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FilosofíaSociologíaBiografía

Mannheim, Karl (1893-1947).

Sociólogo húngaro, nacido en Budapest en 1893 y muerto en Londres en 1947. Se ocupó sobre todo de la Sociología del Conocimiento, disciplina de la que es considerado fundador, ya que su obra se centra en el estudio de los problemas del conocimiento desde un punto de vista sociológico. Su pensamiento se encuentra notablemente influido por tendencias como el marxismo (en lo referente a los distintos tipos de condicionamiento social que recibe le conocimiento), el historicismo alemán, en especial el de Weber (en lo referente a la exigencia de valores y a la necesidad de investigar sin ningún esquema preconcebido) y la psicología de la Gestalt (en lo que concierne a la orientación estructuralista de la investigación), entre otras.

La doctrina de este sociólogo se origina en el planteamiento del problema del valor de un conocimiento existencial y sociológicamente determinado. La solución, tal y como la esboza en sus obras Das Problem einer Soziologie des Wissens y Wissenssoziologie, se encuentra en la sociología del conocimiento o del saber, disciplina a la que se confía la tarea de determinar el principio general de correspondencia y nexo entre el conocimiento de los hechos y la perspectiva particular del observador de los mismos. En su obra Ideologie u. Utopie, Mannheim analiza los contenidos y formas históricas de la ideología y de la utopía. Las ideologías representan la conciencia general de un grupo organizado frente al pensamiento de los adversarios; se trata de una conciencia radical que contrasta con ciertas estructuras económico-sociales y que es incapaz de transformarlas, con lo que adquiere este concepto un matiz negativo que contrasta con lo que "ideología" significaba en el pensamiento marxista. Por otra parte, la utopía no se limita a criticar la estructura de la sociedad presente, sino que se orienta al futuro y se caracteriza por su talante consciente y revolucionario. La utopía comienza a disolverse en el siglo XIX, y ello debido a dos factores fundamentales: en primer lugar, la praxis revolucionaria que reivindicaba el marxismo impide cualquier iniciativa de grupos o individuos; en segundo lugar, el desarrollo de la civilización mecánica y tecnológica imperante en las democracias occidentales lleva consigo una dispersión de energía y una carencia de ideales comunes y de valores que no sean privados. Se radicalizan así las competiciones políticas y se reduce la eficacia de las creencias particulares para criticar lo imperante y para promover la acción. El perspectivismo relacional de Mannheim se contrapone a esta concepción relativista, al indicar que la sociología del saber es el fundamento epistemológico que permite llegar a una síntesis viva y operante de las distintas ideologías. Esta tarea de síntesis debe dejarse en manos de un grupo de intelectuales independientes, libres de cualquier vínculo político, y capaces de comprender la realidad social en su totalidad mediante una integración de las diferentes perspectivas complementarias. La finalidad de la sociología es, según Mannheim, la búsqueda de la objetividad; por eso, el mencionado grupo de intelectuales adquiere un puesto preeminente en toda su teoría, equiparable casi, como Merton se ha encargado de señalar, al puesto que adquiría el "Espíritu Absoluto" en el sistema hegeliano o al del proletariado en la teoría de Marx.

La sociología del saber -Wissenssoziologie- que Mannheim propone debe promover una comprensión histórica de todas las contradicciones de las que adolece el mundo contemporáneo, y debe también ofrecer una alternativa democrática a cualquier tipo de totalitarismo, sea de izquierda o de derecha. En este sentido, el pensamiento de Mannheim reacciona contra el optimismo del historicismo romántico y asume posiciones más problemáticas, cercanas al pragmatismo inglés y americano, especialmente al de Dewey. Además, su investigación sociológica considera también los resultados de otras disciplinas, como el psicoanálisis o la psicopatología, y enriquece considerablemente la primitiva orientación estructuralista.

En el periodo londinense, Mannheim centró sus intereses en la compresión del fenómeno político y en la búsqueda de la reconstrucción social. En Man and Society in an Age of Reconstruction y en Diagnosis of Our Time, plantea las líneas fundamentales de una nueva sociedad, en la que el control de las funciones y la planificación de las competencias tienen como objetivo asegurar una convivencia justa con el mayor grado posible de libertad de pensamiento científico, fuente de todo tipo de bienes para la comunidad. De esta forma esboza Mannheim el ideal de la democracia progresiva, alejada ya de las formas del liberalismo decimonónico.

Autor

  • Anabel.