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HistoriaPolíticaBiografía

Morales, Agustín (1810-1872).

Militar y político boliviano, nacido en La Paz el 11 de marzo de 1808 y asesinado el 27 de noviembre de 1872, que fue presidente de la República desde el año 1871 hasta su muerte.

Todavía adolescente, ingresó en el ejército y participó en las últimas luchas de la Independencia y en las contiendas de la Confederación. Alternó la participación en la vida política con las actividades comerciales. Intervino en una rebelión contra Belzú, lo cual le valió un largo exilio en Chile, Perú y Argentina. Retornó al país bajo el gobierno de Linares y sirvió a los gobiernos de Achá y luego al de Melgarejo, quien lo mandó con cargo consular al Ecuador, aunque el verdadero propósito era mantenerlo lejos. En 1871 dirigió la revuelta paceña en la que derrocó a Melgarejo y se proclamó presidente provisional.

El pueblo aclamó a Morales como a un auténtico libertador, harto como estaba ya de tanto abuso de Melgarejo. En seguida Morales convocó una Asamblea Constituyente (1 de junio 1871), ante la que presentó con toda solemnidad su renuncia a la presidencia, renuncia que retiró tan sólo veinte días después (21 de junio), en un discurso que fue un auténtico insulto a la Asamblea. Ante el clima de tensión que esta actitud provocó, Morales constituyó un gobierno que contentó a la asamblea y tranquilizó también al pueblo que lo aclamaba en las calles. Las elecciones presidenciales se planificaron para mayo de 1872.

Mientras tanto, había regresado al país Adolfo Ballivián, quien reunía todas las condiciones para ganar el plebiscito. Ante el temor de perder el poder, Morales dio a entender a Ballivián que lo que el país necesitaba era un gobierno fuerte como el que él estaba desarrollando, el cual continuaría por las buenas o por las malas; por esta razón, Ballivián vio conveniente aceptar la misión que le ofrecía para Londres y dejar así el camino expedito para una victoria de Morales en las elecciones. En noviembre del mismo año, Morales se proclamó dictador, lo cual preparó un ambiente de rebelión en varios sectores. Ello irritó aún más el ánimo, de por sí colérico, de Morales, quien el 27 de noviembre se desató en insultos contra sus edecanes y colaboradores más cercanos. En esas circunstancias, su propio sobrino Federico La Faye, al sentirse también ofendido, le disparó a quemarropa y acabó con su vida. Al día siguiente el Congreso designó como presidente provisional al entonces presidente del Consejo de Estado, Tomás Frías.

Durante sus dos cortos años de gobierno, Morales trató de reorganizar la administración y de devolver a los indios las tierras que habían perdido con Melgarejo, cosa ésta que en la práctica resultó imposible; también se declararon puertos menores Tocopilla y La Chimba (Antofagasta), se reglamentaron las reclamaciones diplomáticas, se declaró la nulidad de las ventas de bienes comunitarios y del estado hechas por el gobierno anterior y se aprobó la creación del Banco Nacional de Bolivia. Otras medidas fueron trasladar el gobierno a La Paz y declarar a éste propietario de todas las sustancias inorgánicas no metalíferas; asimismo, se decretó la libertad de enseñanza, la cual quedó así al vaivén de la iniciativa privada. Morales se enfrentó también, con firmeza y honestidad, a las grandes empresas mineras que llegaron a considerarse a veces con más poder que el propio estado. Al gobierno de Morales se le reconoce la rectitud en el manejo de las finanzas públicas y el sincero deseo de devolver a la nación el orden en medio del caos en que la dejó Melgarejo.

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