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MúsicaBiografía

Manne, Sheldon 'Shelly' (1920-1984).

Músico norteamericano, nacido el 11 de junio de 1920 en Nueva York y fallecido el 26 de septiembre de 1984, en Los Ángeles (California). Maestro de la batería y la composición, "Shelly" Manne fue uno de los mejores representantes del llamado West Coast Jazz, movimiento cuya expansión estilística estuvo encaminada hacia el cool jazz. Considerado por la crítica como uno de los baterías más innovadores de todos los tiempos, fue todo un maestro en la técnica de las escobillas y del solo hasta convertirse en un auténtico precursor del baterista moderno.

La pasión por la batería le vino de familia. Hijo y, al tiempo, sobrino de bateristas, comenzó, no obstante, estudiando saxo alto. Poco le duró a Shelly esta afición, pues a los 17 años -una edad no muy temprana para un baterista- fue instruido por un maestro conocido, Billy Gladstone, quien le hizo abandonar el saxo en favor de un instrumento absolutamente percusivo, como lo era la batería, dadas las altas cualidades que atisbó en este joven músico. Sus primeros trabajos profesionales cabe adivinarlos en los transatlánticos que cruzaban el Atlántico, donde el joven Shelly tocaba swing a raudales.

Su primer trabajo serio en una banda de jazz surgió en el grupo de Bobby Byrne, el trombonetista que le ofreció su primera grabación en 1939. Después, y en sustitución de Dave Tough, pasó por la orquesta de Joe Marsalla, un muy conocido clarinetista y saxofonista de la época. Fue precisamente en esta magnífica banda donde Shelly comenzó su meteórica carrera como músico de grabación. Algunas de las piezas grabadas para Marsalla, en el sello General, fueron “Lower Register” o “I Know That You Know”. Los años 1941 y 1942 fueron de auténtica locura para Shelly, cuyo talento se disputaban gran parte de las orquestas menores de los EE.UU. Su juventud, por un lado, y la técnica revolucionaria que empezaba a desarrollar, por otro, hacían de este músico un reclamo continuo. En este tiempo, alternó dos bandas, la de Bob Astor y la de Raymond Scott; mientras, a finales del 42, pasó a integrar las formaciones de Will Bradley y Les Brown.

Sin embargo, ese mismo año fue llamado a filas por el Ejército, donde permaneció un par de años, en los que, a lo más, pasaba por algunos clubes a tocar en jam sessions. Así, en 1943 y aprovechando sus permisos, llegó a tocar con músicos como Dizzy Gillespie o Coleman Hawkins, con quien, por cierto, realizó la grabación del mítico “The Man I Love” en una de esas sesiones memorables. En 1945 abandonó el Ejército y se trasladó a la costa occidental, donde, un año después, firmaría un gran contrato para su carrera profesional. El gran Stan Kenton, uno de los más revolucionarios directores de todos los tiempos, se fijó en él y le integró en su orquesta. Durante el periodo 1946-1952, Shelly Manne tocó con Kenton en distintos periodos interrumpidos por breves ausencias. En un principio se mantuvo hasta 1947 y tras un paréntesis, que aprovechó para incorporarse a la banda de Charlie Ventura y participar en una grabación con Shorty Rogers, Kai Winding y Stan Getz -encuentro premonitorio para la creación del sonido West Coast-, regresó con Kenton, con quien permaneció hasta mediados de 1948. El director volvió a reclamar a Shelly para su orquesta en 1951 para inaugurar un nuevo periodo de colaboración de dos años en los que se grabaron los mejores álbumes de la banda, que atravesaba por entonces su momento más fecundo. Shelly Manne era ya considerado una verdadera estrella del jazz.

