Martini, Carlo María (1927-2012)
Religioso italiano, cardenal y arzobispo de Milán, nacido en Orbassano (Turín) el 15 de febrero de 1927 y fallecido en Gallarate (Lombardía) el 31 de agosto de 2012, considerado uno de los personajes de mayor prestigio intelectual en la Iglesia Católica, fue Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en el año 2000.
En 1944 ingresó en la Compañía de Jesús y en 1952 fue ordenado sacerdote, a los 25 años, una edad muy temprana entre los jesuitas. Estudió Filosofía y Teología, materia en la que se doctoró en 1958 en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, con la tesis titulada Resurrección de Jesús en la teología actual. Continuó sus estudios en el Pontificio Instituto Bíblico. Convertido en un estudioso de las Sagradas Escrituras, en 1964 presentó una segunda tesis sobre el Testamento de San Lucas. Se convirtió en un especialista de la crítica paleográfica del Nuevo Testamento.
Fue profesor y posteriormente rector del Instituto Bíblico, en sustitución del padre Agostino Bea, que fue nombrado cardenal. Desempeñó este cargo durante nueve años, hasta que en 1978 fue llamado a dirigir la Pontificia Universidad Gregoriana, fundada por San Ignacio de Loyola, considerada como el centro intelectual de más prestigio de la Iglesia. Allí permaneció hasta diciembre de 1979, año en el que el papa Juan Pablo II lo nombró titular de la archidiócesis de Milán, la más grande de Europa y una de las mayores del mundo. Un año más tarde lo elevó a cardenal. Desde la sede milanesa potenció desde el primer momento el diálogo entre ateos y creyentes y entre las distintas religiones y fue un viajero incansable a través de todo el mundo.
En 1987 fue nombrado presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), sustituyendo en el cargo al cardenal Hume. Como tal, en mayo de 1990 presidió en Viena (Austria) una Conferencia de obispos europeos centrada en la reestructuración eclesiástica de los países del Este de Europa. Asimismo, en noviembre de 1991 presidió en Santiago de Compostela (España) el V Encuentro Ecuménico Europeo, en el que se estudiaron temas de referencia teológica, bíblica y la misión y evangelización en la Europa del momento. En diciembre de 1991 manifestó en el Sínodo de Obispos europeos, celebrado en el Vaticano, que la Iglesia debe salvar "la parte buena" de la doctrina marxista, sobre todo después de la caída del comunismo en el Este de Europa, cuestión que también abordó el arzobispo de Amberes.
En diciembre de 1992, el Pontífice reunió a los presidentes de las Conferencias Episcopales europeas para hacer balance después de un año de la celebración del Sínodo de obispos sobre Europa. Juan Pablo II manifestó su insatisfacción con la estructura del CCEE, presidido por el cardenal Martini, y expresó su deseo de dar entrada en el mismo a los presidentes de las Conferencias Episcopales Europeas, lo que lo haría "más completo" y "recibiría una nueva fuerza y más autorizada eficacia", sobre todo en un asunto fundamental, la "nueva evangelización" de Europa. Como consecuencia de las reformas introducidas en el CCEE, el 15 de abril de 1993 el cardenal Carlo María Martini abandonó la presidencia del citado organismo, que pasó a manos del arzobispo de Praga, Miroslav Vlk. Martini ni siquiera pudo participar como elector, ya que sólo los presidentes de Conferencias Episcopales pudieron hacerlo y de la Conferencia Episcopal Italiana el titular era el cardenal Ruini.
Como arzobispo de Milán, el 28 de febrero de 1994 fue el encargado de abrir oficialmente la parte diocesana del proceso de canonización del papa Pablo VI. En 1996 su nombre se barajó entre los posibles candidatos para sustituir al papa Juan Pablo II ante una recaída de éste a consecuencia de una apendicitis.
En 1998 la Universidad Pontificia de Salamanca presentó el libro del cardenal Martini Comunicar a Cristo hoy, que recoge una serie de cartas pastorales, que hasta ese momento no habían sido traducidas al castellano, sobre los medios de comunicación y el diálogo entre la fe y la cultura. En ese mismo año publicó junto a Umberto Eco ¿En qué creen los que no creen?, donde ambos autores intercambian opiniones sobre temas como la esperanza, o las limitaciones a la labor de la mujer dentro de la iglesia.
El 4 de junio de 1999 recibió una carta anónima con una bala y la estrella de cinco puntas, símbolo de la organización terrorista de extrema izquierda Brigadas Rojas (BR), en su interior. En mayo de 2000 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Por razones de edad, días antes de cumplir 75 años anunció su retirada.
