Kennedy Toole, John (1937-1969).
Novelista norteamericano, nacido en Nueva Orleans y muerto por decisión propia el 26 de marzo de 1969 cerca de Biloxi, Mississippi, localidad de la costa del golfo de México, asfixiado por los gases del motor de su automóvil. Estudió lengua inglesa en la Columbia University y fue profesor en la University of Southwestern Louisiana y en el Dominican College de Nueva Orleans.
El paso del infierno al cielo, de la absoluta nada a la fama absoluta, a veces carece de una evolución lógica, más humana. Es el caso de J. Kennedy Toole, hoy día considerado el autor de una de las mejores novelas americanas del s. XX, A Confederacy of Dunces ('La conjura de los necios'). Él llegó a conocer qué es la indiferencia cuando en 1963 ofreció su obra a una editorial y ésta no se cansó de darle largas; pero nunca supo de glorias: sus dos elogiadísimas novelas tuvieron publicación póstuma. El tenaz empeño de Thelma Ducoing Toole, la madre que acababa de perder, suicidado, a su único hijo y que mantenía a su marido inválido, por que publicaran aquel raro manuscrito que había encontrado entre sus pertenencias dio sus frutos años después, tras intentarlo en ocho editoriales.
Y de repente el éxito abrumador: La conjura de los necios recibió el Premio Pulitzer en 1981 y se tradujo a más de una decena de idiomas. El asombroso protagonista de la obra, Ignatius J. Reilly -mezcla de "Oliver Hardy delirante y Don Quijote adiposo", como certeramente le definió el editor-, se convirtió en uno de los personajes más leídos de la historia de la literatura.
"Una gorra de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso. Las orejeras verdes, llenas de unas grandes orejas y pelo sin cortar y de las finas cerdas que brotaban de las mismas orejas, sobresalían a ambos lados como señales de giro que indicasen dos direcciones a la vez. Los labios, gordos y bezudos, brotaban protuberantes bajo el tupido bigote negro y se hundían en sus comisuras, en plieguecitos llenos de reproche y de restos de patatas fritas." Tal es el comienzo de la novela y tal el retrato del desastrado Ignatius. Después vendrán sus disparatadas andanzas por las calles de la ciudad en busca de trabajo, por mor de la madre, y unas extrañas relaciones sentimentales, por mor de la novia. Por si fuera poco, lamparones de grasa, eructos y flato constante adornan a este empedernido glotón y vago redomado. Mas nada de ello es gratuito, y si el lector prosigue con la lectura es porque, además del apasionante sentido del humor que desborda las páginas de la obra, intuye que debajo se esconde todo un profundo rebelde, alguien que por fin se decide a no marchar por la vida a la velocidad de vértigo de la edad moderna.
La madre acaparó todos los honores en nombre de John Kennedy Toole. Concedió entrevistas en todos los medios de comunicación, impartió conferencias y asistió a los recitales que de La conjura se hicieron. Y recordó que su hijo, a los quince años, había escrito otra novela. Rebuscó hasta dar con The Neon Bible ('La Biblia de neón'), aunque en esta ocasión topó con imperativos legales en cuestiones de herencia, que detuvieron sus propósitos de publicación. Los acontecimientos en contra se prodigaron: el litigio se demoró; Thelma Ducoing Toole falleció en 1984; legó el manuscrito a un amigo a condición de que él siguiera la lucha; hasta que el juez decretó sentencia en 1987, y así pudo publicarse la obra.
La Biblia de neón revela, sin ninguna duda, el talento original de su autor. Más tétrica, menos humorienta que la primera novela publicada, La Biblia de neón ya aparece dotada de la extraordinaria imaginación y la demoledora sátira de John Kennedy Toole.
