Murat, Joachim (1767-1815). El mariscal ambicioso que transformó Nápoles
Joachim Murat, nacido el 25 de marzo de 1767 en La Bastide-Fortunière y fallecido el 13 de octubre de 1815 en Pizzo, fue una de las figuras más notables del siglo XIX, marcando un hito en la historia de Francia y Nápoles. Su vida estuvo marcada por su audaz ascenso desde un humilde origen hasta convertirse en rey de Nápoles y mariscal del Imperio francés bajo el mandato de Napoleón Bonaparte. A lo largo de su carrera militar y política, Murat dejó una huella indeleble, tanto por su valentía en el campo de batalla como por sus ambiciosos movimientos políticos.
Orígenes y contexto histórico
Joachim Murat nació en una familia humilde de la región de Gascuña, siendo uno de los doce hijos de un mesonero. A pesar de los deseos de sus padres de que siguiera una carrera eclesiástica, Murat optó por entrar en el ejército en 1787, un paso que cambiaría el rumbo de su vida. Su carrera militar comenzó con su enrolamiento en el regimiento Cazadores de las Ardenas. Sin embargo, su relación con el ejército fue turbulenta, marcada por un motín que resultó en su destitución en 1789. Después de un breve periodo trabajando en una tienda de ultramarinos, la Revolución francesa cambió su destino, brindándole nuevas oportunidades.
Su entrada en la Guardia Nacional en 1790 y su ascenso en las filas del ejército revolucionario fueron consecuencia directa de los movimientos sociales de la época. En 1795, después de una serie de episodios militares decisivos, Murat logró recuperar su prestigio al contribuir a la victoria de Bonaparte sobre los realistas, lo que le permitió ascender en el ejército. Su lealtad inquebrantable a Napoleón Bonaparte fue un factor clave que determinó su futuro.
Logros y contribuciones
Durante las campañas militares de Napoleón, Murat destacó como un líder excepcional en el campo de batalla, ganándose la confianza de su emperador y desempeñando papeles clave en varias confrontaciones cruciales. En 1796, participó en la campaña de Italia, donde se distinguió por su audacia y valentía. Este fue el inicio de una serie de logros que consolidaron su reputación como uno de los mejores oficiales del ejército de Napoleón.
En 1799, Murat se ganó el puesto de general de división tras su destacada participación en la batalla de Abukir, en Egipto. En ese momento, su relación con Napoleón se consolidó aún más, y en 1800, Murat se casó con Carolina Bonaparte, hermana del emperador, lo que le permitió acceder a una posición aún más influyente dentro del círculo íntimo de poder.
Su ascenso continuó en la jerarquía militar: en 1804 fue nombrado mariscal del Imperio y gobernador de París, y en 1805 obtuvo el título de príncipe, almirante y miembro de la Legión de Honor. En ese mismo año, participó en la famosa batalla de Austerlitz, una de las victorias más resonantes de Napoleón, consolidando su reputación como uno de los generales más importantes del Imperio francés.
Los conflictos en Europa
Murat no solo desempeñó un papel fundamental en las victorias francesas, sino que también fue clave en la expansión territorial de Napoleón. En 1806, fue nombrado gran duque de Berg, un título que reflejaba su creciente influencia. Participó activamente en las batallas de Jena, Lübeck y en el sitio de Königsberg (1806), así como en la batalla de Eylau (1807). Fue uno de los pocos mariscales de Napoleón que estuvo presente en la histórica conferencia de Tilsit en 1807, en la que se sellaron acuerdos cruciales para la división de Europa bajo el dominio francés.
Murat también tuvo un papel destacado en la administración de los territorios ocupados por las tropas napoleónicas. Fue un hombre de ambiciosos proyectos políticos y estratégicos, y, en particular, tuvo una estrecha relación con la familia Bonaparte. Sin embargo, la política de Murat no estuvo exenta de controversias. En 1807, él y su esposa, Carolina Bonaparte, idearon un matrimonio entre una sobrina de Murat y Fernando VII, el rey de España, con el objetivo de consolidar una alianza estratégica, aunque este plan nunca llegó a materializarse.
Momentos clave de su reinado
En 1808, Murat fue asignado como gobernador de España tras la invasión francesa y la deposición de la familia real española. Durante su estancia en Madrid, se hizo responsable de la brutal represión de las revueltas populares, como los fusilamientos del 3 de mayo de 1808, un evento que fue inmortalizado en la famosa pintura de Goya. Su Proclama del 2 de mayo, en la que se hacía un llamado a la población española a la obediencia, fue difundida en numerosos periódicos de la época.
Pese a su firmeza, Murat no tardó en enfrentarse a dificultades de salud. En el verano de 1808, sufrió un severo cólico reumático que lo obligó a retirarse temporalmente a Francia, delegando el mando a su subordinado, el general Savary. Fue en ese período cuando Murat fue nombrado rey de Nápoles, sucediendo a su cuñado José Bonaparte, quien había sido designado anteriormente para ese puesto.
Como rey de Nápoles, Murat emprendió una serie de reformas que buscaban modernizar el reino y consolidar el poder de la dinastía Bonaparte. Sin embargo, sus políticas fueron a menudo vistas con recelo por parte de los napolitanos, quienes no siempre apoyaron la ocupación francesa. A pesar de esto, Murat se mantuvo firme en su posición, buscando fortalecer las relaciones con su cuñado, el emperador Napoleón, y expandir su influencia en el sur de Italia.
Relevancia actual
A lo largo de los años, la figura de Murat ha sido objeto de diversas interpretaciones. Para muchos, su memoria estuvo marcada por su ambición y sus intentos de afianzar el poder de los Bonaparte en Europa. Sin embargo, otros lo consideran un patriota que buscó la unificación de Italia, un proyecto que, aunque no se materializó en su tiempo, influiría en los desarrollos políticos posteriores en la península italiana.
La reivindicación de su memoria como patriota fue realizada por el historiador Tulard en 1983, quien destacó la visión de Murat sobre la unidad italiana. Aunque su figura fue eclipsada por la caída de Napoleón y la posterior Restauración, sus acciones dejaron una marca indeleble en la historia de Italia y Europa.
En términos de legado literario, Murat fue también un prolífico escritor. Su Correspondance, 1791-1808 fue publicada en 1899, y las Lettres et documents pour servir à l’histoire de Joachim Murat se publicaron en París entre 1908 y 1914, proporcionando valiosos documentos históricos sobre su vida y su papel en los eventos de la época.
Últimos años y muerte
Tras la derrota definitiva de Napoleón en la batalla de Waterloo en 1815, Murat intentó recuperar su trono en Nápoles. Sin embargo, su tentativa fracasó y, al ser capturado por las fuerzas realistas, fue sometido a un juicio sumario. El 13 de octubre de 1815, Murat fue fusilado en Pizzo, poniendo fin a su vida y a su carrera.
Hoy, el nombre de Murat sigue siendo un símbolo de la turbulenta época de Napoleón y de las ambiciones que marcaron a la Europa del siglo XIX. Su historia es recordada como la de un hombre de gran coraje, pero también de grandes contradicciones, cuyas acciones dejaron una huella profunda en la historia de Italia y Francia.
Bibliografía
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Correspondance, 1791-1808, publicada en Turín en 1899.
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Lettres et documents pour servir à l’histoire de Joachim Murat, publicada en París entre 1908 y 1914.
MCN Biografías, 2025. "Murat, Joachim (1767-1815). El mariscal ambicioso que transformó Nápoles". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/murat-joachim [consulta: 3 de octubre de 2025].