Martínez, Manuel (1974-VVVV).
Atleta español, nacido en León el 7 de diciembre de 1974, campeón del mundo, de Europa y de España en lanzamiento de peso. Recordman nacional durante las décadas de 1990 y 2000, representa la máxima figura que ha dado el atletismo español en toda su historia en la disciplina de lanzamientos y es un claro integrante de la élite internacional gracias a su fenomenal progresión. Manuel Martínez combina la carrera deportiva con su otra gran pasión, el arte, y en concreto la escultura.
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- Manolo Martínez, campeón del mundo indoor [Birmingham, 2003].
La trayectoria deportiva de Supermanolo, como es conocido familiarmente, está plagada de títulos a nivel nacional; desde que comenzó a destacar, en categoría juvenil, este leonés no ha tenido rival dentro de España, dado el escaso nivel y tradición del lanzamiento de peso en el país. Entrenado por Carlos Burón en el Club Internacional de León, con dieciocho años ya lanzó por encima de los 19 metros, en 1992 consiguió los títulos nacionales juveniles en pista cubierta y al aire libre, además de sendos records, y en 1993, todavía en la categoría junior, conquistó sus primeros Campeonatos de España absolutos. Entre esta última temporada y el año 2001 se adjudicó todos los títulos nacionales en juego, tanto en pista cubierta como al aire libre, a excepción de 1999 donde estuvo ausente por lesión.
En febrero de 1994 superó por primera vez la barrera de los veinte metros, y esta misma temporada su progresión le llevó a superar varias veces su propia marca personal hasta situarla en 20,16; por entonces, sus marcas aún estaban lejos de los mejores especialistas del mundo, de forma que Martínez acudía a las grandes competiciones internacionales con escasas esperanzas de luchar por los metales. Ya en 1997 fue quinto en los Campeonatos en pista cubierta de París con un lanzamiento de 20,37 y al año siguiente alcanzó en Espinho (Portugal) los 20,50 metros, una marca que permitía soñar con mayores logros. Dos años después se quedó a las puertas de la medalla de bronce en los Mundiales en pista cubierta de Maebashi (Japón), al lanzar el peso hasta los 20,79, una nueva plusmarca nacional, y en los Juegos Olímpicos de Sydney de 2000 consiguió diploma olímpico tras finalizar en la sexta plaza, con una marca de 20,55 metros.
Por su juventud y calidad, todavía cabía esperar de él un salto cualitativo de mejora, que efectivamente se produjo en 2001, al acercarse varias veces a los 21 metros, barrera que superó finalmente el 13 de mayo en Valladolid con un lanzamiento de 21,04. Dos semanas más tarde su progresión se hizo evidente al establecer un nuevo récord nacional con 21,29 metros, distancia que le situaba definitivamente entre los mejores lanzadores del mundo y como un firme candidato para subirse al podio en los Campeonatos Mundiales de Edmonton de ese verano. Sin embargo, en dicha cita su mejor lanzamiento de 20,91 se quedó dos centímetros por debajo del finlandés Arsi Harju, que obtuvo la medalla de bronce. Repuesto de esta decepción, el 18 de agosto volvió a establecer una nueva mejor marca personal con 21,35 metros y, a continuación, se hizo con la medalla de oro en la Universiada de Pekín, con un lanzamiento de 20,91.
En los Europeos de pista cubierta celebrados en Viena en marzo de 2002, Martínez confirmó su autoridad con un lanzamiento de 21,26 metros, que le valió una nueva plusmarca española en pista y la medalla de oro del Campeonato. En una reunión atlética celebrada en junio en Madrid volvió a superar los 21 metros en dos lanzamientos y el 10 de julio en Salamanca batió de nuevo el récord nacional con 21,47 metros. Su progresión y los buenos registros de la temporada le convirtieron en favorito indiscutible para los Campeonatos de Europa al aire libre, disputados en Múnich, pero el concurso del atleta leonés fue decepcionante y quedó fuera del medallero.
Tras la frustración de Alemania, la recuperación de Manolo Martínez para la élite tardó en llegar y el comienzo de la temporada 2003 se complicó con una gastroenteritis aguda que influyó negativamente en el peso y la potencia de lanzamiento del atleta. En estas circunstancias, el lanzador leonés llegó a los Campeonatos Mundiales de pista cubierta de Birmingham sin etiqueta de favorito pero con optimismo suficiente para volver a colocarse en sus mejores marcas. Su concurso resultó impecable, cuatro de sus seis lanzamientos superaron los 21 metros y el último, que se marchó hasta los 21,24 metros, le concedió la medalla de oro y el título de campeón mundial indoor. Las dudas sobre su estado de forma llegaron nuevamente con la temporada veraniega, pues su concurso en las grandes citas no conseguía pasar de discreto. Los temores se confirmaron en el Campeonato Mundial de París, la convocatoria más importante del año, donde Martínez firmó la peor actuación de la temporada y ni siquiera logró clasificarse para la final.
Con todo, la temporada 2004 estuvo enfocada para Supermanolo casi exclusivamente en la preparación de los Juegos Olímpicos de Atenas. Antes, acudió a los mundiales celebrado en Budapest, donde acabó quinto. La gran cita olímpica tuvo lugar en un escenario muy especial: las ruinas de la antigua ciudad griega de Olimpia. Allí, Martínez puso todo su empeño en conseguir la ansiada medalla olímpica. Sin embargo, tuvo que conformarse con la infausta cuarta plaza que fue muy amarga para el lanzador leonés.
Ya en 2005 también hubo de conformarse con la tercera plaza en los Campeonatos de Europa de pista cubierta, celebrados en el remozado Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Martínez hizo un mejor lanzamiento de 20,51m.
En febrero de 2006 alcanzó una marca histórica para el atletismo español: se proclamó campeón por decimocuarta vez en pista cubierta, un hito que nadie había conseguido hasta ese momento.
MAH
