Mills, Magnus (1954-VVVV).
Narrador británico, nacido en Birmingham en 1954. Poseedor de una prosa llana, amena y diáfana que llega de forma muy directa a los lectores, su nombre saltó a los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo en 1998, después de que se alzara, con su primera novela, con el primer premio de narrativa en lengua inglesa McKitterick Prize, uno de los más prestigiosos de cuantos se convocan en el Reino Unido. Se trata de la novela titulada -en su versión española- El encierro de las bestias (Barcelona: Muchnik, 1999), cuya mayor novedad, al margen de la grata sorpresa que causó entre críticos y lectores británicos su excelente calidad literaria, estribaba en que era producto de los ratos de ocio no sólo de un autor novel, sino de un mero aficionado a la literatura, ajeno por completo a los entresijos del complejo mundo editorial del Reino Unido.
En efecto, Magnus Mills era por aquel entonces un modesto conductor de autobús muy aficionado a la lectura, que en un momento dado pensó -según reconoció después de que le entregaran el premio- que no debía de ser muy difícil escribir una buena novela. Su triunfo en el McKitterick Prize no obedeció a una circunstancia tan fortuita -y, por lo demás, tan poco probable- como que no optase a la consecución del premio ninguna otra novela de calidad, como quedó patente en el hecho de que El encierro de las bestias ganase también, al poco tiempo de haber salido de la imprenta, otros dos galardones tan relevantes como el Booker Prize (otorgado al mejor libro ya publicado) y el Whitbread (destinado a reconocer los valores literarios de una opera prima).
En el año 2000, este escritor autodidacto volvió a los anaqueles de las librerías con una segunda entrega narrativa, Sin novedad en el Orient Express, caracterizada también por su aparente sencillez, su humor hilarante y, en este caso, por presentar un final digno de las mejores fábulas morales. Esta segunda obra del autor de Birmingham, recibida con no menos expectación que su primera novela por parte de críticos y lectores, se convirtió asimismo en uno de los libros más vendidos en el Reino Unido durante el año de su aparición, si bien no alcanzó la repercusión nacional e internacional que llegó a tener El encierro de las bestias, que en poco menos de doce meses fue traducida a más de quince idiomas. Como ya hiciera en su primera y sorprendente entrega narrativa, Mills vuelve a situar la acción de Sin novedad en el Orient Express en un espacio rural, para analizar con sutileza e ironía (y, en ocasiones, con inquietantes dosis de humor negro) las situaciones cotidianas que se producen en las vidas de unos personajes caracterizados, sobre todo, por las conversaciones que mantienen entre sí. Al final, la maestría de Magnus Mills a la hora de sacar partido de estas situaciones hilarantes acabar por crear, en una ambientación de lo más prosaica y cotidiana, una extraña atmósfera cercana a la extrañeza surrealista.
