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FísicaBiografía

Mott, Nevill Francis (1905-1996).

Físico británico, nacido en Leeds el 30 de septiembre de 1905 y fallecido en Aspley Guise el 8 de agosto de 1996. Fue galardonado con el Premio Noble de Física -que compartió con los estadounidenses Philipp Warren Anderson (1923- ) y John Hasbrouck van Vleck (1899-1980)- en 1977, "por sus investigaciones teóricas fundamentales sobre la estructura electrónica de sistemas magnéticos y materiales amorfos".

Heredó de sus mayores esa curiosidad científica que habría de mantener durante toda su vida. Un bisabuelo suyo, Sir John Richardson, había sido uno de los primeros exploradores del Polo Norte; y sus padres, Charles Francis Mott y Lilian Mary Reynolds, eran dos notables científicos que se habían conocido en el célebre Cavendish Laboratory, de la Universidad de Cambridge, donde ambos trabajaban bajo la dirección del prestigioso químico de Manchester Joseph John Thomson (1856-1940).

Con estos antecedentes, no es de extrañar que el pequeño Nevill Francis recibiera una espléndida formación académica, siempre orientada hacia el campo de las Ciencias. Ya en su juventud, ingresó en el Clifton College (de Bristol), de donde pasó al St. John's College (ya perteneciente a la Universidad de Cambridge). En este último centro, se especializó en el estudio de la Física y las Matemáticas.

Durante su estancia en Cambridge, Mott inició su carrera de investigador bajo la tutela de otro eminente profesor de su tiempo, R. H. Fowler. Poco después, pasó a Copenhague para ampliar sus conocimientos en uno de foros científicos más activos y fecundos de la primera mitad del siglo XX, el Instituto Nórdico de Física Teórica, a la sazón dirigido por el genial físico Niels Bohr (1885-1962), quien pasó a engrosar la nómina de los grandes maestros responsables de la formación científica de Nevill F. Mott.

Por si este bagaje académico fuese poco, Mott pasó a continuación a la Universidad de Göttingen (Alemania) y continuó ampliando sus saberes bajo la tutela de otro coloso de la física contemporánea, Max Born (1882-1970). A su regreso al Reino Unido (1929), se incorporó a la Universidad de Manchester en calidad de ayudante de un nuevo genio de la Ciencia actual, Sir William Lawrence Bragg (1890-1971). Finalmente, regresó a su antigua alma mater de Cambridge con un puesto de lector, y allí, ligado al laboratorio que dirigía Ernest Rutherford (1871-1937), empezó a investigar a fondo la teoría de la colisión de átomos y partículas, y, en general, a abordar otros problemas de la FÍsica nuclear.

Su carrera docente recibió un impulso decisivo en 1933, cuando ganó la cátedra de Física de la Universidad de Bristol, institución a la que habría de permanecer ligado durante más de veinte años (1933-1954). Allí, bajo la influencia de otros brillantes colegas como H. W. Skinner y H. Jones, Nevill Francis Mott comenzó a estudiar a fondo las propiedades de los metales y los semiconductores.

En el transcurso de la II Guerra Mundial (1939-1945), el científico de Leeds se apartó por imperativo legal de sus obligaciones docentes e investigadoras en Bristol para involucrarse en ciertos proyectos científico-militares, desarrollados con suma discreción en Londres. Acabada la contienda, regresó a Bristol y reanudó allí su trabajo hasta que, en 1954, fue designado catedrático de Física de su querida Universidad de Cambridge. A partir de entonces, plenamente volcado en el trabajo que se llevaba a cabo en el Cavendish Laboratory, Mott intensificó su actividad investigadora y logró aportar numerosos descubrimientos a la Física contemporánea. Sus hallazgos y teorías quedaron impresos en diferentes libros y artículos que dio a la imprenta, entre los que cabe destacar algunos tratados tan consultados en las facultades de Ciencias de todo el mundo como The theory of atomic collisions (Teoría de las colisiones atómicas, 1934) -escrito en colaboración con H. S. W. Massey-, The theory of the properties of metal and alloys (Teoría de las propiedades de metales y aleaciones) y Electronic processes in non-crystalline materials (Procesos electrónicos en materiales no cristalinos) -en colaboración con E. A. Davis.

Mott compaginó su último período de docente e investigador en Cambridge (que se prolongó hasta 1971) con una intensa dedicación a otros asuntos de especial interés para una persona que, como él, había pasado la mayor parte de su vida ligado a ambientes académicos e intelectuales. Así, intervino activamente en la reforma educativa del Reino Unido -con especial protagonismo en todas las resoluciones relacionadas con la formación científica del alumnado británico-, dirigió varios organismos y asociaciones científicas, y asumió, en 1978, la presidencia de la Taylor & Francis Ltd. (la unión de editores científicos más importante de su país). Fue, además, rector, entre 1959 y 1966, del centro al que perteneció durante su última etapa en Cambridge (el Gonville and Caius College), y presidió la Unión Internacional de Física (1951-1957).

Casado desde 1930 con Ruth Eleanor Horder -con la que fue padre de dos hijas-, Nevill Francis Mott recibió, amén del ya mencionado Premio Nobel, numerosos galardones y reconocimientos a lo largo de toda su vida. Doctor honoris causa por más de veinte universidades de todo el mundo, fue honrado con el título de Sir en 1962.

Ya jubilado, se retiró a una casa de campo ubicada en la pequeña población rural de Aspley Guise, donde, entre otras ocupaciones, se dedicó a escribir su autobiografía, que publicó bajo el título de A life in Science (Una vida en la Ciencia). Simultáneamente, redactó numerosos artículos científicos en los que divulgaba sus últimas investigaciones, en especial las relacionadas con el campo de los superconductores de alta temperatura.

Aportaciones de Mott

Desde sus años de estudiante en Cambridge y otros centros de Europa, hasta su ingreso en Bristol como catedrático de Física, Mott se ocupó fundamentalmente de la colisión de átomos y partículas alfa.

En una segunda etapa, ya en la Universidad de Bristol, el científico británico se centró en la Física del estado sólido, con especial interés en el estudio de los metales y las aleaciones. Aplicó a estos trabajos sus conocimientos sobre Mecánica cuántica, y elaboró una teoría de los metales de transición, así como valiosos trabajos sobre la dureza de las aleaciones.

Poco después, se interesó por las emulsiones fotográficas y formuló una teoría sobre sus interacciones con la luz. Pasó a continuación a Londres para ocuparse, en plena guerra mundial -como ya se ha referido más arriba- de otros campos de investigación relacionados con el armamento y las comunicaciones militares; y, a su regreso a Bristol, ya como Jefe del Departamento de Física, estudió a fondo los aislantes metálicos, la oxidación a bajas temperaturas y, principalmente, los superconductores (en los que estudió las transiciones entre estados conductores y no conductores, lo que a su vez le permitió formulara una nueva teoría que venía a corregir y perfeccionar los conocimientos que, hasta entonces, tenía la Física tradicional acerca de ellos). Esta nueva teoría de Mott permite, entre otras cosas, explicar algunas excepciones patentes en el comportamiento de ciertos superconductores, como el óxido de níquel.

Alrededor de 1965 comenzó a preparar el trabajo por el que habría de obtener el Premio Nobel. Siete años antes, Philipp W. Anderson había divulgado, en un célebre artículo, su descubrimiento de la ausencia de difusión en materiales amorfos. Mott, decidido a ampliar el alcance de este hallazgo de Anderson, ahondó en el tema y propició su aplicación a numerosos dispositivos electrónicos (cintas magnéticas, computadoras, convertidores de energía solar, etc.).

JRF

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.