De entre los álbumes legendarios que el baterista grabó con Kenton cabría destacar Stan Kenton Presents (1951), con un Manne explosivo, original y moderno. Este elepé incluyó una pieza cuyo nombre era precisamente “Shelly Manne”, donde el genial director de orquesta presentaba y arreglaba el tercer corte de la cara 2 para su propio lucimiento. Otro trabajo importante, de los muchos que grabó con la orquesta de Kenton, fue Artistry in Rhythm (1950), otra prueba del jazz moderno que ejercitaba Kenton con sus músicos. “Artistry in Percusion”, la pieza donde Manne adquiría mayor relevancia, fue compuesta y arreglada por Peter Rugolo y en ella destacaba el original solo del baterista.

Aunque fue reclamado por Norman Granz, para quien trabajó en los Jazz at the Philarmonic hasta el año 49 y con quien estuvo de gira, Manne decidió que había llegado el momento de probar suerte con sus propias formaciones. Tenía en torno a los treinta años y había tocado, de hecho, con las orquestas más modernas de jazz de mediados de siglo. Cierto es que nunca dejó de acompañar a artistas, pues era un solicitado sideman, sin embargo, sus mayores esfuerzos fueron encaminados, en buena lógica, hacia sus trabajos en solitario. En este sentido, cabe destacar su contribución a la orquesta clásica del clarinetista Woody Herman, toda una institución en su tiempo y con quien colaboró durante el año 1949.

1953 fue el gran año de su consolidación. Para entonces, el baterista se había instalado en California, donde se estaba gestando el llamado cool, esto es, el jazz de la Costa Oeste californiana (West Coast Jazz), predicado, mayormente, por músicos ‘blancos’. De entre los trabajos más relevantes de Shelly en estos años debe mencionarse su concierto en el Ligthhouse, junto a Howard Rumsey, bautizado con el nombre de Sunday Jazz in the Lighthouse (1953) y del que se editaron IV volúmenes. En 1954, se unió al trompetista Shorty Rogers, otro de los precursores del West Coast y genial músico con quien Shelly grabó algunos magníficos elepés, como Shorty Rogers Courts the Count (1954) o Shorty Rogers and His Giants (1956), editados por RCA; aunque, qué duda cabe, el gran aldabonazo en este tiempo junto a Rogers fue la grabación Abstract Nº 1 (interpretado sin contrabajo ni piano), con la colaboración del clarinetista Jimmy Giuffre, en lo que se podría identificarse con el prolegómeno del free jazz.

También fue fuerte la siguiente apuesta de Manne, pues se embarcó en la grabación de un elepé, batería y piano solos, a dúo. El pianista fue Russ Freeman y el trabajo se tituló The Two (1954), una cala más en su camino experimental, en la apuesta del baterista rumbo a la modernidad. Poco después, grabó The Three, donde experimentó con formación de trío en el mismo sentido que el álbum anterior. Puede afirmarse que, por este tiempo, Shelly Manne representaba uno de los baterías con mayor proyección del jazz contemporáneo, en la línea de Max Roach, músico situado ciertamente en la estela de la modernidad de Manne.

En relación con su carrera en solitario, 1953 fue el año de creación de su famoso quinteto Shelly Manne and His Men, en el que militaban, en principio, Russ Freeman, Conte Candoli, Bill Holman y Leroy Vinnegar. El quinteto logró éxitos y reconocimiento en el mundo del jazz, en un momento en el que triunfaban apuestas de clara contraposición al fenómeno bebop, ya en decadencia; y la llegada del elepé Birth of the cool (1956) de Miles Davis, se erigiría en precursor, entre los chicos blancos, del cool californiano. Lo cierto es que fueron muchos los elepés que Manne grabó con su quinteto. The West Coast Sound (1953) fue el originario y más impactante, con temas como “Grasshopper” o “Afrodesia”, con arreglos brillantes del saxofonista de Kenton, Bill Holman.

