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LiteraturaBiografía

Jiménez de López, Georgina (s. XX).

Ensayista y luchadora feminista panameña, nacida en la ciudad de Panamá en la primera mitad del siglo XX. A lo largo de toda su vida desplegó una intensa actividad política e intelectual que la situó entre las figuras cimeras de la vida pública panameña.

Nacida en el seno de una humilde familia fundada por Antonio Jiménez y Paula Rivera Urriola, vivió desde niña acosada por las estrecheces que oprimían el hogar familiar, que por razones económicas se trasladó a la ciudad de David (en la provincia de Chiriquí) al poco tiempo del nacimiento de la pequeña Georgina. La escasez de medios, la pertenencia a uno de los grupos menos favorecidos del espectro social, la falta de apellidos ilustres en su familia, el hecho de ser mujer y, para colmo, ese desplazamiento desde la capital hasta una de las ciudades más distantes (donde era mucho más difícil, en aquel tiempo, el acceso de la mujer a la educación) se confabularon para impedir que la joven Georgina recibiera la atención escolar que parecía reclamar su inteligencia natural, harto evidente para todos los que la rodeaban. Pero, a pesar de todas estas dificultades, la muchacha puso todo el tesón que tenía a su alcance e, impulsada por su voraz curiosidad intelectual, consiguió reunir los recursos mínimos que le permitieron formalizar su ingreso en la Escuela Normal de Institutoras, de donde egresó en 1922 con un título de maestra avalado por las mejores calificaciones de su promoción.

A pesar de este brillante curriculum académico, su acceso al ámbito laboral se vio obstaculizado por los mismos inconvenientes que se habían interpuesto en su formación escolar, y, de forma muy señalada, por la falta de influencias, lo que determinó que los únicos destinos docentes que se le ofrecían fueran los más apartados de la capital (cuando, por sus calificaciones obtenidas en la Escuela Normal, debería haber tenido derecho a elegir las mejores plazas). Ante estas desoladoras expectativas -que implicaban la condena a un ostracismo docente provinciano y la brusca interrupción de su proceso de aprendizaje-, Georgina Jiménez tomó la audaz e inusitada decisión de renunciar a esas plazas públicas tan poco atractivas y abandonar su país natal en busca de nuevas fuentes de conocimiento y mejores ofertas laborales.

Con una escasez de recursos verdaderamente alarmante, llegó a los Estados Unidos de América y vivió durante algún tiempo acechada por grandes privaciones, a las que hizo frente con el desempeño de los oficios más duros. Consiguió así subsistir e, incluso, ahorrar algún dinero que le permitió seguir estudiando, y pronto acreditó méritos más que suficientes para merecer una beca que hacía posible su ingreso en la Escuela de Graduandos de Columbia (Nueva York), en cuya Facultad de Ciencias Políticas siguió brillando por sus dotes intelectuales hasta obtener, en 1934, el título de licenciada. Unos años después (entre 1939 y 1943), volvió a dicho centro superior para egresar definitivamente con el título de doctora en Filosofía; pero, entretanto, se había visto obligada a seguir trabajando con ahínco en las labores más penosas, ya que la beca que le había dado acceso a esos estudios superiores sólo bastaba para sufragar los gastos de matrícula. Así pues, durante toda su etapa estudiantil en Estados Unidos, Georgina Jiménez simultaneó su asistencia a las aulas con el desempeño de múltiples oficios que, poco a poco, se fueron orientando hacia el campo de las humanidades, como la realización de traducciones, la impartición de clases de lengua española y, cuando ya empezaba a dominar el idioma local, la pronunciación de discursos y conferencias sobre la historia, la cultura y la realidad actual de su país).

A su regreso a Panamá a comienzos de los años cuarenta, consiguió al fin un empleo digno de su valía, ya que, en virtud de los méritos que jalonaban su brillante expediente académico, el gobierno nacional la nombró asesora en las tareas relacionadas con la organización del primer censo, cargo en el que se mantuvo por espacio de un lustro. En 1945 pasó a ocupar la secretaría general de la Unión Nacional de Mujeres, en culminación de una intensa trayectoria en la lucha feminista que había iniciado hacía más de dos décadas, cuando fundara en compañía de otras compañeras el Centro Feminista Renovación de Los Santos. Plenamente integrada, desde entonces, en todos los movimientos panameños en defensa de la causa de la mujer, en 1923 fue nombrada delegada de la provincia de Los Santos en el primer congreso feminista celebrado en territorio istmeño, y tres años después fue designada representante del primer partido feminista panameño en el Congreso Interamericano de Mujeres.

Esta amplia experiencia en la organización y dirección de movimientos sociales y políticos habría de serle luego de gran utilidad para representar a su país en diferentes ocasiones, casi todas ellas relacionadas con los ámbitos de la educación, la infancia y la mujer. Fue, en efecto delegada de Panamá en el X Congreso Interamericano del Niño (celebrado en la capital de la república centroamericana en 1955); directora-coordinadora del Seminario sobre "La opinión pública", organizado por la Universidad de Panamá en 1958; representante de los colectivos feministas de su nación en el II Seminario de las Naciones Unidas sobre la "Participación de la Mujer en la Vida Pública"; delegada de Panamá en "Seminario Regional sobre la Vida Política", celebrado en Bogotá (Colombia) en 1959, bajo los auspicios de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Además, Georgina Jiménez fue presidenta-fundadora de la Unión de Catedráticas de la Universidad de Panamá; socia fundadora de la Asociación de Mujeres de la Universidad de Panamá (1940); miembro del Instituto Panameño de Cultura Hispánica; y socia de la Asociación Nacional contra el Cáncer.
En su faceta de escritora, dio a la imprenta algunos valiosos ensayos en los que dejó plasmada su dilatada experiencia como animadora de la vida social, política y cultural de su país. Entre sus títulos más destacados, conviene recordar Ensayo sobre la clase media en Panamá (1949), La participación de la mujer en Panamá (1960) y, muy señaladamente, La familia panameña y sus problemas, obra galardonada en el certamen literario más prestigioso de Panamá, el Concurso Ricardo Miró, en su modalidad de ensayo y su convocatoria de 1960.

J. R. Fernández de Cano.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.