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LiteraturaBiografía

Machado y Ruiz, Manuel (1874-1947).

Poeta y dramaturgo español, nacido en Sevilla en 1874 y muerto en Madrid el 19 de enero de 1947. Eclipsado durante algunos años por la fama de su hermano Antonio, a la postre ha sido reconocido como uno de los mayores poetas del siglo XX en lengua castellana.

Manuel Machado, óleo de Martín Santos, Ateneo de Madrid.

Vida y obra

Su padre fue el recordado folklorista y antrópologo Antonio Machado Álvarez, y su hermano el gran poeta Antonio Machado. Cuando contaba nueve años de edad, el traslado de su familia a Madrid le permitió educarse en la Institución Libre de Enseñanza. Comenzó su carrera literaria con la publicación de un libro de poesía titulado Tristes y alegres (1894), poemario en el que colaboró Enrique Paradas. Al igual que su hermano Antonio, marchó a París en 1899 para trabajar en la editorial Garnier, donde ambos jóvenes poetas comenzaron a impregnarse de un Modernismo que, en el caso de Manuel, marcó definitivamente su trayectoria literaria. En 1900, de regreso a Madrid, publicó Alma, donde el poeta encontró en la figura de Felipe IV el personaje idóneo para encarnar el reflejo de su actitud ideal ante la vida: una pose decadente revestida de mayestática dignidad:

FELIPE IV

"Nadie más cortesano ni pulido
que nuestro rey Felipe, que Dios guarde,
siempre de negro hasta los pies vestido.
Es pálida su tez como la tarde,
cansado el oro de su pelo undoso
y de sus ojos el azul, cobarde.
Sobre su augusto pecho generoso
ni joyeles perturban ni cadenas
el negro terciopelo silencioso.
Y en vez de cetro real, sostiene apenas,
con desmayo galán, un guante de ante
la blanca mano de azuladas venas
".

En 1905 publicó Caprichos, y en 1909 El mal poema. Se casó con Eulalia Cáceres, persona muy religiosa y conservadora. Consiguió una plaza de archivero y bibliotecario (a la postre, acabaría siendo director de la Biblioteca Municipal de Madrid), y su producción literaria comenzó a sufrir el desdén de quienes no comulgaban con sus postulados esteticistas. Influido por la mentalidad de su mujer, al comienzo de la guerra civil se convirtió durante un cierto tiempo en cantor del nuevo orden, distanciándose con ello de su hermano Antonio. Este compromiso socio-político obró en contra de la consideración y difusión de su producción poética, relegada al olvido por razones ajenas a las puramente literarias. Mas, olvidados al fin los odios y rencores que opacaron, incluso, las cabezas más privilegiadas de las dos Españas, ¿cómo no reconocer la hondura lírica de algunos poemas como "Castilla" u "Ocaso"?:

Manuel Machado, "Castilla" (Alma).

OCASO

"Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.

Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.

Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,

para mi amarga vida fatigada...,
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar en nada...!
".

Otras obras de interés son: Museo (1910), Apolo (1910), Cante hondo (1912), Sevilla y otros poemas (1921), Ars moriendi (1922), Phoenix (1935) y Horas de oro (1938). Los temas que trató fueron generalmente andaluces (amaba las coplas de su tierra, la historia y el arte), pero mezclados con un cosmopolitismo modernista que, pese a la ceguera de quienes en su época gobernaban el timón de la poesía española, hoy en día confiere a su obra una universalidad de la que carecen los versos de muchos de sus detractores de antaño. Y aunque ello no hubiese valido para recuperar su obra, la frescura y viveza de sus composiciones de aire tradicional andaluz bastan por sí mismas para rescatar un caudal poético injustamente relegado a la esfera del olvido:

"Todas las primaveras
tiene Sevilla
una nueva tonada
de seguidillas;
nuevos claveles
y niñas que, por mayo,
se hacen mujeres
".

Manuel Machado mostró un continuo interés por el teatro, manifiesto tanto en su labor creadora como en las críticas que publicó en El Liberal. El núcleo de su obra dramática lo forma el teatro en verso escrito en colaboración con su hermano: Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel (1926), centrada en una alucinante peripecia familiar del Conde-Duque de Olivares; Juan de Mañara (1927), que aborda el mito del conquistador latino; Las adelfas (1928), drama psicológico; y La Lola se va a los puertos (1929), drama que hunde sus raíces en la cultura popular andaluza. Su mayores éxitos de público fueron La prima Fernanda (1931) y La duquesa de Benamejí (1932). En prosa escribió El hombre que murió en la guerra, que no fue estrenada hasta 1941.

Es autor de la novela inacabada El amor y la muerte (1913). Sus críticas de El Liberal fueron reunidas en 1915 y vieron la luz en un libro titulado El año literario, 1914.

Autor

  • JR.