A mediados de la década de los cincuenta, el quinteto Shelly Manne and His Men, conformado en este caso por el trompetista Stu Williamson, el saxo Charlie Mariano, más Freeman y Vinnegar, editó dos trabajos igualmente relevantes, Swinging Sounds (en 4 vols.) y More Swinging Sounds. Del primer disco destacaban los temas “Un poco loco” -un clásico de Bud Powell-, el standar de Sonny Rollins “Doxe” o la pieza absolutamente cool “Bernie’s Tune”. Del segundo disco, resaltaban los cortes “Moose the Mooche” -de colorido bebop-, “The Wind” o la suite en cuatro partes “Quartet”, de 15 min.

También resultaron exitosos varios títulos en directo. At the Black Hawk, grabado en San Francisco, en vivo, en 1959, fue ejecutado por los músicos Joe Gordon, Richie Kamuca, Victor Felman y Monty Budwig y presentado en 5 volúmenes con temas destacados como “Summertime”, “Blue Daniel”, “Whisper Not”, “Squeeze Me”, “Cafu”, “How Deep Are the Roots” o “Theme: A Gem From Tiffany”. Otro disco, editado en 2 volúmenes, fue At the Manne-Hole, club del propio Shelly, y se grabó en mayo de 1961 por un quinteto integrado, entre otros, por Conte Candoli o Russ Feeman.

Shelly Manne & His Men Play Peter Gunn se convirtió también en uno de los grandes éxitos de Shelly Manne and his Men en los cincuenta. Peter Gunn era una serie de televisión de finales de la década y el quinteto de Manne grabó la banda sonora, que obtuvo una extraordinaria acogida con temas como “Peter Gunn”, “The Brothers”, o “Slow and Easy”. Los músicos de la grabación fueron Victor Feldman, Conte Candoli, Herb Geller, Russ Freeman y Monty Budwig. Con esta peculiar serie, Shelly Manne adquirió mayor fama y popularidad, si cabe, pues en el mundo del jazz ya era lo suficientemente conocido.

Dos álbumes más, cuyo tema común giraba en torno al ajedrez, tuvieron cierta repercusión en el panorama jazzístico. El primero, The Gambit, fue un disco ejemplar, lleno de dinamismo y ejecución brillante, con músicos como Charlie Mariano, Russ Freeman o el guitarrista Jim Hall. El tema más sorprendente fue precisamente “The Gambit”, cuya duración ocupaba la mitad de la cara A. En definitiva, un disco elemental en la discografía de este singular baterista. El otro elepé fue Checkmate, inferior al anterior, pero también sobresaliente y más en el camino que Coltrane marcó con su inigualable Impressions. El disco incluía alguno de los temas de la banda sonora de una serie de televisión de igual título, entre ellos, “Checkmate”, “The King Swings” o “The Black Knight”.

Otra obra cumbre del quinteto en este tiempo fue la grabación del título My Fair Lady, cuya banda sonora -de Rodgers & Hart- se hizo archifamosa. Esta vez, el grupo se bautizó como Shelly Manne and His Friends y en el disco participaron músicos como Leroy Vinnegar o el pianista André Previn -quien dirigió la banda sonora de la película, realizada por George Cukor y cuya música fue compuesta por Frederick Loewe-. Con esta obra de teatro, también película, se iniciaba una serie de traslaciones de Broadway al jazz, cuyo territorio más factible fue, sin duda, la factoría Disney.

En definitiva, la etapa de Shelly Manne con Contemporary Records, entre los años 1955 y 1962, fue la de mayor progresión personal y en la que adquirió el baterista mayor relevancia, sobre todo con sus grupos Shelly Manne and His Men y Shelly Manne and His Friends. Fue la consagración definitiva de este baterista en la historia del jazz contemporáneo.

