Malasaña, Manuela (1791-1808).
Joven española víctima del levantamiento popular contra los franceses en 1808. Nacida en Madrid el 10 de marzo de 1791, y fusilada el 2 de mayo de 1808 en la misma ciudad.
Manuela Malasaña Oñoro era la hija de un panadero francés, de nombre Jean Malesange, al que luego españolizaron su apellido por "Malasaña", y de su esposa Marcela Oñoro. Tenía la profesión de bordadora, vivía con su familia en la calle de San Andrés, 18. Fue una de las víctimas del Levantamiento del 2 de mayo de 1808 reprimido por las tropas napoleónicas de José Napoleón destacadas en la capital española, cuya memoria es honrada como una de las heroínas populares de aquella jornada y de la posterior Guerra de la Independencia Española.
Los hechos que pudieron establecerse, después de cierta controversia, señalan que Manuela se incorporó a la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, situado en la plaza que luego será renombrada como Plaza del 2 de Mayo, a las órdenes de los oficiales Luis Daoíz y Pedro Velarde. Cumplió las funciones de suministrar pólvora y municiones. Otra versión, menos verosímil, la sitúan en su taller, lejos de la lucha, al salir se topa con una patrulla de soldados, que la quieren registrar o bien abusar de ella, o ambas cosas, y descubren entre sus ropas unas tijeras. La acusaron al momento de poseer un "arma de guerra", y la mandaron ejecutar. Su cuerpo quedó registrado con el Nº 74, entre las 409 víctimas en esa acción, que se conserva en los archivos militares, que se estudiaron cien años después, en 1908.
Malasaña fue enterrada en el Hospital de la Buena Dicha, en la calle de Silva, fundado en 1594, que acogía a la gente pobre. En este lugar fueron atendidos muchos de los heridos de ese 2 de mayo, y allí se enterraron gran parte de los caídos. Un retrato conmemorativo se encuentra en la Sala de Heroínas del Museo del Ejército.
La joven en vida era conocida y querida en su barrio, debido a su simpatía y juventud, y las circunstancias de su trágica muerte causó que en torno a su persona se tejiera una fama de heroína que dio origen al nombre de una calle y un barrio en Madrid, y en Móstoles a una calle y a una estación de Metro.
