Melo, Juan Vicente (1932-1995).
Narrador mejicano, nacido en Veracruz en 1932 y fallecido en su ciudad natal en 1995. Cursó estudios superiores de Medicina en su país, y posteriormente los amplió en Francia, en donde se especializó en dermatología. Sin embargo, su vocación más acusada fue la que venía marcada por su pasión literaria, que desde muy joven le impulsó a escribir obras de ficción, casi siempre dentro de ese género de narrativa breve en el que acabaría consagrándose como un consumado maestro. Además, su afición a la música le permitió colaborar, en calidad de crítico, en numerosos suplementos culturales.
Durante algún tiempo trabajó como redactor en la revista de la Universidad de México, lo que le permitió establecer contactos con los principales autores de su generación, entre los que resulta obligado mencionar a Sergio Pitol, Juan García Ponce, Salvador Elizondo e Inés Arredondo. Posteriormente, apareció ligado al movimiento cultural de La casa del Lago, y publicó numerosas colaboraciones en la Revista Mexicana de Literatura durante los años sesenta.
Cultivó con gran brillantez -como ya se ha apuntado anteriormente- el género cuentístico, en el que dejó algunas piezas insuperables. En todos sus relatos, dominados por un acusado acento dramático que suele desembocar en el más puro pesimismo, aparece una asombrosa mezcla entre lo prosaico de la realidad cotidiana y lo maravilloso de la ficción literaria. Sus principales recopilaciones de cuentos son las siguientes: La noche alucinada (1956), Los muros enemigos (1962), Fin de semana (1964), El festín de la araña (1966) y El agua cae en otra fuente (1988).
Además, Juan Vicente Melo fue autor de varias narraciones extensas, entre las que resulta obligado destacar la novela titulada La obediencia nocturna (1969), obra que fue descrita por el influyente crítico literario Cristopher Domínguez como "un artefacto metafísico donde el mal trabaja como eje de las cosas, induciendo a los hombres a doblegarse en la alucinación y en los paraísos artificiales". A estas obras extensas hay que sumar su Autobiografía.
JRF.
