Lotze, Rudolph Hermann (1817-1881).
Filósofo y fisiólogo, fue el pensador alemán más vigoroso y orgánico de la mitad del siglo XIX en Alemania. Estudió filosofía, medicina y física en la universidad de Leipzig. Profesor en Gotinga, murió en Berlín, poco después de haber obtenido cátedra en dicha ciudad. Sus obras filosóficas más representativas son: Metaphysik (1841), Medizinische Psychologie oder Physiologie der Seele (1852) y Microkosmus, Ideen zur Naturgeschichte, Geschichte der Menschheit, Versuch einer Anthropologie (obra en tres volúmenes publicados entre 1856-58).
La intención de Lotze es la de conciliar los resultados de la concepción mecanicista de la ciencia con un espiritualismo teísta, que responda a las "necesidades del alma". En Medizinische Psychologie reconoce la importancia de la ciencia de la naturaleza para comprender la vida psíquica, pero se opone a la generalización del mecanicismo porque la unidad del yo, que no puede explicarse con el devenir natural, prueba la espiritualidad del alma. Los temas de su obra principal Mikrokosmus son el espiritualismo, el idealismo teleológico y el aprecio del mecanicismo como visión parcial. En esta obra se considera al hombre entero, cuerpo y alma, vida e historia, combinando una gran riqueza de datos de las ciencias positivas con los problemas metafísicos sobre la esencia de las cosas y de Dios. Las ciencias descubren la conexión universal de las cosas según leyes mecánicas, pero la conexión en sí es un hecho inexplicable. Esta es la tarea de la filosofía, que reconoce que el mecanicismo es el camino por el cual Dios realiza sus fines, es decir, el bien.
La realidad es el resultado de tres esferas sobreordenadas:
1) las leyes universales.
2) cada una de las realidades que se nos presentan en las percepciones.
3) el plano cósmico, donde están los valores que dan unidad a nuestra concepción del mundo.
Concibe los elementos de la realidad como mónadas en el sentido leibniziano, como unidades de conciencia, "yo" individuales. La naturaleza, es animada y viva, y esa animación es como un acuerdo armónico de conciencias individuales. No se trata un panteísmo sino de deísmo: "Lo verdadero real, que es y debe ser, no es la materia, y menos la idea, sino el espíritu personal vivo de Dios y el mundo de los espíritus personales que él ha creado".
En metafísica, Lotze define el concepto de una lógica pura (reine Logik) en contraposición a la lógica psicologista. La existencia del acto de pensar es temporal, mientras que la del contenido del pensamiento es extratemporal; Lotze la llama "validez" (Gültigkeit). En esta esfera de la validez entran las verdades lógicas y los valores, la trama eterna del ser real. La fuente de la lógica pura está en las "ideas" platónicas, cuya existencia se identifica con los valores.
Lotze influyó en la filosofía posterior, sobre todo por su doctrina de la lógica pura y por el reconocimiento que hace de los valores.
