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HistoriaBiografía

Mehmet II, el Conquistador (ca. 1430-1481).

Sultán turco nacido en 1429 o 1430 y fallecido en Rodas (Grecia) el 3 de mayo de 1481. Debe su apodo, el Conquistador (Fâtih-el-Istânbul, 'el conquistador de Constantinopla'), a ser el dirigente islámico que acabó con el Imperio bizantino después de conquistar la mítica e indestructible Constantinopla (1453), lo que supuso el comienzo de una época de esplendor en el Imperio otomano.

Mehmet II era hijo del anterior sultán, Amurates II, quien abdicó en 1443 para dejar el trono a su hijo Mehmet, el cual, con apenas catorce años de edad, y a pesar de su educación política y militar, se vio incapaz de controlar las intrigas palaciegas de la aristocracia otomana, por lo que Amurates II volvió a retomar el poder para pacificar a la levantisca nobleza turca. En el año 1451, tras la muerte de Amurates, Mehmet, que se hallaba en una campaña militar fuera de Turquía, regresó para ocupar el trono definitivamente, y enseguida se puso a trabajar para el que sería gran objetivo de su reinado: la conquista de Constantinopla.

Con una tremenda habilidad negociadora, puso al corriente de sus planes a varios países europeos, en especial Hungría y la poderosa república marítima de Venecia, con quienes firmó acuerdos de cooperación y, sobre todo, se aseguró su neutralidad ante el conflicto. Por si acaso los europeos no cumplían con lo pactado, varios de sus generales, al frente de pequeñas tropas militares, se hicieron fuertes en Tracia y Macedonia, y lucharon contra los balcánicos pero, sobre todo, impidieron el paso por el Bósforo a cualquier contingente militar que pretendiese ayudar a los bizantinos. Posteriormente, en abril de 1453, un poderoso ejército de más de 250.000 hombres puso sitio a la ciudad e hizo que la legendaria inexpugnabilidad de ésta cayera con estrépito el 29 de mayo del mismo año. Ante el hambre y las dificultades, ya que Mehmet había cortado cualquier entrada de alimentos y de agua al recinto amurallado, los bizantinos rindieron la ciudad, que fue saqueada por las tropas otomanas durante tres días. Posteriormente, Constantinopla se convirtió en la capital del imperio turco, y fue reconstruida por orden de Mehmet, el cual aprovechó las iglesias cristianas para convertirlas en mezquitas para el culto islámico.

Lejos de contentarse con ello, Mehmet prosiguió su actividad de expansión por los Balcanes, y logró hacerse con el control de la mayoría de islas del Egeo entre 1454 y 1455 (salvo Lesbos, que resistió hasta 1461). Desde allí, las tropas otomanas, dirigidas por Mehmet, emperador y jefe del ejército, sitiaron Belgrado en el 1456, pero fueron derrotados por el voivoda húngaro Yván Huinyadi, capitán de las tropas del rey Vladislav VI. Tras el revés sufrido en los Balcanes, Mehmet II intentó apoderarse de Albania, pero fue derrotado por una coalición de húngaros y kosovares en su marcha hacia el antiguo puerto romano de Dirrachium (actual Durresi); es bastante posible que los venecianos alertasen a sus vecinos de las expectativas de Mehmet, pues el pacto de no intervención que habían firmado ambos estados no preveía, al menos por parte veneciana, que el sultán otomano desviase su campo de acción hacia los Balcanes.

No obstante, las diferentes derrotas sufridas no amilanaron al Conquistador, y en 1459 conquistó Grecia central, en 1460 el imperio serbio de Trebisonda y, entre 1462 y 1470, se hizo con el control de las importantes regiones de Valaquia, Caramania y, en especial, del estrecho de Negroponto, un enlace vital en las comunicaciones entre la Europa continental y Asia menor. En 1472 tuvo que regresar, con sus tropas, a Asia debido a que los persas habían invadido Capadocia y amenazaban con controlar esta región, desde donde podían complicar la propia capital imperial, Estambul. Mehmet II venció a los persas, construyó nuevas defensas para Estambul y fundó un colegio militar en la capital para instruir a futuros oficiales del ejército que defendiesen el territorio en su ausencia. Desde sus bases continentales, los otomanos, siempre dirigidos por Mehmet II, asolaron en los siguientes años las regiones de Carintia, Estiria, Eslovenia y Croacia, hasta llegar a los mismos límites de Venecia y Hungría, estados que rápidamente se dispusieron a negociar con el poderoso sultán. De esta forma, en 1479 Venecia y el Imperio Otomano firmaron una paz totalmente beneficiosa para Mehmet, ya que conservaba Negroponto (arrebatado a Venecia) y también se le cedía la región fronteriza de Scutari, nexo de unión entre la república adriática y los Balcanes superiores.

A partir de esa fecha, la expansión turca por el Mediterráneo fue en constante aumento, y logró conquistar regiones que anteriormente se habían resistido, como Albania o Bosnia, además de abrir el camino de la expansión por el este, después de controlar Moldavia y Georgia. Los venecianos, impotentes ante el poderío militar de su enemigo, sufrieron otro duro golpe en 1480 con la toma de Otranto, puerto y canal de comunicación entre los mares Adriático y Jónico. A finales de ese mismo año fue rechazado su intento de conquista de Rodas, pero Mehmet, lejos de rendirse, regresó a Estambul para descansar y preparar nuevas tropas. Al año siguiente, mientras que intentaba, de nuevo, conquistar la isla mediterránea, falleció sin que se conozcan exactamente las causas. El respiro para venecianos, genoveses y, en general, toda la Europa cristiana fue grande, puesto que el ansia territorial del caudillo otomano no tenía fin, así como su valía militar. Su sucesor, su hijo Bayaceto II, no tuvo la capacidad militar de su padre y prefirió, la mayoría de las veces, una buena negociación a empuñar las armas contra los cristianos, templando un tanto el omnímodo poder que su padre había ostentado en el Mediterráneo. Además de su labor expansionista, Mehmet II también fue un gran protector de las artes y las ciencias, así como el iniciador de la reforma de la administración central otomana, así como el más grande constructor de mezquitas en la ciudad, lo que le dio fama en su tiempo y para la posteridad. Constantinopla ya siempre sería llamada por su nombre árabe, Estambul, después de la conquista de Mehmet II.

Castillo de Mehmet el Conquistador. Estambul (Turquía).

Bibliografía

  • CAHEN, C. El Islam. Desde los orígenes hasta el comienzo del Imperio otomano. (Madrid; Siglo XXI, 1972).

  • OSTROGORSKY, G. Historia del Estado bizantino. (Madrid, 1983).

Autor

  • Óscar Perea Rodríguez