López-Bravo, Gregorio (1923-1985).

Político e ingeniero naval español. Nació en Madrid el 19 de diciembre de 1923 y murió en Monte Oiz, Vizcaya, el 19 de febrero de 1985. Fue ministro de Industria desde el 10 de julio de 1962 hasta el 29 de octubre de 1969 y desde esta fecha hasta el 11 de junio de 1973 ministro de Asuntos Exteriores.

Realizó sus estudios universitarios en la Escuela Especial de Ingenieros Navales de la Universidad Central de Madrid, donde obtuvo el título de ingeniero en 1947 como número uno de su promoción. Simultáneamente a sus estudios universitarios, realizó el servicio militar en la Milicia Naval Universitaria, donde alcanzó el grado de teniente del complemento del Cuerpo de Ingenieros Navales de la Armada. Una vez obtenido su título se trasladó a Estados Unidos para completar sus estudios, allí se especializó en dirección y organización de empresas. Durante toda su vida fue un destacado miembro de la organización religiosa ultraconservadora Opus Dei.

A su regreso a España ingresó en la empresa Sociedad Española de Construcción Naval. Su primer destino fue la factoría de Sestao, para posteriormente ser trasladado a Matagorda (Cádiz). En 1958 regresó a Bilbao, ya con el cargo de director de la empresa, puesto en el que destacó por sus aptitudes profesionales y capacidad organizadora. Un año después pasó a la política cuando fue nombrado director general de Comercio Exterior, cargo que abandonó en 1960 para pasar a dirigir el Instituto Español de Moneda Extranjera. López-Bravo pertenecía a una generación de políticos de orientación tecnocrática, que a finales de la década de 1950 ingresaron en la vida política del franquismo procedentes de la actividad económica.

Ministro de Franco

El 11 de julio de 1962, cuando Francisco Franco formó su noveno gobierno fue designado ministro de Industria, cargo que ocupó en tres gobiernos sucesivos hasta el 29 del octubre de 1969, cuando pasó a desempeñar la cartera de Asuntos Exteriores en el duodécimo gobierno de Francisco Franco. Como ministro de Industria viajó a numerosos países entre los que se encontraban: Estados Unidos, Arabia Saudí, Suiza, Francia, Gran Bretaña, República Federal Alemana, Marruecos, Libia y la República Popular China. Con estos viajes pretendía abrir nuevos mercados a los productos españoles. Desde su ministerio preconizó el denominado despegue económico español, para ello colaboró estrechamente con Laureano López Rodó, ministro de Planificación, que por aquel entonces estaba poniendo en marcha el Plan de estabilización económica.

López-Bravo trató de lograr el desarrollo de la industria nacional y la concentración industrial con vistas a hacerla competitiva en el mercado internacional, ya que estaba convencido de que la empresa del futuro sería multinacional y descentralizadora en su producción. Firmó acuerdos con Libia y Argelia para el suministro de gas natural y petróleo. Como ministro de Asuntos Exteriores, puesto en el que sustituyó a Fernando María Castiella, llevó a cabo una política dinámica, con una seria apertura hacia los países del este y un estrechamiento de las relaciones con Estados Unidos. Con este último país firmó en septiembre de 1970 una prórroga por cinco años de los acuerdos militares sobre la presencia de las bases estadounidenses en suelo español.

Puso fin a largos años de laboriosas negociaciones con la Comunidad Económica Europea, con la que firmo un acuerdo comercial preferencial. Trató de mejorar la imagen exterior de España, tratando de acabar con las ideas de la posguerra que llevaron hacia el bloqueo diplomático del país. López-Bravo creía que la política exterior es un modo global de entender la política. Sus principales objetivos fueron potenciar los aspectos económicos, culturales y consulares de las relaciones de España con la comunidad internacional. Gracias a las relaciones que había establecido durante su periodo como ministro de Industria, realizó un acercamiento hacia Francia, fue el primer ministro de Asuntos Exteriores español que visitaba este país desde 1939, Portugal y los países norteafricanos. Sin embargo este dinamismo mostrado por la política de López-Bravo en el exterior contrastaba notablemente con el inmovilismo en la política interior de España.

Sorprendentemente desapareció del gobierno en la reforma que el jefe de Gobierno español, Luis Carrero Blanco realizó el 11 de junio de 1973 al ser sustituido al frente del ministerio de Asuntos exteriores por López Rodó, quien quedó como único representante del Opus Dei en el nuevo gobierno. Se ha especulado mucho sobre las razones por las que fue alejado del gobierno, la idea más extendida entre los historiadores es que se debió a su actitud en la cuestión de Gibraltar. En este asunto el ministro trató de aplicar una política liberal y conciliadora, lo que molestó a los sectores más inmovilistas del régimen.

Durante varias legislaturas franquistas también fue procurador en Cortes, donde era presidente de la Comisión de Leyes Fundamentales y Presidencia del Gobierno. También era consejero nacional al presidir la Sección Política, Cultural y Tecnológica del Consejo. El 24 de octubre de 1975, tras largos meses alejado de la primera fila de la política nacional, realizó unas sonoras declaraciones en la Comisión de Asuntos exteriores de las Cortes Españolas en las que acusó a algunos gobiernos de la Europa Occidental de realizar una campaña internacional con el fin de socavar el prestigio de España e impedir su integración en la Comunidad Económica Europea.

Su actuación durante la Transición Democrática Española

En 1976, tras la muerte del dictador, fue designado presidente de la comisión encargada de la elaboración de la ponencia para la Ley de Reforma Política. Desde este puesto se oponía a cualquier tipo de reforma, y en un discurso pronunciado el 11 de junio de 1976 afirmó que el rey, además de jurar fidelidad a cualquier posible Constitución que pudiera elaborarse, debía jurar fidelidad a los Principios Fundamentales del Movimiento. Fue uno de los fundadores de la formación política conservadora Alianza Popular, por la que fue elegido diputado por Madrid en las primeras elecciones democráticas celebradas en 1977 tras la dictadura de Franco.

En marzo de 1979 se retiró de la vida política y regresó al mundo empresarial. Fue presidente de la empresa Sniace, vicepresidente de Pedro Domecq S.A. y Consejero del Banco Español de Crédito. Además fue miembro de los Consejos de Dirección de Acerinox, Petroliber, Unión de Explosivos Riotinto y Motor Ibérica. Era miembro del Atlantic Institute for International Affairs, organización conocida con el sobre nombre de Segunda Trilateral, de la Institution of Naval Architects de Inglaterra y a la Association Technique Maritime et Aéronautique de Francia. Fue presidente de la Asociación de Ingenieros Navales y del Instituto de Ingenieros Civiles de España. Estaba casado con Doña María de los Ángeles Velasco Schmiedt, con la que tuvo nueve hijos. Murió en un accidente de aviación el 19 de febrero de 1985 en las cercanías de la ciudad de Bilbao.

Bibliografía

• CARR, R: La época de Franco (1939-1975). Madrid, Espasa-Calpe, 1996.

• ESPADA BURGOS, M.- Franquismo y política exterior. Madrid, 1987.

• FONTANA, J.: España bajo el franquismo. Barcelona, Grijalbo, 1986.

• SUEIRO RODRÍGUEZ, D. & DÍAZ NOSTY, B.- Historia del Franquismo. Madrid, 1985.

• TUSSELL, J.: La transición democrática en España. Madrid, Historia 16, Libros de Bolsillo, 1989.

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