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PinturaBiografía

Montecino, Sergio (1916-1997).

Pintor chileno, nacido en Osorno el 17 de enero de 1916 y fallecido en Santiago el 14 de noviembre de 1997, Premio Nacional de Arte en 1993 y miembro destacado de la denominada Generación del 40, fue autor de una obra pictórica estrechamente ligada al paisaje de su país además de un notable retratista, erigiéndose a lo largo del siglo XX en una de las figuras más relevantes de la cultura y las artes plásticas chilenas.

Sergio Montecino se trasladó a Santiago a comienzos de los años treinta para cursar derecho en la universidad de la capital chilena, pero pronto abandonó dichos estudios y se consagró por entero a su vocación artística. En la Escuela de Bellas Artes estudió dibujo con el maestro Augusto Eguiluz, y en los talleres de arquitectura ejerció como ayudante de Camilo Mori. Obtenida la graduación, viajó a Brasil para completar estudios (1944) y en 1956 obtuvo una segunda beca para formarse en Italia, país donde obtuvo dos importantes galardones: el Premio Via Frattina de la galería La Feluca (Roma,1957) y el Premio del ENTE Nacional de Turismo (Roma, 1957). A su regreso a Chile fue nombrado profesor de pintura de la Escuela de Bellas Artes, centro en el que ejerció la docencia hasta su jubilación.

Junto a Israel Roa, Carlos Pedraza, Ximena Cristi, Fernando Morales o Maruja Pinedo, entre otros, Montecino integró la Generación del 40 chilena y posteriormente el llamado "Grupo de los Cinco", formado además de él mismo por Aída Poblete, Matilde Pérez Cerda, Ramón Vergara Grez y Ximena Cristi, con quienes expuso por primera vez en 1953 en la sala del Instituto Chileno Francés de Cultura. Desafortunadamente, en 1969 fue noticia por ser uno de los artistas que más obras perdieron en el incendio de los talleres de la Escuela, alrededor del centenar. Al año siguiente fue el artista elegido por la Universidad para participar en un intercambio con la Universidad Karl Marx de Leipzig (República Democrática Alemana).

Junto a su labor creadora y docente, Montecino desarrolló una intensa actividad como escritor y crítico de arte. Trabajó como articulista habitual de las revistas especializadas La Hora y especialmente Pro Arte, de la que también fue cofundador, y escribió dos libros sobre la materia: Pintores y escultores de Chile (1970) y Entre músicos y pintores (1985). A lo largo de su carrera, recibió en su país numerosos reconocimientos además de los ya citados, entre otros el Primer Premio y Premio Federación de Artistas Plásticos de la Escuela de Bellas Artes (Santiago, 1940); el Segundo Premio del Salón de Primavera de Santiago (1941); el Premio de Estímulo del Salón de Verano de Viña del Mar (1942); el Primer Premio del Salón Oficial del Museo de Arte Contemporáneo (Santiago, 1949); el Primer Premio del Concurso El Paisaje en Chile (Instituto Chileno Norteamericano,1950); el Premio República del Perú de la primera Bienal Hispano-Americana de Arte (Madrid, 1951); el Premio del Certamen Van Buren (1953); el Premio de la Universidad de Concepción (1958); Primer Premio del Concurso CRAV (1960 y 1962); la Medalla de Oro del Salón Oficial de Otoño de Valparaíso (1963); y el Premio Nacional de la Crítica de Arte (1988).

Sergio Montecino formó parte de una generación de artistas que en el aspecto formal de la obra buscó nuevos caminos de expresión a través del color, elemento que adquiere un protagonismo central en detrimento de la representación detallista y objetiva. En efecto, las pinturas de Montecino resaltan por las vivas y extensas manchas de colores aplicadas con una pincelada ágil y espontánea, que en conjunto forman un crisol de gran intensidad cromática. Asimismo, se establece una especial relación con las formas, las cuales tienden a la síntesis cuando no a su total transformación respecto al modelo, incluso en sus retratos humanos (Autorretrato con paleta). En cuanto a la temática, el artista encontró en los paisajes naturales de su país, y en menor medida los urbanos, un motivo de constante inspiración; así, la variedad y belleza de las montañas, campos, costas y pueblos de su tierra natal son retratados con una particular emoción que cabe calificar como plenamente expresionista. Entre sus cuadros más representativos se encuentran Paisaje, La Laguna, Playa y Paisaje de Osorno.

Autor

  • 0202 MAH