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ZoologíaBiografía

Morales Agacino, Eugenio (1914-2002).

Naturalista español, un gran investigador y promotor de las ciencias naturales y de la ecología en España, que tiene en su haber excelentes trabajos relacionados con los insectos y con la foca monje.

Nació en Barcelona, el 15 de marzo de 1914 y falleció el 9 de marzo de 2002. Su padre era médico de la Armada y ello hizo que Eugenio tuviera que viajar bastante durante su infancia y su juventud. Estudió en Vigo, Madrid y Barcelona. En 1931 volvió a Madrid y fue entonces cuando comenzó a interesarse por los estudios naturalistas. Conoció a Ignacio Bolívar, que trabajaba en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid y había encabezado una auténtica renovación de los estudios biológicos en España, especialmente los relacionados con la entomología. Ello fomentó el interés de Morales por los insectos y por los trabajos de campo, y colaboró enormemente con Bolívar en la determinación y el estudio de muchas especies de ortópteros, en los laboratorios del Museo, además de realizar algunos estudios sobre vertebrados.

De todos los grupos de insectos que estudió, fueron los del orden Ortópteros (grillos, saltamontes, langostas, mantis) los que más investigó. De hecho, a él se debe la existencia de dos géneros nuevos (Bolivaremia y Pseudoglauia) y sus respectivas especies y subespecies, que alcanzan la cuarentena. También describió dos nuevas especies de musarañas del género Crocidura y una subespecie de gacela (Gazella dama lozanoi).

Exploró casi toda la Península Ibérica recopilando datos y realizando importantes trabajos científicos, la mayoría de los cuales fueron publicados en el Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Antes, en 1932, al poco de haber iniciado su carrera en Ciencias Naturales por la Universidad Madrileña (que no completaría hasta 1947), había llevado a cabo el primer viaje científico a Marruecos.

Pero la labor científica y los estudios de este gran naturalista quedaron paralizados a consecuencia de la guerra civil española, que comenzó en 1936. Una consecuencia de ésta fue su expulsión del Museo, lo que le hizo poner rumbo a nuevos horizontes. Así, entró a formar parte del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA), realizando sus primeros trabajos en la sede que éste tenía en Almería, en la Estación Fitopatológica; y tanto allí como en el INIA de Madrid, contribuyó a la formación de otros entomólogos de renombre, como el valenciano Antonio Garrido Vivas, sobre todo en lo referente al estudio de plagas de insectos.

En la década de 1940 sus principales estudios tuvieron lugar fuera del territorio español. Entre los más importantes se encuentra el estudio de la langosta y sus plagas, que acechaban a varias zonas de Marruecos, a Mauritania y Argelia. Sus interesantes trabajos sirvieron para que, diez años más tarde, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) delegara en él la resolución del problema de la langosta en México y en América Central; caso en el que trabajó durante cinco años. En 1956 fue nombrado Asesor Técnico de la FAO para la "Conferencia mundial sobre la Langosta del Desierto".

Su trabajo de mayor trascendencia y que le proporcionó el mayor éxito científico fue el descubrimiento, en 1945, de una colonia de unas veinte focas monje (Monachus monachus), en la península de Cabo Blanco (Sáhara Occidental - Mauritania), concretamente en Río de Oro. Éstas constituían el último reducto poblacional de esta especie, que hasta entonces ningún zoólogo había conseguido encontrar. Hoy día, es el núcleo poblacional de foca monje mas numeroso del mundo, con entre 150 y 250 ejemplares, de los 400 o 500 que quedan en todo el mundo.

Eugenio Morales ha sido Secretario General del Instituto Español de Entomología, socio de honor de la Sociedad Española de Entomología Aplicada (SEEA), y Doctor "Honoris Causa" por la Universidad Autónoma de Madrid en 1997. Su labor ha sido reconocida internacionalmente y ha impartido conferencias por todo el mundo. Se jubiló oficialmente en 1983, aunque continuó realizando sus trabajos.

Escribió sus memorias en la obra Memorias de un naturalista, editada en el año 2001 por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, y en la que promulga un requisito imprescindible para cualquier buen naturalista, su trabajo de campo.

Autor

  • 0204 María Isabel Bermejo Bermejo.