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PolíticaBiografía

Leonor de Aragón, Reina de Portugal (1405-1445).

Reina de Portugal, nacida en 1405 y fallecida en Toledo el 19 de febrero de 1445.

Fue hija del rey de Aragón, Fernando de Antequera, y de la reina Leonor de Alburquerque. El 16 de febrero de 1428 fue prometida a Eduardo, infante de Portugal, hijo de Juan I; las condiciones del casamiento se establecieron en Olhos-Negros (Teruel), donde también se produjo una alianza entre Fernando V de Aragón (hermano de doña Leonor) y Juan I de Portugal. Los esposos llegaron a Valladolid, donde fueron recibidos con grandes fiestas, y después tomaron el camino de Portugal. El matrimonio se celebró en Coimbra el 22 de septiembre de 1428. De él nacieron don Alfonso, don Fernando, doña Leonor y doña Catalina.

A la muerte de Juan I en agosto de 1433, doña Leonor fue reconocida como reina de Portugal tras el ascenso al trono de su esposo. El rey le mostró un gran afecto y se dejó influir por ella cuando doña Leonor intercedió por los infantes don Fernando y don Enrique, para que el rey les permitiera iniciar una expedición a Tánger y prometiese a los infantes ceder a sus hijos sus posesiones en Portugal en caso de que conquistasen nuevos territorios en África.

Doña Leonor quedó como regente de su hijo de seis años de edad, Alfonso V, a la muerte de Eduardo en septiembre de 1438, como había sido la voluntad del difunto monarca. Enseguida encontró la reina la oposición del infante don Pedro, hermano de don Eduardo, que no consentía que gobernase una mujer extranjera y esperaba que la regencia recayese en él mismo. Doña Leonor estuvo cerca de renunciar al cargo de regente por voluntad propia, pero, por consejo de arzobispo de Lisboa, continuó en el trono queriendo asegurar la herencia de sus hijos frente a las aspiraciones del poderoso don Pedro. No obstante, los asuntos externos le obligaban a mantener las buenas relaciones con sus cuñados y la reina propuso el matrimonio de su hijo, el rey, con doña Isabel de Portugal, hija del infante don Pedro. En las Cortes de Torres Novas la reina sugirió dividir el poder con don Pedro; ella controlaría la hacienda regia y se ocuparía de la educación de los infantes y don Pedro asumiría la administración de la justicia y del ejército con el título de "Defensor de los Reinos por el Rey". Pero después la reina se retractó de sus decisiones, asesorada por el conde de Barcelos, que integraba un partido contrario a don Pedro. Doña Leonor volvió a rechazar la reconciliación con su cuñado, propuesta en esta ocasión por el infante don Fernando. Y mientras el partido de su rival se afianzaba, ella cometió dos actos que provocaron un enorme descontento: la concesión a uno de sus afectos de unas tasas que debían pagar los mercaderes de Lisboa y la expulsión de su casa de unas doncellas, con el pretexto de que eran afines al partido de don Pedro. Cuando el pueblo de Lisboa se rebeló, doña Leonor comenzó a mandar emisarios a sus partidarios, pidiéndoles que acudiesen a la próxima reunión de Cortes en Lisboa, acompañados de gente de guerra, para poder sofocar cualquier posible rebelión; don Pedro, en cambio, apaciguó a los habitantes de la capital y les instó a que presentasen sus reclamaciones en Cortes. Doña Leonor perdió apoyos y en septiembre de 1439 marchó con sus hijos a Alenquer, mientras los representantes de los concejos se preparaban para la guerra y juraban fidelidad a don Pedro. La reina comprendió su situación y envió cartas a sus hidalgos para que no compareciesen en las Cortes de Lisboa, y en cambio se levantasen en armas contra las resoluciones que se tomasen en las dichas Cortes. De nada sirvió, porque una delegación de lisboetas juró sumisión a don Pedro, que el 31 de octubre de 1440 entró en Lisboa y juró su cargo como regente, ratificado en las Cortes de Lisboa, reunidas poco después.

La reina se dispuso a resistirse por todos los medios, contando con el apoyo de los infantes de Castilla y del conde don Alfonso de Barcelos. Marchó con sus hijos a Crato, cuyo prior seguía su causa, pero cuando el duque de Coimbra lo supo, mandó sitiar la fortaleza. A finales de 1440, doña Leonor, que ya había perdido las esperanzas de recibir las ayudas prometidas por el conde de Barcelos, huyó a Castilla acompañada del prior del Hospital. Llegó hasta Alburquerque. Deshecho su partido en Portugal, dio orden de rendir la fortaleza de Crato, pero no perdió la esperanza de recuperar la regencia y reclutó mercenarios castellanos. Envió una embajada a Portugal amenazando con la guerra en caso de que no fuesen atendidas sus reivindicaciones. Don Pedro contestó que la decisión última debía ser tomada en Cortes e invitó a la comitiva a que permaneciese en Portugal hasta que éstas se celebrasen en Evora en enero de 1442; allí se dio el apoyo incondicional al regente, que rechazó a la comitiva castellana y dos años después hizo lo mismo con una segunda embajada. Doña Leonor se dio por vencida y envió a Portugal al conde de Arriolos para que propiciase un entendimiento con don Pedro, esta vez sin ninguna exigencia por su parte. Mientras se desarrollaban estas negociaciones doña Leonor murió en Toledo repentinamente; corrieron rumores, seguramente justificados, de que había sido envenenada por orden del condestable Álvaro de Luna. Su cuerpo fue trasladado a Portugal en marzo de 1456 por orden de su hijo, Alfonso V.

Además de Alfonso, fueron hijos de la reina Leonor y de Eduardo: don Juan, que murió en la niñez; don Fernando, duque de Viseu; don Eduardo, que también murió de niño; doña Felipa, que murió con ocho años; doña Leonor, que casó con el emperador Federico III; doña Catalina, que murió soltera después de haber sido prometida al príncipe don Carlos de Navarra; doña María, que sólo vivió un día; y doña Juana, esposa de Enrique IV de Castilla y madre de doña Juana la Beltraneja.

Bibliografía

  • MARQUE, A.H. Historia de Portugal: desde los tiempos más antiguos hasta el gobierno de Pinheiro de Azevedo. México, 1984.

  • PAYNE, S. Breve Historia de Portugal. Madrid, 1982.

  • VERÍSSIMO SERRAO, J. História de Portugal, vo. II: Formaçao do Estado Moderno (1415-1495). Lisboa, 1978.

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero