Moragas i Barret, Francesc (1868-1935).
Banquero español nacido en Barcelona el 13 de diciembre de 1868, ciudad que le vio morir el 27 de marzo de 1935. Fue fundador de la Caja de Pensiones para la Vejez y Ahorros de Cataluña y Baleares, hoy conocido como La Caixa.
Procedente de una familia con tradición de abogados y de clase media alta, Francesc estudió siempre en los mejores colegios. Tras finalizar el bachillerato ingresó en la universidad para estudiar la carrera de Filosofía y Letras. Desde el primer año como universitario mostró cierto interés por la política social. Sobre todo durante esta etapa como estudiante, redactó numerosos trabajos sobre seguros y previsión social. Posteriormente, para seguir la tradición familiar, decidió estudiar también la carrera de derecho.
En sus escritos, tanto de su época universitaria como posteriores, manifestó su interés por las cuestiones sociales. Una de sus ideas principales era que contra las acciones obreras, cada vez más violentas, en lugar de la represión, que era la solución más difundida en los círculos burgueses, había que mejorar la situación de los trabajadores desde las propias instituciones.
Inmediatamente después de finalizar sus estudios de derecho, su padrastro falleció. Francesc fue el heredero de su despacho y de la gerencia y dirección de la revista Los Seguros, la más prestigiosa en España sobre ese sector. La situación en esos años de transición del siglo XIX al XX se caracterizó por la radicalización de las protestas de los obreros, como los atentados ocurridos en el Liceo y el Canvis Nou (1893 y 1896, respectivamente). Sin embargo, la culminación de estos enfrentamientos se produjo en 1902, cuando se convocó una huelga general. Moragas vio aquí un momento muy apropiado para la propagación de sus ideas. Propuso que se creara una cuestación abierta para las víctimas de la huelga, que se saldó con varios muertos y más de cincuenta heridos.
Esta compensación por las víctimas no se quedó ahí, sino que la propuesta de Moragas era que los fondos sobrantes se dedicasen a la creación de una caja de pensiones. Éste fue el embrión de lo que hoy es la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona, La Caixa. Moragas fue el redactor del proyecto, que vio la luz el 26 de enero de 1904 cuando fue inaugurado por Alfonso XIII. Sin embargo, no se abrió al público hasta un año más tarde. Este tiempo fue suficiente para que además se acumularan los ahorros de los obreros. El objetivo de la Caja era asegurar las pensiones de obreros y empresarios una vez se habían jubilado. Con una rentabilidad un poco baja, la ventaja que ofrecía era la seguridad de la inversión.
Poco a poco, la Caja fue generando mayor volumen de negocio. Desde su fundación, Moragas estuvo compatibilizando su dirección con la Secretaría del Fomento del Trabajo Nacional. Pero a partir de ese año, la prosperidad de la Caja exigía su dedicación exclusiva, hecho que se produjo a partir de 1908.
Originariamente, la Caja se creó con el objeto de satisfacer las pensiones de vejez. La realidad era que el volumen de ingresos para este fin era prácticamente inexistente en comparación con lo ingresado en las cuentas de ahorro (setecientas mil pesetas frente a catorce millones y medio). Este crecimiento reclamaba una expansión y así, en 1920, con más de noventa millones en cuentas de ahorro, se llegaron a abrir 22 sucursales por Cataluña y Baleares y llegaron a copar el 45% del ahorro acumulado por las cajas catalanas.
Sin embargo, la idea originaria de Moragas se había difuminado. Contra esto, presionó para que se llevara a cabo la fundación del Instituto Nacional de Previsión (INP). Por su parte fue, desde el principio, el creador de la Obra Social (financiada a través de los beneficios de la Caja que se revertían en esta Obra Social), al principio con acciones muy modestas, aunque más adelante adquirió gran solidez. Centrada en las áreas asistencial y cultural, esta institución ofrecía servicios médicos, y también se creó el Instituto de la Mujer que trabaja, asilos o bibliotecas. Cuando llegó 1935 la expansión de La Caja era imparable; ese año llegó a un saldo de ahorro que suponía el 25% del de todas las cajas españolas.
Con oficinas en Cataluña, Baleares, Madrid y Andorra, la Guerra Civil Española separó la entidad en las dos zonas de la contienda. Al finalizar el conflicto, se la despojó de su condición de colaboradora para la gestión de los Seguros Sociales. Tras todos estos años, La Caixa se sitúa entre las cinco entidades bancarias más importantes de España.
RUF
