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HistoriaBiografía

Juliano, Flavio Claudio o El Apostáta. Emperador de Roma (331-363).

Emperador romano -más conocido como Juliano el Apóstata-, entre los años 361-363, hijo de Julio Constancio, hermanastro de Constantino y Basilina. Mientras sus hermanos fueron educados en el cristianismo, Juliano adquirió de la mano de su tutor Mardonio la pasión por los clásicos y por la antigua religión pagana. En 351, Juliano abandonó a su tutor y buscó las enseñanzas de filósofos, oradores y gramáticos de Asia Menor y Atenas. El 6 de noviembre de 355, Constancio II le nombró César y lo envió a las Galias para combatir a los alamanes. Juliano se ganó rápidamente la admiración de sus tropas y obtuvo una sonada victoria en Argentoratus (la actual Estrasburgo). En las campañas siguientes de los años 356-359, Juliano consiguió reducir a los francos y a los alamanes, con lo que se restituyeron las fronteras del Rhin. Cuando Constancio II, celoso de su poder, preparaba su expedición contra Persia, ordenó a Juliano que le enviara algunas unidades de élite. En estas circunstancias, el ejército se amotinó y proclamó a Juliano Augusto, levantándolo sobre un escudo a la manera de los galos. Juliano aceptó el título y ofreció el acostumbrado donativo a sus tropas. En 361, cuando su ejército se disponía a marchar hacia el Este para enfrentarse a las tropas de Constancio II (que no había aceptado el nombramiento), éste murió de repente antes de llegar a Constantinopla. De este modo, Juliano quedó como único emperador e inició su tarea de renovación política y religiosa.

Política religiosa

Así, Juliano estableció la libertad de cultos, restableció los cultos paganos y sacó de la proscripción a las diferentes sectas cristianas. Pero, dado su apego a los antiguos dioses, Juliano favoreció de manera especial el paganismo; para ello, suprimió las ayudas que los emperadores cristianos habían concedido a clérigos y obispos y, por el contrario, se las destinó a las ciudades que mantenían el espíritu pagano. De ese modo, se inició una campaña ideológica contra el cristianismo que produjo una aguda división de la sociedad, que derivó algunas ocasiones en actos de violencia entre cristianos y paganos. Una de las medidas más intolerantes de Juliano fue prohibir a los profesores cristianos enseñar en las escuelas con el pretexto de que éstos no podían explicar dioses y mitos en los que no creían (año 362). Juliano quiso llevar a cabo, al mismo tiempo, una renovación del paganismo a través de diversos calcos de las estructuras cristianas: una de las nuevas ideas fue la de caritas o preocupación por los pobres; por otro lado, intentó crear una estructura de sacerdotes oficiales, que, al igual que los cristianos, fueran en cierto modo profesionales y cuyo puesto en la jerarquía religiosa estuviera determinado por sus cualidades personales y no por pertenecer a una clase social. En cuanto a sus creencias personales, Juliano fue más bien un neoplatónico monoteísta; por lo demás, era supersticioso, creía en los oráculos y los milagros y practicaba con devoción los antiguos ritos.

Política económica y social. Obra literaria

En lo que se refiere a la política económica, Juliano emprendió numerosas reformas para reducir los inmensos gastos del estado: suprimió un buen número de funcionarios y de servidores del palacio, tras una serie de purgas entre los pertenecientes al círculo de Constancio. Rodeado de un grupo de buenos gestores, Juliano desplegó una política que pretendía favorecer a las clases más necesitadas. Por otro lado, llevó a cabo una política anti-inflacionista, redujo los impuestos a las ciudades y les devolvió los bienes comunales confiscados por Constantino. Juliano tuvo que hacer frente a los persas y, para ello, se trasladó a Antioquía, donde hubo de soportar los insultos de los cristianos, a los que respondió con su obra satírica Misopogon. Precisamente, en esa campaña contra los persas, Juliano encontró la muerte (año 363). Además de la obra antes mencionada, escribió el Convivium, donde en clave satírica cuenta la recepción de Constantino en el Olimpo, y 8 cartas, entre las que destaca su carta a los atenienses, que incluye un relato de su vida hasta la muerte de Constancio.

Bibliografía

  • BIDEZ, J.- La vie de l'empereur Julien, 1930.

  • ALLARD, P.- Julien l'Apostat, París, 1960.

  • RICCIOTI, G.- El emperador Juliano el Apóstata, Barcelona, 1959.

  • SAN SERRANO, R. M.- El paganismo tardío y Juliano el Apóstata, Madrid, 1990.

Traducciones:
GARCÍA BLANCO, J.- Discursos, Madrid, 1979-1982, (2 vols.)
GARCÍA BLANCO, J. y JIMÉNEZ GAZAPO, P.- Contra los galileos. Cartas y Fragmentos. Testimonios. Leyes, Madrid, 1982.

Teresa Jiménez Calvente.

Autor

  • Teresa Jiménez Calvente.