianos: tomaron la Somalia inglesa y entraron en el sur de Sudán y el norte de Kenia. El 12 de febrero de 1941 se reunió con Franco en Bordighera (Riviera italiana) para tratar de convencerle de que entrase en guerra junto al Eje, lo que aquel rechazó por la necesidad de España de reconstruirse tras la guerra civil. Para rectificar la ineficacia italiana, Hitler envió a Libia al Afrika Korps de Erwin Rommel, que rápidamente expulsó a los ingleses y entró en Egipto, mientras que otras fuerzas invadían Yugoslavia y Grecia. Yugoslavia fue desmembrada y parte de ella (Dalmacia) pasó a Italia; en el estado croata independiente que se creó, Mussolini instaló como rey al príncipe Aimón de Saboya-Aosta.

Muy pronto las cosas comenzaron a ir muy mal: en la Batalla del cabo Matapán perdió varios grandes buques de guerra y cayó Etiopía ante los ingleses. El 22 de junio de 1941 recibió la noticia de que Hitler había atacado a la URSS, e inmediatamente envió un cuerpo expedicionario italiano de 230.000 hombres para combatir contra los soviéticos. El 7 de agosto murió su hijo Bruno en un accidente de aviación, y a finales de mes visitó con Hitler los territorios ucranianos recién conquistados. Poco antes de acabar el año la penetración en Rusia fue frenada, y en los territorios yugoslavos y albaneses aparecieron los primeros guerrilleros.

El 11 de diciembre, conjuntamente con Hitler, declaró la guerra a Estados Unidos, cuya base naval de Pearl Harbour había sido bombardeada por los japoneses unos días antes, pero a partir de finales de 1942 la situación fue definitivamente adversa para el Eje: en África (El-Alamein) y Rusia (Stalingrado) sus ejércitos comenzaron a retroceder. En abril de 1943, después de haber sufrido Italia el bombardeo de varias ciudades, comenzó una huelga en Milán, las tropas germano-italianas del norte de África se rindieron, y Sicilia fue invadida por los aliados.

Todo ello hizo que la población perdiese confianza en Mussolini, especialmente cuando fue la propia Roma la bombardeada (junio). Así, en la sesión del Gran Consejo Fascista del 24 de julio, Dino Grandi presentó una propuesta por la que el Rey debía destituir a Mussolini, que fue aprobada por diecinueve votos contra siete; entre los que votaron en contra se encontraba su yerno Ciano. El día siguiente fue convocado por el rey, que le comunicó su sustitución por el general Badoglio; luego fue detenido y trasladado a la prisión de la isla de La Maddalena (cerca de Cerdeña). A finales de agosto fue llevado al hotel Campo Imperatore, en el Gran Sasso.

Presidente de la República Social Italiana (1943-1945)

Después de la rendición de Italia a los aliados, las tropas alemanas ocuparon la mayor parte del país. El día 16 de septiembre, Mussolini fue liberado por un comando alemán y llevado a Munich. Habló por radio a los italianos, proclamando la traición de Badoglio y del rey y la constitución de una República Social Italiana aliada de Alemania. En realidad se trataba de un estado títere, que ni siquiera pudo fijar su capital en Roma, sino en Salò (junto al lago de Garda, al pie de los Alpes, por lo que la RSI también fue llamada República de Salò). En octubre, se formó un tribunal especial para juzgar a los dirigentes fascistas que tres meses antes habían votado contra Mussolini; Ciano, que estaba en Munich, fue entregado por los alemanes. En enero de 1944 fueron procesados, condenados a muerte y fusilados; Eda Mussolini Ciano, que había huido anteriormente a Suiza, amenazó en vano a su padre con publicar los comprometedores diarios de su marido si se cumplía la sentencia.

El problema más inmediato de la recién creada República de Salò fue la tenaz resistencia de los guerrilleros partisanos, muchos de ellos comunistas. De nada sirvieron las duras represalias alemanas. Más adelante, en marzo de 1944, se añadieron las multitudinarias huelgas en Milán, Turín y otras ciudades del norte. En junio los aliados entraron en Roma, y el 20 de julio Mussolini se encontró por última vez con Hitler. El 16 de diciembre pronunció su último discurso público en Milán.

El 25 de abril, por mediación del arzobispo de Milán el cardenal Schuster, se entrevistó con miembros del Comité de Liberación Nacional. Estuvo a punto de rendirse, pero al enterarse de que los alemanes de Italia habían negociado secretamente su rendición, dio por terminada la reunión y abandonó el lugar. Al día siguiente dejó Milán con otros jerarcas fascistas y se dirigió hacia Suiza; en Como se le unieron su amante Claretta Petacci y una columna de soldados alemanes, a la que se incorporó disfrazado de alemán. En vez de cruzar la frontera Suiza, a tan sólo cinco kilómetros de Como, marchó hacia la Valtellina, en el este, bordeando el lago de Como.

En Dongo (27 de abril) fueron detenidos por unos partisanos; Mussolini fue reconocido, y se le separó de los demás jerarcas. El día siguiente, en cumplimiento de una orden ya dictada anteriormente, fue fusilado junto con Claretta Petacci (que insistió en acompañarle) en un cercano cruce de caminos por el "coronel Valerio" (Walter Audisio) y sus guerrilleros comunistas. El día 29 sus cadávares, junto con los de los otros jerarcas (que también había sido ejecutados), fueron llevados a la Piazzale Loreto de Milán, donde la multitud se ensañó con ellos; luego los colgaron por los pies de la marquesina de una gasolinera y dejados allí hasta que los aliados los descolgaron. El cuerpo de Mussolini fue después enterrado en el mausoleo familiar de Predappio. Escribió: Mi diario de guerra (1923) y Vida de Arnaldo (1932). Póstumamente se publicó: Mi vida (1947) y Obras completas (1951).

Mussolini

Bibliografía

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Enlaces en Internet

http://www.dhm.de/lemo/html/biografien/MussoliniBenito/ ; Página con una cronología de la vida de Mussolini (en alemán).
http://go.to/mussolini ; Página con amplia biografía de Benito Mussolini (en inglés).

Autor

  • Sagrario Arenas Dorado / Bernardo Gómez Álvarez