De cualquier modo, en los años cincuenta también algunas de sus colaboraciones resultaron muy atractivas. En 1957, por ejemplo, grabó en trío con Sonny Rollins y Ray Brown. Años después, en 1960, formó otro trío fantástico con el guitarrista Barney Kessel y el contrabajista Ray Brown bajo el título The Poll Winners. El grupo, que interpretaba un repertorio muy relajado -mayormente con escobillas-, grabó un buen puñado de discos con títulos como The Poll Winners (1957), Poll Winners Ride Again (1958), Poll Winners Three (1960) o Exploring the Scene (1960). Quizá el primero de ellos, The Poll Winners, iba a marcar la tónica de esta colección de álbumes memorables para el aficionado al buen jazz. Este primer trabajo incluye una serie de temas interpretados con suma elegancia, tales como “Satin Doll”, “Green Dolphin Street”, “Minor Mood” o la balada, de ejecución magistral, “You Got to my Head”. Más tarde, Shelly se unió a algunos trabajos en solitario del guitarrista, caso de Let’s Cook, disco grabado en 1957, o Easy Like.

En 1959 se produjo un importante tour de force en su carrera, cuando fue contratado por Ornette Coleman para su banda, en la que tocaban Don Cherry, trompeta; y Percy Heath y Red Mitchell, al contrabajo. Con Ornette grabó Tomorrow Is the Question, segundo álbum del saxofonista y obra fundamental para el avance del free jazz. Otras colaboraciones destacadas fueron su presencia en el disco de June Christy, cantante de Kenton, June Christy Recalls Those Kenton Days (1959), o su participación en la orquesta de coolers de Bobby Troup, famosísimo pianista y cantante, autor del conocido “Routte 66”, entre cuyas grabaciones destacó Bobby Troup and His Stars of Jazz, con una veintena de músicos dirigidos por el brillante saxofonista hacia 1958, entre los que estaban Barney Kessel, Shorty Rogers, Red Norvo, Joe Mondragon, Bob Cooper o Benny Carter.

Manne realizó otra colaboración de lujo con un antiguo conocido, el pianista y compositor francés André Previn, de cuyo encuentro salió un magnífico álbum titulado Four to Go (1963), en el que participaron el guitarrista Herb Ellis y el contrabajista Ray Brown. Manne y Previn trabajaron juntos entre los años 1956 y 1959, grabando para el sello Contemporary discos como Gigi (1958), Jazz Trio, King Size (1959) o West Side Story (1960). En este tiempo, además, participó en la grabación de una serie de películas muy representativas de su época, caso de La ventana indiscreta (1953), El hombre del brazo de oro (1955), The Five Pennies (1958) o la cinta documental The Gene Krupa Story (1959), basada en la historia de aquel irrepetible baterista de los años cuarenta.

Ya en los años sesenta, Manne se instaló en Los Ángeles y fundó su propio club de jazz, el Shelly Manne Hole, que permaneció activo desde 1960 hasta 1972. Hubo, después, un intento de reabrirlo en 1973, pero al año siguiente cerró definitivamente sus puertas. En Los Ángeles grabó con multitud de bandas, siempre como freelance, aunque no abandonó nunca sus proyectos en solitario. De entre ellos, y una vez terminado su contrato con Contemporary, destacan el disco que grabó para Impulse! y, después, los álbumes para Capitol y Atlantic. El trabajo para Impulse! se tituló 2 3 4 (1962), en referencia al número de músicos que le acompañaban; 2, 3 y 4 respectivamente (Hank Jones, Eddie Costa, George Duvivier y Coleman Hawkins). Recomendables son los temas “Me and Some Drums” (solos batería y saxo), “Lean On Me” (en trío) y “Slowly” (en cuarteto).

