A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaBiografía

Kürten, Peter (1883-1931).

Famoso asesino y sádico alemán, nacido en Colonia en 1883 y muerto en 1931, más conocido como "el Vampiro de Düsseldorf" debido a los sangrientos crímenes que cometió. Considerado en su época el "rey del crimen sexual", algunos psicólogos actuales piensan que pudo haber estado aquejado de una enfermedad conocida como hematodipsia, cuyos síntomas son una terrible "sed" de sangre y cierta desviación sexual.

Tercero de los trece hermanos de una humilde familia de clase obrera, Peter tuvo una infancia difícil, marcada por los problemas económicos, los malos tratos y el alcoholismo de su padre, cuyas iras se volcaban en su mujer y sus hijos. En 1894, la familia se trasladó a Düsseldorf con idea de mejorar su triste situación, ciudad en la que Peter huyó de su hogar por segunda vez -había hecho una primera intentona cuando tenía ocho años-, decidido a vivir su vida. Para entonces ya contaba en su haber con varias condenas por robo, maltrataba con frecuencia a los animales e incluso había intentado violar a su hermana; sin embargo, su primer crimen sexual no lo cometería hasta 1913, en la persona de una adolescente de trece años, Christine Kelin, a la que degolló de forma salvaje.

En 1923 contrajo matrimonio. Aparentemente Kürten llevaba un apacible vida hogareña, trabajaba durante el día, no probaba el alcohol y se comportaba como un buen esposo; sin embargo, durante la noche, su personalidad se transformaba para convertirse en un sádico sin escrúpulos, dispuesto a cometer feroces crímenes con un ensañamiento que asombró incluso a la propia policía y que le valió el sobrenombre de "el Vampiro". Entre 1925 y 1930 la ciudad de Düsseldorf se estremeció con una oleada de asesinatos que no parecían tener término. Los cadáveres de las víctimas -mujeres de todas las edades, pero especialmente niñas- aparecían violados y mutilados, tras haber sido objeto de crueles y refinadas torturas, tales como ser rociadas con gasolina y luego quemadas vivas. En mayo de 1930 Kürten cometió el error de dejar medio viva a una de ellas, que pudo proporcionar la información necesaria para capturar a aquel sádico que tenía atemorizada a la población alemana. En el juicio que siguió, Kürten fue condenado a nueve penas de muerte -según las leyes de la época- y, finalmente, fue ejecutado por decapitación. Ya en el patíbulo, el propio Kürten reconoció que lo único que lamentaba de su muerte era no poder oír el ruido de su sangre al caer.

Como dato anecdótico cabe citar que el director de cine Fritz Lang, que asistió a su juicio como espectador, se inspiró en estos sucesos para realizar el conocido film M. el vampiro de Düsseldorf (1932).

Autor

  • lu