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HistoriaBiografía

Mina Larrea, Javier (1789-1817).

Guerrillero español, nacido el 1 de julio de 1789 en Otano (Navarra) y fusilado el 11 de noviembre de 1817 en Guanajuato (México).

Vida

Dirigió las algaradas universitarias de Zaragoza contra Godoy en 1808. En la Guerra de la Independencia sirvió en el Ejército de la Izquierda, a las órdenes de Aréizaga y Blake y participó en las batallas de Alcañiz, María y Belchite, durante los meses de mayo y junio de 1809. Comandante de las guerrillas, en el otoño de ese mismo año la Junta Central le regaló una bandera de combate. A lo largo de siete meses desarrolló numerosas acciones que dificultaron el despliegue de los ejércitos franceses en Navarra y Aragón. El emperador Napoleón ordenó su captura y destinó un importante contingente de soldados y gendarmes a su persecución, que logró finalmente en Labiano a finales de marzo de 1810. Había llegado a organizar una división, el Corso Terrestre de Navarra, compuesta de más de mil doscientos soldados de a pie y a caballo. Entre sus lugartenientes figuraban guerrilleros tan conocidos como Gregorio Cruchaga y Félix Sarasa (Cholín). A los veintiún años era un joven robusto, atractivo y valeroso, dotado de un gran sentido de la disciplina, la caballerosidad y el honor.

Al caer prisionero de los franceses, Napoleón decidió fusilarlo de inmediato, pero las solicitudes de clemencia de los oficiales franceses a los que había liberado en varias ocasiones impidieron su ejecución. Se optó por mantenerlo vivo y fue enviado a París en calidad de "preso de Estado", en Francia permaneció en el castillo de Vincennes hasta la primavera de 1814. Durante el tiempo que estuvo prisionero convivió con Victor Lahorie, general republicano enemigo de Napoleón, que le convirtió al liberalismo radical y le enseñó francés, matemáticas y arte militar, a la vez que frecuentaban la biblioteca del castillo y leían a los clásicos griegos y latinos.

Derrotado Napoleón, regresó a España en mayo de 1814 y se reunió con su tío Francisco Espoz, convertido en mariscal de la División Navarra. Espoz, más conocido como "Espoz y Mina" o como el "general Mina", había adoptado el apellido del sobrino cuando le sucedió en el mando de las guerrillas en 1810. En compañía de su tío, sobre el que ejerció una notable influencia ideológica, Francisco Javier visitó Madrid en julio de 1814; juntos conocieron y conspiraron con algunos generales, en su mayoría de origen guerrillero, como Porlier, Lacy, Juan Martín Díaz, el Empecinado, Villacampa, Renovales y otros. En Madrid se gestaron los levantamientos liberales que, entre 1814 y 1820, se enfrentaron al absolutismo fernandino.

Al fracasar el pronunciamiento de Pamplona, en septiembre de 1814, Javier Mina se exilió en Francia y posteriormente en Inglaterra, adonde llegó a finales de abril de 1815. En Londres conoció a Blanco White y se relacionó con los liberales españoles (Flórez Estrada, Puigblanch, Istúriz, Gallardo, Cabarrús y Sardino), hispanoamericanos (Bello, López Méndez, Sarratea, Fajardo, Mier y Fagoaga) y los whig ingleses (Lord Holland y Lord Russell) y consiguió el apoyo británico al levantamiento de Porlier en Galicia (1816) pero, al conocer su fracaso, aceptó el ofrecimiento de encabezar una Expedición Internacional, en ayuda del cura Morelos y el Congreso Mexicano, en la lucha por la emancipación de las provincias de América.

La Expedición estuvo financiada por comerciantes y políticos británicos, españoles y americanos y permitió a Mina partir de Liverpool el 15 de mayo de 1816, a borde del barco "Caledonia", con bandera inglesa, colmado de material y provisiones de guerra. En Estados Unidos, adonde llegó después de una larga y complicada travesía el 1 de julio, contó con la ayuda del general Winfield Scott, joven héroe de guerra norteamericano, así como con la tolerancia del presidente James Monroe y la colaboración de los "patriotas" hispanoamericanos Pedro Gual, representante de Bolívar en Estados Unidos; el comerciante novogranadino Manuel Torres; el oficial Mariano Montilla, que había servido a las órdenes de Bolívar; Miguel de Santa María, más tarde embajador de Colombia en el México republicano; el poeta cubano Joaquín Infante, y a tantos otros.

