María, Reina de Hungría (ca. 1360-1395)
Reina de Hungría nacida hacia 1360 y muerta en 1395. Conocida como el rey María, gobernó durante unos pocos años y tras su matrimonio con Segismundo de Luxemburgo su papel quedó reducido al de consorte.
De la dinastía de Anjou de Nápoles, María fue la primogénita de Luis I el Grande de Hungría y de la reina Isabel, una eslava del sur. Fue la hermana mayor de Eduvigis. En un principio, su padre destinó para María la corona de Polonia y la prometió a Segismundo I de Luxemburgo, hermano del emperador alemán Wenceslao. Sin embargo Wenceslao, por el hecho de ser alemán disgustaba tanto a húngaros como a polacos y Luis, antes de morir, cambió sus primeras disposiciones y nombró a María heredera de Hungría, mientras que a Eduvigis le reservó el trono polaco.
A la muerte de Luis I (1382), María no recibió la adhesión de los magnates, ya que la costumbre húngara no reconocía la sucesión por línea femenina. Sin embargo, apoyada por la reina madre, que era quien en realidad gobernaba aconsejada por los principales nobles del reino, consiguió mantenerse unos años más en el trono, acosada por los magnates para que se casase. Y aunque Luis el Grande había prometido la mano de María a Segismundo, la reina Isabel y el palatino Miklós Garay ofrecieron el matrimonio de María a Luis de Orleáns, hermano de Carlos VI de Francia. El matrimonio se celebró por poderes en 1385, causando la reacción de Segismundo, que amenazó con invadir Hungría.
Entretanto, los nobles del sur del país trataron de imponer como candidato al trono a Carlos de Durazzo, último descendiente de la línea angevina de Nápoles, que obligó a María a renunciar al trono en 1385 y pretendió casarse con ella. Pero en 1386 Carlos fue asesinado en una intriga hurdida por la reina madre. María recuperó el control del gobierno y se trasladó con su madre a Croacia para calmar la indignación que allí había causado el asesinato de Carlos de Durazzo. Allí, ambas reinas fueron retenidas por una facción de descontentos, que mataron a la reina Isabel y encerraron a María en la fortaleza de Ujlak. Estuvo prisionera hasta que Segismundo, con ayuda de los venecianos, consiguió rescatarla.
Se celebró el matrimonio entre ambos y Segismundo asumió la corona de San Esteban (1387), ejerciendo el poder y dejando a María el papel de consorte.
Bibliografía
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