Lucas de Leiden o Leyden (1489-1553).
Pintor y grabador holandés, cuyo verdadero nombre era Lucas Hugenszoon, si bien pronto tomó el nombre de su ciudad natal, por el que se le conoce habitualmente (también Lucas Van Leyden). Fue discípulo del pintor Cornelis Engeberchtszoon, comenzando su actividad artística como grabador a temprana edad. En sus primeras obras se refleja la influencia de los maestros flamencos, sobre todo la de Durero; obras de este primer periodo de grabador son Mahoma y el monje (1508), la denominada Pasión circular (1509) y sus dos obras más significativas: La lechera (1510, primera vez que se introduce en la técnica del grabado un tema de género) y Ecce Homo (1510, dotada de enorme expresividad).
Desde estas primeras obras se afianzan las características del estilo del artista: el gusto por el detalle popular, la energía realista, el trazado de gran precisión y el dominio de la técnica.
En esta época también realiza sus primeras pinturas, que revelan un cierto contacto con las experiencias manieristas. En Lot y sus hijas (1509) muestra una tendencia visionaría. Entre 1511 y 1512 realiza obras como el Juego de ajedrez, Las tentaciones de San Antonio, La vocación de San Antonio o la Mujer de Putifar, caracterizadas por manchas de color muy diluido, con efectos de trasparencia y enorme libertad.
De 1513 a 1521 realiza obras de penetrante definición psicológica, muchas veces en el límite de lo alucinante, de los fantástico y de lo deforme, como en su propio Autorretrato (1514), los Jugadores de cartas (1520) o la Danza de la Magdalena (1519). Los temas sagrados serán tratados como auténticas obras de género, en las que la composición se estructura colocando en primer plano la escena principal y añadiendo escenas secundarias en diversos planos que se van alejando hacía el fondo, todo dentro de un paisaje rítmico.
En 1521 y 1522 Leiden permanece en Amberes, conociendo las obras de Durero, Jan Van Scorel y Gossaert, que le acercan al mundo de la representación italiana. Sus obras adquieren una tendencia cada vez más romanista, presentando composiciones grandiosas y solemnes. Entre ellas destaca el Díptico de la Virgen y la Magdalena (1522), El Juicio Universal (1526), La danza delante del becerro de oro (1528) o el Ciego de Jericó (1531). En su obra en grabado de esta misma época manifiesta, en cambio, una mayor libertad, remitiéndose directamente a Durero en las Escenas de la Pasión (1521). Igualmente, introdujo una producción en gran formato donde planteó composiciones monumentales inspiradas en el estilo de Miguel Ángel. Su gusto por los temas de género se observa en grabados que narran la vida cotidiana, como Los peregrinos (1523) y El cirujano del pueblo (1524).
Su obra pictórica no fue muy conocida, al contrario que su obra gráfica, muy difundida por toda Europa y que ejerció una fecunda influencia.
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- Lucas de Leiden. Grabado de Cristo y la Magdalena.
Bibliografía
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Catálogo. La pintura holandesa del siglo de Oro: la escuela de Utrech. Madrid, El Viso, 1992.
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LEMAYNE, J.: La pintura holandesa. Barcelona, 1976.