Entre julio de 1816 y abril de 1817 se dedicó al alistamiento, organización y disciplina de una fuerza que tituló División Auxiliar de la República Mexicana, mientras se desplazaba por las ciudades de la costa este y viajaba a Puerto Príncipe, para tratar de convencer a Simón Bolívar de que le siguiera a Nueva España. En Estados Unidos el embajador de España Luis de Onís logró establecer una red de espionaje, dirigida por el padre Antonio Sedella y el recién convertido Mariano Picornell, con el apoyo de los consulados españoles. Gracias a la traición de José Álvarez de Toledo, ex diputado en Cádiz, que había contado hasta entonces con la confianza de Morelos y el Congreso Mexicano, Onís desplegó un amplio esfuerzo para impedir el éxito de Mina.

Mientras preparaba la expedición, redactó una proclama en la que decía: "Yo no puedo apartar mi gloria de la de mi Patria; vengo a libertarla en las Américas. Que todo el que ama a su Patria se me reúna. Yo no hago la guerra más que al tirano de la España... el que quiera se fiel a su Nación, a Dios a quien juró guardar la Constitución, según la cual la soberanía reside esencialmente en la Nación, júntese a mí, libertemos esta parte de la Nación, vindicando sus derechos y la parte de allá conseguirá lo suyos".

Acompañado de trescientos oficiales y especialistas, desembarcó en las playas de Soto la Marina el 21 de abril de 1817 sin encontrar resistencia. Desgraciadamente llegó a México muy tarde: Morelos capturado y fusilado y el Congreso mexicano disuelto, anunciaban el fracaso del movimiento independiente. Mientras, el nuevo virrey Ruiz de Apodaca, recién instalado, desplegaba un inmenso esfuerzo pacificador. A pesar de tanta adversidad, conectó con los núcleos más importantes de la resistencia, en las comarcas de Guanajuato y Michoacán (gobierno provisional de la República Mexicana de Xauxilla), logró brillantísimas victorias sobre los ejércitos realistas, desplegó una estrategia guerrillera que recordaba sus triunfos juveniles e intentó la liberación de la ciudad de Guanajuato, a la que pretendía convertir en baluarte de una zona liberada. Finalmente, cayó preso y fue pasado por las armas el 11 de noviembre de 1817.

En sus últimos escritos y mensajes políticos, en gran parte dirigidos a los "navarros y españoles todos", afirmó con gran clarividencia: "Vosotros debéis renunciar a la esperanza de volver a la destruida tiranizada España; reputar á la América como a vuestro suelo natalicio; uníos con sus propios hijos y dad con ellos la sonorosa voz de independencia... Esta justa resolución economizará la sangre de los hombres; asegurará vuestra vida e intereses; os dará el derecho de ciudadanos; acabará con los males de la guerra; abatirá el despotismo de Fernando y entonces todos, europeos y americanos, contribuiremos a la felicidad de la España, la arrancaremos de la servidumbre de los Borbones y la pondremos en manos de nuestros compatriotas... Juntad vuestros brazos y vuestro espíritu con el de los americanos y entonces toda la Europa dirá que sois hijos dignos de la antigua España y que vuestro nombre debe ser verdaderamente inmortal".

Blanco White en 1824, recordando a Mina en Londres, escribió: "Así acabó su breve pero brillante carrera esta magnánimo joven [...] Tempranos y dignos de mejor suerte fueron los grandes méritos que contrajo luchando contra la tiranía. Su nombre será grato a los amantes de la libertad". El historiador mexicano Lucas Alamán recordó años más tarde que "Mina era de gallarda presencia, agradable trato y poseía en grado eminente el arte de ganar el afecto de los soldados y de todos cuantos se le acercaban. Fue un relámpago que iluminó por poco tiempo el horizonte mejicano".

Bibliografía

  • GARCÍA PÉREZ, Antonio. Javier Mina y la independencia mexicana. Madrid, 1909.

  • GUZMÁN, Martín Luis. Mina el Mozo, héroe de Navarra. Madrid, 1932.

  • ................................ Javier Mina, héroe de España y de México [2ª ed.]. México, 1955.

  • JIMÉNEZ CODINACH, Guadalupe. La Gran Bretaña y la Independencia de México. México, 1991.

  • MIQUEL I VERGÉS, José María. Mina, el español frente a España. México, 1945.

  • ORTUÑO MARTÍNEZ, O. Xavier Mina, un liberal español y su intervención en la independencia de México. Madrid: Universidad Complutense, 1998. [Tesis doctoral]. Existe un resumen de esta obra publicado por la Universidad Pública de Navarra, Pamplona, 2001.

  • RIBERA DE LA TORRE, Antonio. Francisco Javier Mina y Pedro Moreno, caudillos libertadores. México, 1917.

  • ROBINSON, Williams D. Memorias de la Revolución de Méjico y de la expedición del general F. Javier Mina. Londres, 1824.

Autor

  • MOM