Marcela (s. I-II).
Mecenas hispanorromana, nacida y muerta en fechas y lugares desconocidos. Probablemente vino al mundo en el municipio de Bílbilis (en el territorio ocupado por la actual localidad zaragozana de Calatayud) en la segunda mitad del siglo I de la era cristiana, y falleció en su lugar de origen a comienzos de la centuria siguiente. Como ocurre en el caso de tantas otras figuras femeninas que desempeñaron un papel relevante en la sociedad de su época, apenas se han conservado datos fiables acerca de su peripecia vital; tanto es así, que puede incluso que ese nombre de "Marcela" con el que ha pasado a la posteridad no se corresponda con su apelativo verdadero, ya que procede de la obra literaria del poeta Marcial, quien celebró en sus versos la protección y el amparo que le brindó esta adinerada y cultivada matrona.
En efecto, de la obra del ilustre poeta bilbilitano proceden todas las referencias conocidas en la actualidad acerca de Marcela, que debió de pertenecer a una de las familias más ricas y poderosas de su ámbito local. Al parecer, el poeta la conoció a su regreso de Roma, cuando decidió exiliarse de las tensiones e inquietudes de la corte imperial para recuperar la paz de su aldea natal. Vivía, entonces, allí esta relevante dama, quien acogió enseguida al escritor bajo su protección y se convirtió en una de las principales mecenas de su arte, de donde cabe inferir que había recibido una extensa formación cultural a la que, en la época, sólo tenían acceso las mujeres pertenecientes a las familias de las capas más elevadas de la jerarquía social.
Los numerosos enemigos que se había granjeado Marcial con sus hechos y, sobre todo, con su obra le hicieron precisar, después de cerca de siete lustros de estancia en la capital del Imperio, de un lugar tranquilo y retirado en donde pudiera permanecer a salvo del enojo de los más poderosos; pero, al mismo tiempo, de un espacio suntuoso y confortable que no le hiciera añorar los lujos y esplendores de la corte. Así las cosas, Marcela puso a su disposición una cómoda y espaciosa villa que, situada en las afueras de Bílbilis, contaba con un bosque contiguo, amenos prados, un bello estanque, una red de canales de riego y otros apacibles regalos propios de la vida campestre (como un emparrado, un huerto, una rosaleda y un palomar). Asimismo, haciendo alarde de la abundante riqueza que debía de sustentar su patrimonio, Marcela dotó esta residencia con una servidumbre formada por un capataz y su mujer, un montero y algunos esclavos.
Con estas generosas muestras de su liberalidad, Marcela se aseguró la amistad y los elogios (no sólo en las conversaciones locales, sino en unos textos que parecían destinados a la fama durante muchos siglos) de uno de los más prestigiosos intelectuales de la época y el lugar, respetado y admirado no sólo por su obra, sino por los recuerdos que traía de su paso por los principales salones de la capital del Imperio. Tan estrecha llegó a ser esta relación de mutuo beneficio entre Marcela y el escritor bilbilitano, que algunos estudiosos de su obra han llegado a pensar que, en algún momento de sus vidas, el autor y su mecenas llegaron a contraer matrimonio, lo que podría explicar la elección del nombre de "Marcela" para designar a la dama (pues no era infrecuente que una mujer hispanorromana de aquel tiempo tomase el nombre de su esposo). No obstante, en ningún lugar de la obra de Marcial se hace referencia explícita a un vínculo nupcial o una relación amorosa entre el poeta y la dama: tan sólo hay elogios de la cultura, la riqueza y la generosidad de Marcela, así como de los méritos que la señalan como una de las mujeres más distinguidas del Imperio, incluidas las más relevantes de la propia Roma: "Contigo no competirá ninguna, ni nacida en plana Subura / ni criada en las faldas del Capitolio".
Bibliografía
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HEMELRIJK, Emily A.: Matrona docta. Educated women in the Roman elite from Cornelia to Julia Domna. (Londres: Routledge, 1995).
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MARCIAL, Marco Valerio: Epigramas (Madrid: Gredos, 1997).
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MIRÓN PÉREZ, María Dolores: "Marcela", en Mujeres en la Historia de España (Madrid: Planeta, 2000), pp. 60-61.
JR
