Lizalde, Eduardo (1929-2022)
Poeta mejicano, nacido en Ciudad de México el 14 de julio de 1929 y fallecido el 25 de mayo de 2022.
Desde muy temprana edad sintió una acusada vocación humanística que le impulsó a cursar estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de México. Pronto empezó a hacer públicos sus poemas, lo que le vinculó a otros jóvenes autores que pugnaban por abrirse un hueco en el poblado panorama literario de su país. Así, en compañía de Enrique González Rojo y Marco Antonio Montes de Oca fundó un colectivo poético que pretendía implantar y difundir una nueva tendencia poética bautizada por ellos mismos como "poeticismo", tendencia que apenas pasa de ser una efímera anécdota en el fecundo devenir de la lírica hispanoamericana del siglo XX.
Decidido, entonces, a hacer la guerra por su cuenta, Eduardo Lizalde emprendió una tenaz carrera en solitario, a lo largo de la cual pudo dar a conocer una voz poética muy personal, caracterizada por su desbordada ironía y por su constante utilización de los recursos coloquiales del lenguaje. Y aunque con este estilo poético se acercó, en cierta medida, a otros autores coetáneos (como Gerardo Deniz y Gabriel Zaid), lo cierto es que sus versos venían modulados en un tono personal inconfundible, en el que lo coloquial del lenguaje poético existe sólo en apariencia, ya que detrás de la formulación externa se adivina una estudiada labor de creación y lima.
En lo que atañe al contenido de su obra, conviene destacar la profusión de anécdotas y situaciones que se alimentan de la experiencia vital del propio poeta, casi todas elegidas en el amplio elenco de peripecias eróticas que -al parecer- jalonaron su paso por el mundo. Estos avatares amoroso-sexuales entran de lleno, en no pocas ocasiones, en los dominios de lo soez o -según reza el título de una de sus obras- "tabernario", y en este punto es donde la formulación coloquial y vulgar del lenguaje encuentra su máximo esplendor. Dada la llaneza de estos vulgares planteamientos temáticos, Eduardo Lizalde recurría a una marcada utilización del ritmo y a una generosa dosificación de la metáfora para lograr la densa dimensión lírica que llegó a alcanzar su poesía, casi siempre cercana -por su brevedad aguda y sentenciosa- al ámbito en que impera el aforismo.
Entre sus principales poemarios, es obligado citar Caza mayor (1979), Tabernarios y eróticos (1989), Rosas (1994) y Otros tigres (1995), donde la presencia de este felino, convertido en emblema a lo largo de toda la producción poética de Lizalde, cobra un protagonismo definitivo. Recibió el Premio Nacional de Literatura de México en 1988.
