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HistoriaBiografía

Martínez Marina, Francisco (1754-1833).

Político español nacido en Oviedo, el 10 de mayo de 1754, y muerto en Zaragoza. el 25 de julio de 1833.

Hijo de Isidro Martínez y Micaela Francisca, cuya condición económica y social se ignora, después de cursar latín ingresa en la Universidad de Oviedo, en noviembre de 1769, donde recibe el grado de bachiller en Artes, en julio de 1772, cursando también el primer año de Teología, que terminó en la Universidad de Toledo, doctorándose en 1778.

En 1777 había obtenido una beca en el Colegio de San Ildefonso de Alcalá de Henares, donde en seguida fue bibliotecario y rector. En enero de 1781 fue canónigo, por oposición de San Isidro, Madrid, con honores de capellán del rey. Se dedicó en adelante al estudio de la Historia y otras materias, aunque tuvo que evacuar algunas comisiones por encargo del Consejo de Castilla: examen de ciertas obras, censor de periódicos, juez de oposiciones a cátedras y participación en 1788 en el expediente abierto en Zaragoza al famoso P. Cádiz por sospechas de herejía.

Académico de la Historia (1786) escribió una Oración gratulatoria, que se conserva manuscrita. En ella leyó su discurso sobre Las antigüedades hispano-hebreas convencidas de suposición y fábula, el 5 de agosto de 1796. Fue su director desde el 27 de noviembre de 1801 al 5 de noviembre de 1804, y bibliotecario desde 1804. Académico honorario de la Lengua, 14 de julio de 1797, y numerario desde abril de 1800. Redactó la parte de Álava en el Diccionario geográfico-histórico de España, de la Academia de la Historia, publicado en Madrid en 1802. La Academia determinó hacer una edición de las Partidas de Alfonso el Sabio y le encargaron el prólogo: éste es el origen del Ensayo histórico-crítico sobre la antigua legislación de los reinos de León y Castilla, publicado en Madrid en 1808.

El 28 de enero de 1811 José I le nombró miembro de la Junta de Instrucción Pública, aunque no parece que haya sido afrancesado activo. En El Español de Londres, 1810 y de nuevo en 1812, publicó su Carta sobre la antigua costumbre de convocar las Cortes de Castilla para resolver los negocios graves del reino, reproducida en Valencia en 1811. Siguió Discurso sobre el origen de la Monarquía y sobre la naturaleza del Gobierno español, para servir de introducción a la Teoría de las Cortes, (Madrid, 1813), Teoría de las Cortes o grandes Juntas nacionales de los reinos de León y Castilla, y Monumentos de su constitución política y la soberanía del pueblo, con algunas observaciones sobre la ley fundamental de la Monarquía española sancionada por las Cortes generales y extraordinarias, y promulgada en Cádiz a 19 de marzo de 1812 (Madrid, 1813), todos estos libros fueron muy influyentes en un sentido liberal y expansivo.

Tesorero de la Academia de la Historia, en 1814, y su presidente de nuevo, en 1816. Pero la envidia por una parte, y la alarma ante sus ideas por otra, decidieron la intervención de la Inquisición, que prohibió la Teoría y el Ensayo en noviembre de 1817. Contra esta censura escribió una Defensa publicada por primera vez en Madrid en 1861.

Académico de los Sagrados Cánones (febrero de 1818), en el mes de abril del mismo año el Rey le manda de canónigo a Lérida, sin que valiera de nada la petición de la Academia para conservarlo. Académico de Buenas Letras de Barcelona (junio 1818). En Lérida escribió la Historia civil y eclesiástica de Lérida, 1819, inédita.

Con la revolución de 1820, se trasladó a Madrid. Diputado a Cortes por Asturias, 1820-1822, habló poco en ellas, pero publicó su Discurso sobre las sociedades patrióticas, publicado en Madrid en 1820, defensa de su instituto. También en 1820 publicó su Juicio crítico de la Novísima Recopilación, por exigencia de Reguera Valdelomar, que se había sentido molesto por los juicios anteriores de Martínez Marina.

En febrero de 1822 fue hecho canónigo de San Isidro, doctor honorario por la Universidad de Oviedo y Académico de la Nacional, Sección de Ciencias Morales y políticas (1822-1823).

Con la reacción de 1823 fue desterrado a Zaragoza, privado de toda remuneración; si bien, para que no pereciese de hambre, el obispo de Lérida le asignó una pensión de 300 ducados anuales y la Academia de la Historia otra de 1.500. Allí en 1824 escribió sus Principios naturales de la moral, de la política y de la legislación, libro que fue publicado en 1933, basado en Destutt de Tracy, al que a veces simplemente traduce. Póstuma es también su Historia de la vida de Nuestro Señor Jesucristo y de la doctrina y moral cristiana, publicado en Zaragoza en 1832; y aún quedan una serie de obras inéditas.

Con frecuencia, ha sido acusado de haber inculcado en las Cortes medievales el espíritu liberal del siglo XIX; pero, cualquiera que sea la veracidad erudita de la cuestión, hay que contestar con el editor de la Defensa contra las censuras dadas por el tribunal de la Inquisición a sus obras...sobre la antigua legislación de España (Madrid, 1861), que sin los acontecimientos de 1808 no se hubiese publicado el Ensayo y sin los de 1820 se habrían recogido todos los ejemplares del Ensayo y de la Teoría, y su autor habría pasado todo lo más por un revolucionario díscolo.

Bibliografía

  • GIL NOVALES, Alberto: Las Sociedades patrióticas. Madrid: Tecnos, 1975.

  • POSADA, Adolfo: Estudio preliminar a Francisco Martínez Marina: Principios naturales de la moral, de la política y de la legislación. Madrid, 1933.

  • SUÁREZ, Constantino: Escritores y artistas asturianos. Madrid, 1936.

  • VENTURÍ, Franco: "Destutt de Tracy e le Rivoluzioni liberal", parte III de "Ricerche e note nei rapporti tra Russia e Occidente nel Sette e Ottocento". Rivista Storica Italiana, junio 1972, pp. 451-484.

A. GIL NOVALES.

Autor

  • Gil Novales.