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Artes industrialesBiografía

Montana, Claude (1949-VVVV).

Modista y diseñador francés, nacido en París en 1949, hijo de padre alemán y madre española. En cuanto finalizó sus estudios se fue a vivir a Londres, entonces meca de la modernidad y de las trasgresiones estéticas y allí realizó su primera colección, compuesta de joyas realizadas en papel-minché y piedras de colores, que fue considerada un éxito por la prensa especializada de la capital británica.

En 1971 regresó a Francia y colaboró con distintas firmas de pret-á-porter en París y en Milán, hasta que, en 1976, un español, Juan Ferrer, presidente de Ferrer y Sentís, le dio la posibilidad de expresarse libremente, cuando todavía era un completo desconocido en el panorama de la moda internacional. En Barcelona tuvo la oportunidad de firmar sus propias colecciones y venderlas en multitud de tiendas españolas.
Tres años más tarde, Montana creó en París su propia sociedad, de la que él es presidente y, desde entonces, las cosas le han ido cada vez mejor. Hoy su facturación ronda los noventa millones de dólares y tiene una red de distribución que abarca más de seiscientos puntos de venta en todo el mundo, de los cuales más de quince son tiendas exclusivas. Sus patentes incluyen perfumes, accesorios de moda, zapatos y joyas y en su país se le reconoce como uno de los creadores más dotados de su generación, como un nuevo Yves Saint-Laurent.
Sus primeras colecciones eran frías y duras, algo que él atribuye a las influencias de los movimientos sociales del mundo, pues eran los tiempos en que empezaba a fraguarse el punk y el cuero, y el negro llenaban las calles. Creaba líneas estrictas, lo que llegaría a ser denominado corte a gillette, carecía de moldes o modelos y más que en el cuerpo femenino, pensaba en esculturas. Le interesaba la creación en sí, en toda su pureza, sobre el papel, inspiraba en lo absoluto y sin ninguna aplicación a la vida cotidiana.
Poco a poco fue evolucionando e interesándose por el cuerpo femenino, pues asimiló que no existe un verdadero creador si sus diseños no se pueden llevar y, es por eso, que cada vez sus creaciones se adaptan más al cuerpo femenino.
En un principio dedicó especial atención al cuero, por considerarlo una materia extremadamente sensual. Luego llegó una etapa más romántica, más dulce y relajada, que provoca sensaciones más cálidas y calmadas y ahora, en sus propias palabras, busca formas aéreas y flotantes..., sencillez y calor.
Dos son las características que definen su línea: el corte y el color. Reconoce que lo que más le importa es el patronaje y por eso adora a Balenciaga, al que considera un maravilloso técnico del corte. En cuanto al color, sus colecciones poseen una vivacidad increíble y es que, según él mismo afirma, nunca empieza una colección pensando en los vestidos, sino en el colorido, pues opina que es fundamental para la mujer, ya cansada del negro y el gris.
El Blue Montana es su color estandarte, un azul brillante y fuerte que él define como un homenaje al pintor Ives Klein, quien pintaba sus cuadros de un solo color.
Es un amante del arte contemporáneo y la arquitectura interior y como ejemplo de lo dicho no hay más que observar el diseño de su frasco de perfume, una auténtica escultura al servicio de la esencia.
Entre sus diseñadores favoritos, adora a Balenciaga, Dior, Kenzo, Miyaké y el eterno Saint-Laurent.
En julio de 1990 recibió en París el dedal de oro de la alta costura francesa por su colección de Invierno 91 y, en enero del año siguiente volvió a recibir el mismo galardón por su colección para el Verano del 91.

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  • Enciclonet