Juan Joaquín Moreno (1735-1812): El marino español que defendió a Gibraltar y dejó un legado en la historia naval

Juan Joaquín Moreno

Juan Joaquín Moreno, nacido en Ceuta el 24 de septiembre de 1735 y fallecido en Cádiz el 8 de septiembre de 1812, fue uno de los más destacados marinos españoles del siglo XVIII y principios del XIX. Su vida estuvo marcada por su dedicación a la defensa de la corona española y su lucha en algunos de los episodios más críticos de la historia naval de España, como la defensa de Gibraltar y la participación en diversas batallas contra las fuerzas francesas. A lo largo de su carrera, Moreno ascendió en los rangos de la Armada Española y desempeñó roles clave en la protección de las costas españolas, contribuyendo significativamente al renacimiento de la potencia marítima de la nación.

Orígenes y contexto histórico

Juan Joaquín Moreno nació en una familia con fuertes lazos militares. Su padre, Francisco P. Moreno Vas de Mendoza y Vázquez de Mondragón, era mariscal de campo, y su madre, Catalina D’Hontlier Berthier de la Motte, provenía de una familia de nobleza. Desde joven, Moreno demostró tener una inclinación natural hacia el mar y la vida militar, lo que lo llevó a ingresar al Cuerpo de Guardiamarinas el 4 de marzo de 1751. Su formación y primeros años de servicio lo llevaron a navegar tanto por el Mediterráneo como por el Atlántico, ganándose rápidamente el respeto dentro de la Armada Española.

A medida que avanzaba en su carrera, Moreno se vio involucrado en una serie de combates y situaciones difíciles que pusieron a prueba sus capacidades como líder militar. Su carrera se desenvolvió en un contexto histórico complejo, donde España se enfrentaba a potencias extranjeras como Inglaterra y Francia, con la rivalidad por el control de territorios y rutas marítimas como eje central de muchas de las tensiones.

Logros y contribuciones

La carrera de Juan Joaquín Moreno estuvo llena de ascensos y logros, a menudo forjados en situaciones de combate. En 1754, apenas tres años después de ingresar al Cuerpo de Guardiamarinas, fue ascendido a alférez de fragata. En 1757, alcanzó el rango de alférez de navío y, tres años después, fue promovido a teniente de fragata. Sin embargo, uno de los episodios más decisivos de su vida ocurrió en 1762, cuando se encontraba en la Habana durante el ataque de los ingleses a la ciudad. Moreno, demostrando su valentía, contribuyó significativamente a la defensa de la plaza, aunque no sin consecuencias: fue gravemente herido en la cabeza.

A partir de este momento, su carrera despegó rápidamente. Fue nombrado mayor general de la escuadra de Idiáquez en 1764, y tras un viaje a América, fue ascendido a teniente de navío en 1766. Un año después, participó en la expedición a la Luisiana, lo que le permitió obtener el rango de capitán de fragata en 1774. A lo largo de las siguientes décadas, Moreno continuó destacándose en múltiples conflictos. En 1780, fue uno de los oficiales encargados de defender Gibraltar, lo que le valió un ascenso a brigadier en 1781. Su valentía en el campo de batalla llegó a tal punto que, en 1782, se vio obligado a prender fuego a su navío para evitar que cayera en manos enemigas durante un segundo bloqueo de Gibraltar.

Momentos clave

La vida de Juan Joaquín Moreno estuvo marcada por momentos decisivos que definieron tanto su carrera como su legado en la historia militar de España:

  1. Defensa de la Habana (1762): A pesar de sufrir una grave herida en la cabeza, Moreno jugó un papel crucial en la defensa de la ciudad, demostrando su valentía y compromiso con la causa española.

  2. Expedición a la Luisiana (1774): Esta misión, en la que participó como capitán de fragata, fue clave para el fortalecimiento de la presencia naval española en América.

  3. Defensa de Gibraltar (1780-1782): Moreno se distinguió durante el sitio de Gibraltar, un enfrentamiento crucial en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, donde lideró valientemente a sus tropas.

  4. Batalla del Cabo de San Vicente (1797): A bordo del navío Princesa de Asturias, participó en esta importante batalla contra la flota británica, lo que le permitió recibir la encomienda de Lopera en la Orden de Calatrava de manos de Carlos IV.

  5. Trafalgar (1805): Tras la derrota en la batalla de Trafalgar, Moreno organizó el rescate de los náufragos y la salvación de los restos de la escuadra española, lo que subrayó su capacidad organizativa y liderazgo en tiempos de crisis.

  6. La guerra contra la República Francesa: A lo largo de los últimos años de su vida, Moreno estuvo involucrado en diversas confrontaciones con las fuerzas francesas, destacándose en la ocupación de Tolón y la defensa de Génova.

Relevancia actual

Hoy en día, el legado de Juan Joaquín Moreno sigue siendo relevante, no solo por su destreza como marino, sino también por su contribución a la defensa de España durante un periodo de intensas guerras y conflictos internacionales. La figura de Moreno resalta por su capacidad para tomar decisiones valientes y difíciles, como lo demuestra su sacrificio en Gibraltar y su destreza en la gestión de la Armada Española.

A pesar de sus logros y distinciones, Moreno tuvo que enfrentarse a grandes dificultades, especialmente en los últimos años de su vida. Fue víctima de una serie de tensiones políticas y sociales que casi le cuestan la vida en un intento de asesinato en 1808. Sin embargo, su figura no fue opacada por estos conflictos. En lugar de ser visto como un simple oficial de guerra, su liderazgo fue crucial para los sucesos históricos que marcaron la defensa española durante las Guerras Napoleónicas.

En la actualidad, su contribución a la historia militar de España es recordada en diversas formas, desde monumentos hasta referencias en la literatura y en estudios sobre la historia de la Armada Española. Su figura es un símbolo de dedicación y valentía ante las adversidades.

La última etapa y su muerte

Los últimos años de Juan Joaquín Moreno fueron marcados por un periodo de turbulencias políticas. En 1808, fue uno de los firmantes del Edicto del marqués del Socorro, lo que le costó la vida. Durante este tiempo, también fue reconocido por la Junta de Sevilla, que le otorgó el uso de una banda roja, símbolo de su importancia y estatus. Pocos días después, fue nombrado presidente de la Junta de la Isla de León, y el 3 de diciembre de 1808, se convirtió en ministro del Supremo Consejo de Guerra y Marina. Sin embargo, a pesar de su importancia, Moreno falleció en Cádiz el 8 de septiembre de 1812, siendo enterrado en el cementerio extramuros de la ciudad.

En su tumba se colocó un epitafio que, según se cuenta, fue obra de Juan Bautista de Arriaza, quien fue su amigo cercano. La figura de Moreno, marcada por la valentía y el sacrificio, sigue viva en la memoria histórica de España.

Su legado perdura a través de su participación en momentos clave de la historia militar española y su dedicación a la defensa de la patria, desde su juventud hasta su muerte en tiempos de agitación.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Juan Joaquín Moreno (1735-1812): El marino español que defendió a Gibraltar y dejó un legado en la historia naval". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/moreno-juan-joaquin [consulta: 17 de octubre de 2025].