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Lastarria Santander, José Victorino (1817-1888).

Historiador, crítico, periodista, literato y político chileno, nacido en Rancagua en 1817 y muerto en Santiago en 1888.

Vida

Su situación económica no estuvo nunca a la altura de sus esfuerzos y fue una de las causas del desencanto que empañó su vida. Estudió en el Liceo de Chile con José Joaquín de Mora. Fue discípulo de Andrés Bello y se recibió de abogado en el Instituto Nacional en 1839, institución en la que también dictó cátedra de Legislación desde que se tituló hasta 1851. A partir de 1843 -excepción hecha de los tres años siguientes a la revolución de 1851, en los que se retiró a Copiapó- desempeñó algunas funciones públicas: fue diputado por Elqui y Parral (reelecto en 1849), Ministro de Hacienda, Diplomático en algunos países latinoamericanos, Ministro de la Corte de Apelaciones y Ministro del Interior, entre otras.

Figura de honda significación en el Movimiento Literario de 1842, fue el iniciador de la narrativa en Chile y su primer novelista. Su nombre aparece ligado a revistas, certámenes, polémicas, publicaciones y a la Sociedad Literaria. Es el caudillo indiscutido de un grupo de escritores de ímpetus revolucionarios que quiso dar a las letras chilenas una orientación definitivamente nacional, en el que figuran también Salvador Sanfuentes, Francisco Bilbao y José Joaquín Vallejo. Fue también el iniciador en Chile del cuento, la novela corta y el relato histórico.

Su actividad en el campo de la literatura fue inmensa: en 1842 funda la Sociedad Literaria del Instituto Nacional y pronuncia el Discurso Inaugural, en el que plantea sus ideas respecto de lo que debía ser la literatura. En 1859 funda el Círculo de Amigos de las Letras y, ese mismo año, organiza el “Certamen Poético en Loor del 18 de septiembre”, en el seno del Círculo de Amigos de las Letras; en 1860 impulsa certámenes en memoria del escritor Salvador Sanfuentes y el Abate Molina. En 1862 publica los estudios de Andrés Bello sobre el "Poema del Cid”. El año 1873 funda la Academia de Bellas Letras y luego organiza diversos Certámenes Poéticos, en una de cuyas ediciones, la de 1887, fue vencedor un jovencísimo Rubén Darío.

Gran parte del corpus literario de Lastarria está dirigida a la juventud, ya que uno de sus deseos era promover la actividad intelectual. Su producción, constituida sobre todo por escritos de carácter político, social, filosófico o literario, encuentra en el ensayo el medio idóneo de expresión. Figuran entre sus títulos el Manual de testamentos (1938), el Discurso a la sociedad literaria (1842), su novela histórica El mendigo (1843), las Investigaciones sobre la influencia social de la Conquista y del sistema colonial de los españoles en Chile (1847) y El manuscrito del diablo (1849). Una cierta evolución de su pensamiento, menos radical y más idealista, se advierte en otras obras como Diario de una vinchuca (1858), la mencionada novela alegórica Don Guillermo (1860) y el ensayo Libro de oro de las escuelas (1862). En Don Guillermo, la ironía y la sátira amarga contra los "pelucones" o conservadores ocupa muchas páginas. Es una sarcástica crítica a la sociedad chilena de la época, agresiva y limitada culturalmente, lo que sirvió para que el autor exteriorizara, a través del texto, su escepticismo y desencanto frente a la realidad de su patria. Esta obra anticipa el realismo de la generación siguiente. Un capítulo aparte merecen sus Recuerdos literarios, publicados en 1878, en los que abarca la situación literaria chilena desde la organización del Instituto Nacional hasta 1877. La primera parte de la obra se centra en el período que va de 1836 a 1849; la segunda parte, subtitulada “El Círculo de Amigos de las Letras”, abarca el año 1850 hasta 1869; la tercera va de 1869 a 1877.

El positivismo de su pensamiento se abre paso en otros escritos como Lecciones de política positiva (1875) y en las novelas Diario de una loca (1875) y Mercedes (1875). Completan este repertorio los libros, en los que se acusa ya la desilusión del escritor por el escaso reconocimiento recibido, como los mencionados Recuerdos literarios y Antaño y hogaño. Novelas y cuentos de la vida hispanoamericana (1885).

Sus discursos parlamentarios también fueron de gran importancia en términos cuantitativos y cualitativos, así como sus colaboraciones en la prensa, en el Nuncio de Santiago, Diablo Político, El Miliciano, El Semanario de Santiago, El Crepúsculo, El Siglo y La Revista de Santiago.

Bibliografía

  • FUENZALIDA GRANDÓN, A. Lastarria y su tiempo, su vida, obras e influencia en el desarrollo político e intelectual de Chile. (Santiago: 1911).

Autor

  • Andrea Viera