Landa, Diego de (1524-1579).

Franciscano y cronista español, nacido en Cifuentes (Guadalajara) el 12 de noviembre de 1524 y muerto en Mérida (Yucatán) en 1579. Su obra Relación de las cosas de Yucatán, escrita en 1866, ha sido una fuente imprescindible para el conocimiento de la cultura y, sobre todo, para el desciframiento de la escritura maya, idioma que el franciscano hablaba y escribía a la perfección.

Nació en el seno la noble familia de los Calderones. Antepasado suyo fue Iván de Quirós Calderón, cristiano viejo que se estableció en Cifuentes durante el reinado de Alfonso VIII. Ingresó en 1541 en la orden franciscana, donde dio claras muestras de sus virtudes, y, ya siendo un novicio, solicitó a sus superiores ser enviado a América para difundir el cristianismo.

En 1549 fue enviado junto a Nicolás de Albalate como misionero por los franciscanos a Yucatán. Al poco tiempo de su llegada fue nombrado asistente del guardián del convento de Izamal, y en 1552 ascendió a guardián, cargo en el cual recibió el encargo de fundar el convento de San Francisco. Lo construyó en una colina donde los indígenas rendían culto a los dioses de la lluvia. En 1556 fue custodio de Yucatán y primer definidor de la Provincia. Fue designado guardián del convento de Mérida en 1560, donde ganó fama de hombre virtuoso y prudente. En 1561 fue nombrado provincial de la orden en Yucatán, cargo que, ante la ausencia de obispo en la provincia, le convertía en la máxima autoridad religiosa. Para ganarse el favor de los indios ordenó desde su nuevo puesto el reparto de víveres entre ellos; sin embargo, adoptó medidas para cambiar las costumbres licenciosas de los españoles y mestizos de Yucatán. Durante su mandato como provincial realizó numerosos viajes exploratorios por todo el Yucatán.

Su pasión religiosa le llevó a participar en un célebre proceso inquisitorial, celebrado en Maní en 1562, contra unos indios acusados de brujería. El caso comenzó cuando el portero del convento de Maní encontró en una cueva restos evidentes de que se había realizado un sacrificio a las divinidades paganas. Landa se desplazó al lugar en junio de 1562 para iniciar las averiguaciones. Constituyó un tribunal y envió frailes para que investigaran a los pueblos próximos. Ordenó detener a treinta caciques indígenas, entre los que se encontraban los gobernadores de Tekit, Tikunche, Tekax y Maní. Durante el Auto de Fe se destruyeron numerosos códices y pictografías prehispánicos referentes a la cultura maya. Los acusados fueron trasquilados, encorazados y ensambenitados. Esta actuación hizo crecer los sentimientos antiespañoles entre los indígenas, razón por la cual los colonos protestaron al gobierno de España. La sociedad de Yucatán se dividió entre partidarios y detractores de Landa. A la llegada del obispo de Yucatán Toral, en 1562, y a pesar de las mediaciones del marqués del Valle de Oaxaca, Martín Cortés, Landa fue obligado a regresar a España.

Llegó a Barcelona en marzo de 1563, ciudad en la que se encontraba el General de los franciscanos, quien le dio una carta para que se presentara ante Felipe II. El rey encargó la investigación del caso de Landa al Provincial de Castilla. Durante el proceso que siguió a continuación presentó en su defensa las bulas de Adriano IV, León X y Pablo III, en las que se permitía ejercer la inquisición a los provinciales en aquellos lugares en el que no hubiera obispos. El franciscano fue finalmente absuelto. Posteriormente fue nombrado maestro de novicios en el convento de San Juan de los Reyes, período durante el cual escribió la Relación de las cosas de Yucatán. Algún tiempo después fue designado guardián del convento de San Antonio de Cabrera. Tras la muerte de Toral en 1571, el Real Consejo de Indias propuso al emperador Carlos V que Landa fuera nombrado obispo de Yucatán.

El nombramiento tuvo lugar en abril de 1572, y el franciscano regresó a América al año siguiente. Durante su obispado cambió su actitud hacia los indios y se convirtió en su más celoso defensor. También trató de ganarse el favor de los encomenderos. A pesar de su moderación llegó a excomulgar el gobernador de Mérida por un conflicto de jurisdicción. Realizó un viaje entre finales de 1574 y principios de 1575 por su diócesis para tratar de propagar la doctrina cristiana. A su muerte, a los 54 años de edad, fue enterrado en el convento de San Francisco de Mérida, aunque los restos fueron trasladados ciento cincuenta años después a la iglesia parroquial de El Salvador en Cifuentes, su localidad natal.

Relación de las cosas de Yucatán

Escribió en 1566 su famosa Relación de las cosas de Yucatán, valiosa fuente de información sobre la cultura maya. Con su obra contribuyó al desciframiento de la escritura maya. En ella describió dicha civilización, y narró la llegada de los españoles a los territorios yucatecos y su posterior conquista. Describió con precisión la geografía, la historia, al fauna y la flora de Yucatán, así como las costumbres y comportamientos de los mayas. Su obra se perdió al poco de ser escrita: Fue encontrada por el abate francés Brasseur de Bourbourg, quien halló el manuscrito en la Real Academia de la Historia de Madrid en 1864, quien la tradujo al francés y al público en París ese mismo año. Además fue autor de otras obras como: Doctrina Cristiana (1574), en lengua maya destinado para la conversión de los indígenas, e Informe contra Idolorum del obispado de Yucatán (1639).

Bibliografía

• DURBIN, M., An interpretation of Bishop Diego de Landa´s Maya Alphabet. (Nueva Orleans, 1969).

• LANDA, D., Relación de cosas del Yucatán. (madrid, Historia 16, 1992).

• SHIRLEY, P., "En el cuartocentenario de la misión de Fray Diego de Landa en América". Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. Tomo LXII, nº 2, 1956.

Enlaces de Internet

http://members.nbci.com/mayaglyphs/books/landa/landa.html ; La escritura maya según Landa.
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