En esta década también destacó su colaboración con el genial pianista Bill Evans, en dos discos muy modernos, donde quedaban claras las directrices de dos de los músicos con más iniciativa del momento, Evans y el propio Manne, más el contrabajista Monty Budwigen. El primero de los discos, grabado en 1962. se llamó Empathy; y el segundo, en el que participó Eddie Gómez, A Simple Matter of Conviction. Dos trabajos distintos y poco complementarios. Con la idea de sumar a Shelly Manne a sus tríos, Evans pretendía incluir a uno de los baterías más en forma de la escena jazzística. En este sentido, Empathy fue un trabajo más cerebral y frío, con temas como “The Washington Twist” o “With A Song in my Heart”, aunque también incluyó algunos cortes, soberbios y llenos de swing, como “Let’s Go Back To The Waltz”, con un inspirado Manne en el uso de las escobillas, o de la gratitud y delicadeza de “Goodbye” o “Danny Boy”, sin duda este último de ejecución implacable y a piano solo. En A Simple Matter of Conviction se dejó notar la entrada en el grupo del mejor partenier de Bill Evans, el contrabajista Eddie Gómez, que otorgó al trío mayor proyección y modernidad, sin olvidar además que el disco que el disco ya fue grabado en 1966. Inolvidables resultaron algunos de sus temas; “Stella By Starlight” -con un Gómez exultante de técnica y musicalidad-, “Laura” o “Star Eyes”, que dieron justa medida de la importancia de este álbum en la carrera del pianista blanco.

Ya en los setenta, y después de cerrar definitivamente su club de jazz, que no le había dado más que quebraderos de cabeza, Manne salió de gira por EE.UU., Europa y Japón, hasta que en 1974 se produjo otro importante acontecimiento en la vida de este singular batería. Se incorporó a The Angels Four, otro grupo más que eficiente, esta vez con la formación básica de cuarteto (junto a Ray Brown, Laurindo Almeida y Bud Shank), con el que obtuvo buenos resultados.

A principios de los ochenta fue contratado por Michael Tilson Thomas, para sumarse al proyecto del gran compositor clásico Leonard Bernstein de grabar, en clave de jazz, algunos de los temas más relevantes de su popularísimo musical West Side Story. En este tiempo también experimentó en un cuarteto con dos pianos, más contrabajo. En 1983 grabó de nuevo con Russ Freeman, cuyos primeros encuentros databan de la época del primer cool, y en 1984 fue invitado por el trompetista Woody James a participar en su disco Jazz Crystallizations, con las colaboraciones de los músicos Frank Strazzeri (piano), Steve Wilkerson (saxo) y Dave Stone (contrabajo). Editado en 1985, este álbum en el que por primera vez se reunían en grabación los maestros Strazzeri y Manne, iba a convertirse en uno de sus últimos trabajos.

En el verano de 1984, cerca de su residencia de Los Ángeles, la fatalidad quiso que cayera del caballo que montaba, hiriéndose de gravedad. Manne no pudo superar la caída y murió algunos meses después, debido a una insuficiencia respiratoria, a la edad de 64 años.

Shelly Manne sumó a la batería moderna, instrumento al que estuvo íntimamente ligado desde los primeros años cuarenta, varios aspectos musicales. En primer lugar, le otorgó una nueva concepción en su textura, sobre todo en la utilización de timbales aéreos (sirva de ejemplo el elepé Stan Kenton Presents), donde resultaba un auténtico maestro. Esta textura se conformaba, sobre todo, por la intención del músico de crear melodías continuamente en secuencias casi fugadas (de ahí su enorme importancia dentro del estilo cool). En segundo lugar, cabe referir sus exploraciones en los “solos” que, desde la llegada de Manne, tuvieron otra dimensión, muy distinta a la que la había dado Gene Krupa, otro de los innovadores de este instrumento en los años cuarenta. Finalmente, Shelly ofreció, dentro de su peculiar técnica de la batería, una forma nueva de “usar” las escobillas, no meramente como utensilios para hacer swing, sino como piezas para desarrollar cualquier tema de jazz (melodía y ritmo).

Shelly Manne recibió la influencia de algunos bateristas como Gene Krupa, Jo Jones o Dave Tough, aunque él siempre consideró que las mayores influencias le llegaban de los pianistas, no de los bateristas. Fue el inductor del baterista que, mientras toca, piensa en melodías y no en ritmos, ya implícitos en su propia musicalidad y técnica. En fin, Shelly Manne representa el prototipo de baterista que “sabe escuchar” al otro músico y dialoga con él de continuo, por lo que piensa, no en frases rítmicas, sino en frases melódicas. El sonido de la batería de Manne integra tanto el ritmo como la melodía y de ahí la importancia de la afinación en su set percusivo: crea melodías o frases melódicas en las que está insertos los ritmos, como otro miembro del grupo u orquesta.

La influencia de Manne sobre otros músicos cabe buscarla en nombres como Elvin Jones, Tony Williams o Jack DeJonette, quienes han admitido, sin reservas, el liderazgo de este baterista único en el jazz contemporáneo. Efectivamente, Shelly Manne ha sido uno de los baterías de jazz más importantes de todos los tiempos.

Discografía

Como sideman (selección):

Encores, Capitol, 1950.
Stan Kenton, Artistry in Rhythm (con Stan Kenton), Capitol, 1951.
Deep Purple (con Bill Russo), Savoy, 1955.
Let’s Cook! (con Barney Kessel), Contemporary, 1962.
Bobby Troup and his Starts of Jazz (con Bobby Troup), 1950.
Stan Kenton Presents (con Stan Kenton), RCA, 1959.
June Christy Recalls Those Kenton Days (con June Christy), Capitol, 1959.
Tomorrow Is the Question (con Ornette Coleman), Contemporary, 1959.
Empathy (con Bill Evans), Verve, 1962.
Four to Go (con André Previn), Columbia, 1963.
A Simple Matter of Conviction (con Bill Evans), Verve, 1966.
Jazz Crystallizations (con Woody James), Pausa, 1985.

Con The Poll Winers:

The Poll Winers, Contemporary, 1957.
The Poll Winers Ride Again, Contemporary, 1958.
Poll Winners Three, Contemporary, 1960.
Exploring the Scene, Contemporary, 1960.

En solitario:

Here’s That Manne, Dee Gee, 1952.
Shelly Manne and His Men, Contemporary, 1953.
Shelly Manne and His Men Volume 2, Contemporary, 1954.
The Three, Contemporary, 1954.
The Two, Contemporary, 1954.
The West Coast Sound, Contemporary, 1955.
Swinging Sounds, Vol. 4, Contemporary, 1956.
More Swinging Sounds, Vol. 5, Contemporary, 1957.
Shelly Manne and his Friends, Contemporary, 1957.
Modern Jazz Performance of Songs from My Fair Lady, Contemporary, 1957.
Li’l Abner, Contemporary, 1957.
Concerto for Clarinet and Combo, Contemporary, 1957.
The Gambit, Contemporary, 1958.
Bells and Ringing, Contemporary, 1958.
Shelly Manne Plays “Peter Gunn”, Contemporary, 1958.
Swinging Sounds in Stereo, Stereo Records, 1958.
Son of Gunn, Contemporary, 1959.
Shelly Manne and His Men at the Black Hawk, Vol. 1, Contemporary, 1960.
The Three and the Two, Contemporary, 1960.
Checkmate, Contemporary, 1961.
My Son, The Jazz Drumer!, Contemporary, 1962.
Sounds Unheart Of, Contemporary, 1962.
2 3 4, Impulse!, 1962.
My Fair Lady with Un-Original Cast, Capitol, 1964.
Manne, That’s Gerswin, Capitol. 1965.
Shelly Manne Sounds, Capitol, 1966.
Outside, Contemporary, 1966.
Boss Sounds!, Atlantic, 1967.
Jazz Gunn, Atlantic, 1967.
Daktari, Atlantic, 1968.
Mannekind, Mainstream, 1972.
Perk Up, Concord Jazz, 1976.
Essence, Galaxy, 1978.
French Concert, Galaxy, 1979.
Interpretations of Bach and Mozart, Trend, 1980.
Double Piano Jazz Quartet, Trend, 1980.
Shelly Manne in Zurich, Contemporary, 1986.

Ricardo P. Virtanen

Autor

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